37. ~Eto~

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Dicen que el amor es la fuerza más poderosa e indomable que existe.

Que cuando es puro y verdadero es capaz de mover montañas, vencer la oscuridad de las tinieblas en uno mismo, cambiar totalmente la vida de alguien de un momento a otro o (como diría Martin Luther King Jr.) transformar a un enemigo en amigo.

Algo de eso debió de pasarle al gran y temido Black Rabbit cuando conoció a la afable y cautivadora humana llamada Lyra Black pues en el momento que me dijo que deseaba un móvil de última generación cuando siempre había rechazado y despreciado cualquier cosa que tuviera que ver con los humanos ya os podréis imaginar cuál fue mi reacción...

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La líder del Aogiri no Ki llevaba un buen rato desternillándose de risa frente a uno de sus ejecutivos más valiosos quien, a su vez, la contemplaba con una evidente mueca de fastidio en sus facciones.

—No es para tanto, Eto —le recriminó el Kirishima—. Tú misma llevabas años insistiéndome en que me cambiara de teléfono.

—Sí... —le afirmó aún sin parar de reír—. Por eso me sorprende tanto que ahora estés tan desesperado por tener uno nuevo. ¿Puedo preguntar a qué se debe este repentino cambio de parecer? —le preguntó dedicándole una sonrisa maliciosa.

—Me he dado cuenta que tenías razón... por mucho que odie a los humanos deberíamos aprovecharnos de su tecnología y utilizar sus mismos recursos contra ellos —le respondió aparentando la máxima neutralidad posible.

—¿Sólo eso?¿Has tardado tantos años en darte cuenta de algo tan obvio? —le cuestionó acercándose a él juguetona—. ¿Seguro que nuestra querida Lyra no tiene nada que ver en esto? —le insistió.

—¡Está bien, es por ella! —exclamó irritado—. Esta mañana por fin me decidí a hablar con ella en la cafetería y, cuando he sacado mi móvil para que me pusiera alguna mierda con el fin de comunicarnos mejor, se ha reído de mí al verlo y me he sentido como un completo gilipollas —reconoció apartando la mirada debido al bochorno que sentía.

—Jajaja —estalló en mil risas la cíclope—. Normal que se riera, Ayato. Nadie de 18 años lleva esa antigualla destartalada como teléfono, solamente tú. Jajaja.

—¿Entonces me conseguirás uno?

—Si tanta prisa tienes... podría darte uno ahora mismo —le ofreció recibiendo como respuesta un asentimiento de cabeza del ukaku, aunque éste seguía sin mirarla a los ojos—. Las tonterías que se pueden hacer por amor, ¿eh?

—Tch... —chasqueó la lengua el azabache molesto por su comentario.

—Al menos todo esto te servirá para actualizarte un poco —le comentó dándole unos golpecitos de ánimo en el hombro—. Sígueme —le ordenó poniendo rumbo al lugar que empleaban como la zona de reuniones.

—¿No piensas que Lyra vaya a enamorarse de mí? —le preguntó volviendo a centrarse en la mujer mientras ambos caminaban por los abandonados senderos de la isla Rushima. La preocupación en su voz era notoria.

—¿Crees que me implicaría tanto en este asunto si supusiera que no tiene futuro? —le cuestionó a su vez con ironía—. No, Ayato... —dijo negando con la cabeza—. Me refería al largo y tedioso proceso que estás soportando para poder estar con tu amada violinista. Últimamente tengo demasiadas cosas entre manos cómo para permitirme el lujo de malgastar mi tiempo en causas pérdidas.

—¿Cómo estás tan segura de que no soy una causa pérdida? Nunca he estado con una chica.

—Eso es cierto y tampoco eres un chico sociable, expresivo o romántico. Sin embargo, tienes la fortuna de poseer las bases imprescindibles para causar una buena impresión en una mujer.

—¿Cuáles? —quiso saber con gran expectación.

—Eres un joven fuerte, guapo y atractivo... un auténtico imán para el sexo opuesto, hasta captas la atención de algunos hombres —continuó hablando con una sonrisa traviesa y el ghoul enseguida supo que se refería a Nico. El antiguo perro faldero de Yamori nunca perdía la oportunidad de insinuársele cada vez que se cruzaban por las calles de la ciudad, incluso recordaba con claridad las veces que lo había hecho cuando el psicópata de su novio todavía seguía vivito y coleando al lado suyo—. Seguro que ya se ha fijado en ti. Ahora sólo tienes que ganarte su confianza y convertirte en su amigo para que acabe cayendo a tus pies. No te ofusques por culpa de tu primer fracaso amoroso con Hinami, que ella esté ciega y no se percatara de que tus sentimientos iban más allá de una simple amistad no significa que todas las mujeres lo hagan —le aseguró.

—¡¿Pero cómo...?!

—Olvidas que fui yo quien la trajo al Aogiri —le interrumpió indicándole que se adentrara por una puerta que daba directamente a un gran habitáculo de cristal adornado con un pequeño jardín—. Sabía que jamás tendría las agallas de matar a nadie a sangre fría pero, aún así, la recluté porque era muy buena como rastreadora y analista de información. Así que siempre supe que eras tú quien mataba en secreto a todos los objetivos que Tatara le designaba para que luego no tuviera que castigarla por su debilidad.

—Al parecer es imposible ocultarte nada —admitió a la vez que soltaba un suspiro derrotado.

—Mi deber es saber todo lo que pasa dentro de mi organización para que funcione a la perfección como una maquinaria bien engrasada y sin defectos y tu encaprichamiento con Hinami era muy obvio que iba a pasar —dijo abriendo un cajón y sacando de su interior un móvil totalmente nuevo y listo para ser utilizado—. Después de todo, ella fue la primera chica linda de tu edad que conociste.

Ayato permaneció callado pensando en todo lo que le había dicho Eto.

—Pero volviendo al tema que nos atañe ahora... Supongo que "esa mierda para comunicarnos mejor" sería un traductor que Lyra quería instalarte en tu móvil.

—Sí... algo así dijo —le confirmó sin mucho afán.

—¡¿Ves?! —exclamó feliz—. Tu humana nada más conocerte ya muestra interés en ti y desea entablar una conversación contigo por cualquier medio. Eso es buena señal —declaró encendiendo el aparato y mostrándose de inmediato la pantalla inicial—. Hay cientos de traductores para descargarse de modo que le dejaré a ella el privilegio de ponerte el que más le guste. Así tendrás otra excusa para acércate a tu chica y pedirle que te explique cómo funciona.

—Ok.

—Lo que sí voy a instalarte es una aplicación denominada WhatsApp. Es un servicio de mensajería instantánea y, siempre que tengas cobertura, será completamente gratuita.

—¿No hay que pagar nada?

—La tarjeta de este móvil está vinculada a un contrato mensual que financia el Aogiri así que no tienes que preocuparte por quedarte sin saldo como te ocurría antes. Una de las razones por las cuales te insistía tanto en que te cambiaras de móvil. Mediante esta aplicación, podrás mandar infinidad de mensajes a toda la gente que quieras. Sin límites —le aclaró entregándole el dispositivo—. ¿Te das cuenta de la importancia de eso, Ayato? Si consigues que Lyra te dé su número de teléfono podrás conversar con ella todo lo que quieras... a cualquier hora del día... sin que los Quinx te vean o sospechen de ti.

Cuéntame cómo pasó || Ayato Kirishima ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora