Cuéntame cómo pasó || Ayato Kirishima ||

22. ~Lyra~

Corrí alejándome de ti lo más rápido que me permitieron mis piernas hasta que me topé con un hombre que casualmente era un empleado de la CCG. Me llevó a la sede del distrito 20 y allí me pidió que aguardara en un despacho hasta que llegasen sus compañeros para interrogarme.

No tuve que esperar mucho, pues a los diez minutos Mado y Kaneki aparecieron por la puerta...

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—Buenas noches, Lyra. Soy la inspectora Akira Mado y éste es mi ayudante Haise Sasaki. Nos han comentado que acabas de tener un encuentro bastante desagradable con un par de ghouls. Por favor, ¿podrías explicarnos lo que sucedió y cómo lograste escapar de ellos?

La chica asintió con la cabeza y comenzó a relatar su historia:

—Me había quedado un poco más en el conservatorio de música porque la orquesta tenía que ensayar una pieza importante para el festival en el que participará dentro de dos semanas. Cuando salí ya era entrada la noche y me encontraba muy cansada de modo que quise atajar el camino metiéndome en un callejón poco transitado para llegar antes a mi casa.

—Error —musitó Akira con una expresión imperturbable haciendo que la inglesa desviara un poco la mirada sonrojada por la vergüenza pues era consciente que había quebrantado dos de las reglas básicas para evitar justamente lo que le había pasado: ir por un camino solitario y, por sí fuera poco, de noche.

—Todo iba bien hasta que, después de unos minutos andando tranquilamente, un hombre me agarró fuertemente del cuello acorralándome contra la pared. Al principio no entendí lo que me dijo y creía que se trataba de un ladrón o un violador pero, de repente, sus ojos cambiaron a unos rojos y negros.

—El kakugan —dijo Haise en voz baja mientras la rubia se lo confirmaba con otro asentimiento de cabeza.

—Me miraba como un auténtico lunático y enseguida supe que quería matarme allí mismo para comerme —continuó recordando el momento con temor—. Abrió la boca listo para morderme pero, en ese instante, otro ghoul apareció de la nada y lo golpeó alejándolo de mí.

—Así que no iban juntos, el segundo ghoul apareció después —murmuró Akira entrecerrando los ojos con suspicacia.

—Sí —volvió a asentir la inglesa—. Y creo que mi primer atacante lo conocía porque se puso muy nervioso cuando lo vio... ¡incluso se inclinó ante él!

Los dos inspectores fruncieron el ceño ante ese hecho.

Se sabía que la mayoría de los ghouls eran bastante indisciplinados e independientes. Pocas veces le rendían pleitesía a otro miembro de su especie a no ser que éste fuera alguien realmente poderoso e importante. ¿Quizás se tratase de algún miembro influyente del Aogiri no Ki? Últimamente la organización terrorista estaba creciendo de forma exponencial al reclutar forzosamente a una gran cantidad de secuaces con el objetivo de hacer frente a los ataques y el acoso continuo que la CCG estaba sometiendo a la comunidad ghoul. Tanto Mado como Sasaki tenían mucho interés en descubrir quién podría ser ese segundo ghoul tan misterioso; sin embargo, dejaron que Lyra siguiera explicando su relato sin interrumpirla.

—El otro lo tomó del cuello empujándolo contra la pared contigua mientras sacaba una especie de alas negras de su espalda, estuvieron hablando durante un rato y luego... luego... —la mirada de la chica se ensombreció y parecía incapaz de continuar narrando la historia.

—¿Qué pasó luego, Lyra? Necesitamos saberlo —le dijo Haise tomándola de los hombros en un intento por darle ánimos para continuar.

—Luego lo liberó de su agarre y lo mató... le cortó la cabeza con un rápido movimiento de una de sus alas —murmuró en apenas un susurro y mirándolo a los ojos con auténtico terror.