Kady no cree en el amor. Nunca lo ha hecho y la culpable es su madre. Sin más preocupaciones que seguir dedicándose a su gran pasión, la fotografía, no espera verse envuelta en un suceso del pasado que cambiará su vida para siempre.
Dylan es un romá...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
C A P Í T U L O 5
Amor y otro tipo de tensiones
•○•○•○•○•○•○☯○•○•○•○•○•○•
💻
―Dylan. Oye, Dylan. Dylan. Dylan. Dylan. Dylan. ―Respiro hondo y miro a mi queridísimo mejor amigo que no deja de molestarme―. Dyl...
―¿Sabes qué es esto? ―pregunto señalando el ordenador en el que estoy trabajando. Cuando asiente le dedico una sonrisa irónica―. ¿Y sabes qué estoy haciendo con ello?
―¿Trabajar?
―¡Buen chico! Toma, un premio por ser un niño tan listo ―digo dándole una galleta que tengo encima de la mesa donde estoy trabajando. Me mira con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido, peor acepta la galleta―. ¿Qué quieres?
Después de volver del apartamento de Kady me he puesto a trabajar en unos informes que me enviaron mis padres sobre cómo organizan en otros países a los trabajadores para que todo el proceso sea más eficaz y me estaba cundiendo mucho. Después de comer he vuelto a trabajar a un buen ritmo hasta que Shane ha decidido hacerme una visita.
―Me han pasado dos cosas, la más importante es que han aceptado en el curso de cocina.
―¿El de París? ―pregunto interesado guardando todo lo que he avanzado en el trabajo por décima vez y cerrando el portátil para prestarle toda mi atención.
―Sip, pero...
―¡Pero nada, Shane! Es una gran oportunidad para perseguir tu sueño. ¿Por qué dudas?
Se pasa una mano por la barba y le da vueltas al pequeño aro que tiene en la oreja izquierda. Es un indicativo de que está nervioso. Creo que ni siquiera es consciente de que lo hace.
―Tengo miedo, Dylan. Es un país diferente, un idioma del que no entiendo nada y no sé. No creo que esté listo para hacer esto.
Entiendo su punto de vista, todos los cambios son difíciles y asustan. Que me lo digan a mí que hay un gran número de posibilidades de que me convierta en padre con una mujer que no amo y decir que estoy asustado es un eufemismo.
―¿Cuándo inicia el curso?
―En cinco meses.
―Acepta, las cosas en cinco meses pueden cambiar mucho. Para empezar puedes ponerte a estudiar algo de francés e igual para entonces tienes más seguridad. Shane, no puedes renunciar a tus sueños porque te dé un poco de miedo arriesgarte. Ve a por todas, demuéstrale al mundo quién es Shane Cooper.
Se queda varios minutos en silencio y sé que realmente está pensado en todo lo que le he dicho. Sería una pena que eche por tierra un sueño que ha tenido desde adolescente.