𝐕 𝐄 𝐈 𝐍 𝐓 𝐈 𝐍 𝐔 𝐄 𝐕 𝐄

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Diez de septiembre 2019
Bloodside


Apenas son las ocho de la mañana y Bangchan entra por la comisaría colocándose bien la cazadora. Jungsu ya venía por detrás de él como fiel ayudante y mano derecha para decirle que todos ya estaban en la sala de reuniones. Sí, había reunido otra vez a todo el equipo para hacer una recolecta de pruebas.

Le pidió a Kim que le trajera un café y se detuvo frente a la puerta. Inspiró alrededor de tres veces y movió sus hombros para relajarse. Desde que se embriagó en su departamento la última vez y había dejado plantado a su equipo en una importante reunión, se tomó unos días de descanso para reflexionar y volver con más fuerzas.

Su salud mental estaba deteriorada y ese deterioro aumentaba conforme pasaban los días, las horas y los minutos. Porque son minutos en los que Jeongin junto a los demás desaparecidos corrían peligro.

Christopher entró con aires de superioridad y una postura formal, haciendo que el murmullo se silenciara de golpe y los policías tomaran asiento. El inspector se situó frente a ellos y, antes de hablar, tomó un sorbo del café que le trajo su subordinado.

— Recapitulemos. Van veinticinco desapariciones de jóvenes de entre quince a diecinueve años. El último de ellos: Yang Jeongin hace dos meses. No hay nada en común entre ellos salvo la edad y el físico en lo que respecta la complexión —apoyó las palmas en la mesa—. Tenemos una víctima que ha reconocido a uno de ellos, Seo Changbin, desaparecido en enero de 2013, cuyo ADN coincide. La herida que presentaba Kim Seungmin en el cuello es de un gran mordisco —fue pegando las fotografías de Changbin (la última que se le tomó) y de la herida del moreno en la pizarra—. Los incisivos son de persona humana, así que queda descartado cualquier tipo de daño animal.

Christopher los vio tomar nota en libretas pequeñas, muy atentos a lo que decía. Ellos estaban a su disposición para servir a cada una de sus palabras, ¿cómo decía que estaba perdido?

— Seungmin reconoció a tres personas más mientras los atacaban a Jeongin y a él. Sin embargo, no puede lograr recordarlas. Así que buscamos a tres agresores más, lo que nos hace pensar que siempre van en grupo y son meticulosos a la hora de raptar a un adolescente, pero a la vez son espontáneos porque no hay rasgos similares en ellos ni coinciden las fechas —señaló las fotografías de todos los desaparecidos en otra pizarra y su corazón se contrajo al ver la cara sonriente de Jeongin.

— Una pregunta... —cuestionó Yuna, una de las policías— ¿Por qué Changbin usaría los dientes para atacar a Seungmin? Por lo que sabemos de su actual imagen, es una persona que bien podría defenderse con las manos. Además, si atacó al cuello directamente es que tenía la intención de matarlo por ser una zona peligrosa.

— Inspector, no cree que sean de esas personas que... comen carne humana, ¿verdad? —preguntó otro, dubitativo.

Entonces, se formó jaleo en la sala, todos discutiendo con todos.

— Silencio, por favor. No lo sabemos con seguridad, no quiero que esto salga de aquí —exigió—. Apareció sangre de Lee Felix, el anterior desaparecido a Jeongin, cerca del lago de el Bosque. No obstante, Jeongin y Seungmin fueron atacados en la explanada a unos cien kilómetros de ahí. Esto significa que nuestros delincuentes se toman la molestia de desplazarse lo suficientemente lejos para alcanzar a sus víctimas.

— Así que están bastante lejos de la zona y de dónde hemos buscado, ¿no? Si es que no tienen un lugar fijo en el que quedarse —concluyó Jungsu.

— Me temo que sí.

— ¿Y qué hacemos, inspector?

— Como Seo resulta ser uno de los agresores, pero también fue un desaparecido en su momento, me lleva a pensar que los otros tres son jóvenes que desaparecieron hace bastante tiempo.

— ¿Los tres fueron desaparecidos? ¿Y quien los secuestró? —preguntó Yuna.

Christopher se paseó con una mano en la barbilla por la sala y, luego, asintió.

— Tienes razón, debe haber una persona que maneja a los demás. Por lo que si eran cuatro hombres, uno de ellos debe ser el líder. Seguramente los otros dos restantes sí sean desaparecidos por el líder.

Un pequeño paso, pero cada vez estaba más cerca. Más cerca.

— Quiero que busquen las desapariciones de personas entre diez y veinticinco años en las últimas tres décadas. Y amplíen la localización albergando Hellwood y Prayville, también —unos tantos ya se empezaron a mover, saliendo de la habitación para encargarse de dicha tarea mientras los demás esperaban más órdenes—. Busquen asesinatos, homicidios, suicidios, muertes de personas de todas las edades en las que no se encontró culpable. Busquen algún rastro de canibalismo en el último siglo. Los demás, patrullen por el Bosque y vayan lo más lejos que puedan, pero a salvo.

Casi todos salieron de la sala dispuestos a ponerse manos a la obra. Jungsu se acercó a él cuando se apoyó en la mesa y agachó la cabeza para suspirar abatido.

— Me alegro de que haya vuelto, inspector.

Christopher lo miró y esbozó una media sonrisa.

— Yo también —a medias.

— Ha estado bien hoy, creo que nos vamos acercando.

— ¿Tú crees?

— Tengo ese presentimiento, ¿usted no?

Christopher asintió con un vacío inexplicable en el pecho.









¿Creen que Chris logrará algo pronto?

𝐂𝐀𝐍𝐍𝐈𝐁𝐀𝐋 ━━ 𝐒𝐊𝐙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora