𝐂𝐀𝐍𝐍𝐈𝐁𝐀𝐋 ━━ 𝐒𝐊𝐙

𝐂 𝐈 𝐍 𝐂 𝐔 𝐄 𝐍 𝐓 𝐀

Tres de julio 2020
Bloodside, El Bosque

— Esto es peligroso —murmuró Chan siguiendo a Seungmin. Este tenía una linterna en manos y estaba concentrado y decidido en ir exactamente a un lugar concreto.

Su brazo aún dolía. Seungmin le había dicho que irían al bosque esa misma noche para descubrir el paradero de Jeongin. No es como si fuera a averiguar algo más que la propia policía, pero ellos no estuvieron por donde les atacaron. Nadie mejor que Seungmin sabe hacia donde lo estaban llevando y que dirección habrían tomado.

Estaba tan decidido que ni siquiera le dejó curarse bien la herida. Solo le vendó el brazo y lo arrastró fuera de casa.

Christopher podía pensar ahora con mucha más claridad. Iba a hacer lo mismo que el anterior inspector, darse por vencido y dejar que esos caníbales ganaran la batalla.

— Te has vuelto un cobarde de mierda.

— Y tú un maleducado, mocoso.

— ¿Mocoso? —replicó Kim— Tengo la misma edad que tu novio.

— No compares —bufó abrazándose a sí mismo, hacía frío—. ¿Qué hora es?

— Las dos de la noche.

— Podríamos volver por el día.

— No —paró en seco, mirando en la lejanía—. No puede esperar más.

Siguieron caminando, ya llevaban más de dos horas vagando por ese bosque oscuro que no hacía más que ponerle la piel de gallina.

— ¿Por qué esto no lo has hecho antes? No sé, hace como casi un año —dijo Chan en tono de burla.

— Estaba mal —respondió— y no recordaba nada de lo que pasó. Fui a terapia, estuve internado unos meses y fui saliendo poco a poco.

— Espera, ¿estuviste interno? —Seungmin asintió— Pensé que solo fuiste a un psiquiatra.

— Al principio sí, las sesiones iban a ser una cada dos semanas, pero al ver la gravedad del asunto prefirieron tenerme en observación.

— No lo sabía.

— Mejoré bastante los primeros meses, pero me empezó a dar miedo salir a la calle, así que prácticamente es como si me echaran a la fuerza del psiquiátrico.

— ¿Te echaron?

— No así —rió—. Solo se dieron cuenta de que lo mejor para mí era salir de ese sitio. Antes de eso me dejaban salir los fines de semana obligatoriamente y hacían que la hora de recogida fuera por la noche a propósito.

— Prácticamente mejoraste a la fuerza.

— Sí —contestó—. También he conocido a un chico —dijo ocultando una sonrisa boba. Chris levantó las cejas.

— ¿Cómo lo has conocido? No me digas que es un esquizofrénico o...

— No —puso los ojos en blanco—. Es un chico que conocí en la sala de espera en la consulta.

— ¿Y te gusta?

— Mucho, nos hemos estado viendo casi todos los días desde que salí. Alguna que otra vez vino a visitarme.

— Parece un buen niño.

— Lo es —Seungmin finalizó la conversación—. Recuerdo que aquí estuve con Jeongin —dijo señalando un lugar al que dejaba atrás pues seguía caminando.

— Sí, la explanada, aquí ya hemos estado muchas veces.

— Pero aquí no nos interceptaron.

— Entonces, ¿dónde? —corrió a trote ya que se estaba alejando demasiado.

— Vinimos por aquí porque era el único lugar donde no escuchamos pasos y en este trozo Changbin me separó de él. Por aquí.

Era un camino muy enrevesado. Los árboles parecía que se te echaban encima y cada vez estaban más juntos. Las sombras se convertían en monstruos que te observaban continuamente.

— Recuerdo que me separé un momento de él, pero caímos ladera abajo.

Bang no le estaba entendiendo, pero aún así corrió tras él.

— ¡Seungmin, espérame!

— ¡Aquí! —vio como desaparecía entre la tierra y cuando se asomó vio un repunte de tierra hacia abajo que no habían visto antes.

Bajó con cuidado y se acercó lentamente.

— Fue aquí —señaló el suelo con el dedo y la linterna. Ahora no quedaban restos de lo que pasó aquella noche, pero sabía que Seungmin decía la verdad.

— ¿Estás bien? Puede ser un poco duro para las víctimas volver al lugar del crimen.

— Sí, sí. No pasa nada —se limpió las lágrimas con el dorso de la mano.

— Estamos bastante lejos de Bloodside, diría que nos encontramos en Hellwood.

— Y ellos aparecieron desde esa dirección —señaló en la lejanía.

— Eso es dirección Prayville.

— Sí —ambos se miraron—. Lo he estado pensando y... ¿no es mejor secuestrar a gente que no es de tu ciudad? La gente no te conoce de nada si te ven por ahí.

— Y comparando donde estamos del lago, donde se encontró la sangre de Felix, tendría sentido.

Iban a celebrar que tenían una pista. Al menos una sola cosa que les acerque un poco más, pero escucharon unos jadeos y las hojas del suelo, secas, moverse y ser aplastadas.

Chan de inmediato puso a Seungmin tras él y le quitó la linterna apuntando en esa dirección.

— ¿Qué ha sido eso? —susurró Seungmin asustado en su espalda.

— No lo sé, agárrate a mí y no te separes.

— A-ayuda —escucharon una voz ronca y débil entre los árboles. Chris lo interceptó de inmediato y apuntó hacia él.

Era Changbin. Se estaba arrastrando en su dirección usando los brazos y tenía múltiples magulladuras por el rostro y lo que podían ver del cuerpo. No parecía una broma, es más, parecía que Seo estaba muriéndose.

Caminó sin pensarlo dos veces, deshaciéndose del agarre de Seungmin. Quién se quedó estático al verle. Miles de recuerdos pasando por su mente.

— ¡Espera! —exclamó con miedo— ¿Y... si es una trampa?

El inspector no le hizo caso, llegando hasta Changbin quien se tendió sobre la tierra. Le dió la vuelta y pudo ver los cortes profundos en la cara y las heridas que tenían sus brazos. Le sujetó con ambas manos por la nuca y pudo notar una anomalía. El hueso de la columna estaba desplazado hacia un lado.

— N-no puedo mover las piernas —dijo con dificultad.

— Tienes el cuello roto —avisó Chris.

Él era uno de los caníbales, ¿por qué estaba en ese estado? Si el líder se comporta así con sus súbditos, ¿cómo lo hará con los secuestrados?

— Chan, aléjate de él —le habló a unos metros.

— Está herido, debemos llevarlo a la clínica cuanto antes.

— ¿¡Estás loco!? ¡Intentó matarme!

— Os ayudaré —murmuró Changbin. Sonaba como si se estuviera ahogando.

— ¿Ah, sí? ¿Tú nos ayudarás? —Seungmin avanzó hasta posarse en el campo de visión del herido— Casi me matas, hijo de-

— Jeongin está vivo —susurró.

Bangchan casi llora de felicidad al escucharlo.

— ¿Jeongin está vivo? ¿Es eso verdad?

Pero Changbin cerró los ojos perdiendo el conocimiento otra vez.

  

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