Segunda Temporada de Niña Mal
•ADAPTADA•
"Sentirás que es tu mayor fortuna... Y cuando ya estés dentro, te das cuenta de que es tu mayor perdición"... Erick.
"Su insensibilidad te asombrará más que sus pensamientos"... Nina.
"Desearás matarla pero...
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Maratón 4/5
Ya amaneció. Bueno, son las cuatro de la mañana, no puedo pegar ojo hasta las diez que sale mi vuelo de regreso a Manchester. Hace mucho frío y camino por los pasillos solos y áridos de la gran Rusia. Me tiro al lado de la puerta de la entrada, no sé ni donde ver, estoy desesperada por ver a Ruggero. Debo tomar un vuelo de regreso a Londres, debo ver a mi madre, necesito a mi mamá. Pasan tres largas horas y me dirijo al aeropuerto a hacer el checking, espero que no aparezca otra mujer que me aconseje de la vida. Voy en contra de mi propio consejo y me duermo en el avión, quiero pasar consciente lo menos posible y acortar el tiempo lo más que se pueda hasta el aterrizaje. El asiento de mi lado va vacío y eso me da más comodidad de que no me vayan a violar dormida. Me despierta el golpe del aterrizaje. Me preparo y una vez en tierra me dirijo hacia la universidad de Manchester. No está Sasha, ni la anónima, tampoco Ruggero ¿Qué pasa aquí? La universidad va a andando sola. Gastón tampoco está en la universidad así que decido llamarlo desde la oficina de Ruggero.
—¿Dónde están todos?
—Itzitery— se limita.
—Gastón ¿Dónde estás?
—En casa del director— cuelga la llamada.
¿Qué hace ahí? ¿Por qué está tan deprimido? No me sigo formulando preguntas y voy en busca de las respuestas. Tomo un taxi para ir a casa de Ruggero, necesito verlo. Me acerco a la puerta y todos me miran con los ojos abiertos y sorprendidos, varios murmuran a mis espaldas y susurran cosas que podría jurar que son sobre mí, todos están vestidos de negro y permanecen discretos ¿Quién murió?
<Ana>
Cuando entro veo a Gastón sentado con mi padre en una silla, ambos están hablando en susurros, veo un ataúd en la esquina, seguro es Ana ¿Dónde está Ruggero?
<Tal vez es Ruggero que se suicidó por tu culpa>
¡No! ¡Imposible! Veo hacia todos lados buscando a Ruggero, la gente me mira raro y pienso que es por mi ropa, subo las escaleras y encuentro familiares de Ruggero que me miran con el mismo desacato.
—¿Dónde está Ruggero?— le pregunto a Malena preocupada.
—¿Y aún tienes el descaro de aparecerte por aquí?— me empuja con el hombro y desaparece.
No pongo mente a sus palabras. y sigo buscando a Ruggero por todos lados. No puede ser que sea él. Bajo las escaleras de nuevo y veo el ataúd. Tengo mucho miedo de acercarme y mirar, pero debo saberlo, no puede ser, ¡No! ¡Ruggero no! doy pasos lentos y me asomo por encima de la caja, veo el rostro de Ana pálido tirando una tonalidad verduzca en sus labios.
<Tú la mataste>
No, ella se murió.
<Mataste a sus hijos, la mataste a ella. Eres una asesina>
