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—¡Que no quiero!— gruño

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—¡Que no quiero!— gruño.

—¿Por qué no?— susurra Ruggero en mi oído.

Tiene su mano en mi enorme vientre y planta delicados besos en mi cuello.

—Porque no, ¡y ya!— resoplo.

—No seas tan maldita, dale el puto beso— dice mi madre desesperada.

—Karol, déjalos— mi padre acaricia las mejillas de mi mamá. Ella está sentada sobre sus piernas.

—¿Por qué tú no me cargas como mi papá?— le reclamo a Ruggero.

—No es por nada, mi amor, pero estás un poco pesadita— bromea.

—¡A la mierda! ¡Me largo!— me levanto.

Ruggero me toma de la mano y me jala hacia él, me sienta en sus piernas.

—¿Sabes lo hermosa que te ves cuando estás enojada?— me besa.

—Pues, ahorita he de estar preciosa— ruedo mis ojos.

—¿Van a dejar ver la maldita película en paz?— gruñe mi madre.

—Karol, tranquilízate— le susurra mi papá.

—Es que te juro que embarazada más quisquillosa que esta no existe, una más y te corro de la casa— resopla.

—¿Ves lo que haces? Por tu culpa mi mamá me regaña.

—Hola, familia —llega Gastón con Nina— Nina y yo iremos a ver una película lejos de ustedes— pasa su brazo sobre los hombros de Nina.

—Ahora hasta mi hermano huye de mí por tu culpa— mascullo entre dientes.

—Ehh, si. Definitivamente nos vamos —toma la mano de Nina y camina hacia la puerta. Se detiene antes de atravesarla— Y una cosa más —se voltea hacia nosotros y me mira— Deberían buscar un médico, creo que algo que comieron les cayó mal— se burla en carcajadas.

—¡Gastón, que grosero! —lo regaña Nina— Si yo estuviera así, no te gustaría que se burlaran de mí.

—El punto es que tú pasarás por un altar antes de que llegues a eso, y al menos esperaremos cinco años —pasa las manos por la cintura de Nina— Estas mujeres desesperadas— susurra y salen.

—Idiota— murmuro.

—¡Ay!— grita mi madre. Los tres la quedamos viendo. Ella tiene los ojos exaltados.

—¿Qué te pasó?— le pregunta mi padre.

—¡¡Ayy!!— grita más fuerte.

—¡Por Dios! ¡Mamá, no!— jadeo.

—Oh, sí. Matteo ya viene— anuncia.

—Ay no, ay no— mi padre la deja caer sobre el sofá y se levanta con sus piernas temblorosas.

Mala ItziteryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora