❌19❌

50 9 0
                                    

Quedé atónita al escuchar aquello, sólo habían dos posibilidades

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Quedé atónita al escuchar aquello, sólo habían dos posibilidades. Escuchó todo
muy entrometidamente en el momento o Gastón le contó luego, aunque era más probable lo primero: Gastón no me haría algo así. Ruggero dio media vuelta y salió de la oficina.

Itzitery: Habla rápido, no tengo todo el día —me voltee dándole la espalda con la vista a la ventana.

Erick: Itzitery... —sentí que se acercaba—... Siento mucho lo que pasó con tu padre —puso sus manos en mis hombros.

Itzitery: ¡No me toques! —me aparté.

Erick: ¿Sigues enojada conmigo porque no me quise acostar contigo?

Itzitery: ¡Eso... No es... Cierto! —si era cierto, pero no se lo iba a demostrar.

Erick: Itzitery, sabes que tú me gustas mucho pero no encuentro la prisa.

Itzitery: No, no, no, no me vengas con eso, a mí ya no me interesa tener nada contigo.

Erick: Itzitery.... —se acercó—... ¿Por qué me tratabas tan mal?

Itzitery: Porque tú no cooperabas con mis causas.

Erick: ¡Es que no entiendes que no me gusta que le hagas caso a otros tipos cuando estás conmigo!

Itzitery: Soy libre de hacer lo que se me pegue la gana.

Erick: Pero... ¿Cómo te sentirías si yo le hiciera caso a las demás chicas?

Itzitery: Te corto las bolas —aseguré sin pensarlo.

Erick: Sabes que entraré a Manchester.

Itzitery: Lo sé...

Erick: Estudiaré Socioantropología Criminológica, según me di cuenta tú entraste en eso también —se acercó cada vez más.

Itzitery: Si... ¿Y? —alce una ceja, no podía negarlo, Erick me gustaba mucho, por algo quería fajármelo.

Erick: Sabes que no soportaré verte con alguien más... —se acercó cada vez más.

Itzitery: Pues tendrás que aguantarte —encogí mis hombros.

Erick: No, tú no serás de nadie y si tengo que hacerte mía en cuerpo lo haré —me tomó de la cintura y me besó apasionadamente, me puso sobre el escritorio y me apretaba la camisa con fuerza.

Itzitery: ¿Qué estás haciendo?

Erick: Lo que tú siempre me pediste —me siguió besando con fuerza y desesperación, rompió los botones de mi camisa y besó mis pechos mientras yo hundía mis dedos en su cabello.

Hasta que la puerta se abrió.

Ruggero: ¡Detenganse! —Erick me soltó—. Tú, chico, salte ahora mismo —le ordenó furioso.

Mala ItziteryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora