𝐂 𝐈 𝐍 𝐂 𝐔 𝐄 𝐍 𝐓 𝐀 𝐘 𝐎 𝐂 𝐇 𝐎

3.1K 544 286
                                    


Seis de julio 2020
Prayville, El Bosque


El catorce de julio de 2019 fue el día en el que Jeongin desapareció sin dejar rastro. El seis de julio del año siguiente, Jeongin es encontrado con vida.

Bangchan había alcanzado a disparar entre ceja y ceja de Lee Minho antes de que disparara a Jeongin. Al fin todo había terminado.

Jeongin gateó hasta Chan y lo acunó entre sus brazos.

— No te mueras, Chris...

— No llores —limpió las lágrimas con sus pulgares—, no me duele.

— ¿D-de verdad?

— Es superficial —tragó saliva duramente—. Estaré bien, estaremos bien —rectificó.

— Jefe —dijo Jungsu—, los técnicos médicos están aquí con las camillas.

— Que suba Jeongin primero.

— No, yo puedo caminar. Tú estás peor.

— Hay para los dos, tórtolos —Jungsu rió y la pareja se enrojeció de la vergüenza.

Alrededor de dos horas después, Jeongin se encontraba sentado en el interior de la ambulancia arropado por una manta térmica mientras un sanitario curaba a Chan tras haberle inspeccionado y ver que estaba bien.

Sus manos estaban cogidas y no habían despegado la mirada del otro en ningún momento. Sintiendo el calor del otro, preguntándose si no era un sueño.

Las familias de los supervivientes habían sido llamadas y se dirigían al lugar. Todavía estaban recogiendo los cuerpos con vida de los chicos que aún permanecían en el sótano. El lugar había sido acordonado y la prensa estaba allí esperando fotografiar algo que poner en sus portadas.

Las ruedas de un coche quemaron goma al estacionar rápidamente y Jeongin pudo ver a los padres de Lee Felix acercarse a él en la ambulancia de al lado. Estaba cubierto de mantas y tenía un respirador en el rostro aparte de suero inyectado, aún así, estaba consciente. Tras un año desaparecido, dándolo por muerto, un día cualquiera les dieron la sorpresa de que su hijo seguía vivo. Pero los más felices fueron la abuela del muchacho y su amigo, Chenle, quienes no dejaban de llorar como niños pequeños.

— Fue mi culpa —bramó la mayor, dejando muchos besos en el rostro pecoso de su nieto.

— ¡No, fue la mía! —exclamó el pelirrojo.

Jeongin vio como del bosque venían más técnicos con camillas y cuerpos cubiertos. De todas las ambulancias que acudieron, estas comenzaban a marcharse con los más graves sin ni siquiera esperar a que las familias llegasen.

— ¿¡Dónde está mi niño!? —Jeongin se permitió soltar la mano de Chris cuando escuchó los gritos de su madre.

Bajó de la ambulancia y se la encontró allí, perdida buscando a su hijo menor. La acompañaba su padre y su hermana mayor. Ahora Jeongin se preguntaba; ¿cómo había sido capaz de olvidar a su familia?

— Mamá —balbuceó el menor y la mujer corrió a abrazarlo. Al abrazo se sumó su padre y su hermana. Los cuatro llorando sin pudor.

— Ya estás aquí —ella no se separaba. Llevaban minutos en esa posición, pero no les importaba. Al fin y al cabo, debían recuperar el tiempo perdido—. Sabía que regresarías.

— Os he echado de menos.

— Y nosotros a ti, mocoso —Jeonghye sacudió sus cabellos y su padre imitó la acción, haciendo reír al más pequeño.

— Con esas greñas pareces un cantante de grunge.

— Me sorprende que sepas ese género, papá.

— He investigado un poco mientras no estabas —se abrazó a su progenitor otra vez.

Siempre habían tenido sus diferencias, sobretodo por la mentalidad que tenían. Pero de ahora en adelante todo cambiaría a mejor.

— Jeongin, debemos ir al hospital —avisó la chica de la ambulancia.

— Te veremos luego —le dijo su madre, abrazándole fugazmente.

Se subió de nuevo, agarrando la mano de Bang mientras sonreía.

— Gracias por salvarme.

— Gracias a ti por esperarme.

Yuna, como representante del cuerpo de policía, reunió a los periodistas haciendo un círculo a su alrededor y con un megáfono comenzó a decir:

— Hoy, después de casi tres años de sufrimiento y arduo esfuerzo por nuestra parte, hemos conseguido detener a la banda criminal que acechaba estos lares raptando a jóvenes y que tenía en vela al pueblo. De los veinticuatro desaparecidos, se han encontrado con vida a siete de ellos y están camino al hospital para su pronta recuperación —tomó aire—. Esta banda criminal se dedicaba a secuestrar a estos jóvenes, maltratarlos e ir comiendo de ellos poco a poco hasta terminar con sus vidas, algo aterrador, sin duda. Estaba compuesto por cuatro miembros y han fallecido tres, el restante está camino a prisión a la espera de juicio —miró su papel con su discurso escrito en cinco minutos y continuó—. Sé que es doloroso para todos y una noticia morbosa, pero por favor respeten a las víctimas y los familiares de los fallecidos. Tienen todos nuestros respetos. Gracias por atender.

La prensa empezó a hacerle preguntas, cosa que ella no iba a responder, pero antes de irse levantó el megáfono y dijo una última cosa:

— Después de todo, no habríamos conseguido nada si no fuera por el inspector Bang.










Ya solo quedan dos capítulos!!!!
A lo largo de esta semana publicaré lo que queda <8



𝐂𝐀𝐍𝐍𝐈𝐁𝐀𝐋 ━━ 𝐒𝐊𝐙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora