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-Maldita perra -lloraba desconsoladamente Himiko en el hombro de su amiga- te odio ¿Cómo pudiste hacerme eso? -la única opción que Mako tenía en esos momentos era dejarse abrazar, cuando entró al salón de clases la había abofeteado-

Llevaban casi una semana de búsqueda sin ningún rastro de nada, cuatro días sin ir a clases, cuatro días sin responder mensajes y luego llega un miércoles con moretones en sus piernas, con un parche en la nariz y la ceja, el corazón de su única amiga se estrujó como nunca, era la primera vez que la veía tan golpeada y presentía que no sería la última.

- ¿Por qué no me contaste? -decía a duras penas mientras restregaba sus ojos por el hombro de la más alta- ¿No confías en mí?

-Si lo hago -la voz calmada de Mako reconfortaba un poco a su amiga, pero claramente no del todo, siempre le contaba de sus andanzas como peleadora e incluso de todo lo que hacía su padre ¿Por qué no le diría esto?- pero puede ser peligroso, yo los vi, pueden venir por mí, hasta Hiro está fuera de esto -limpió cuidadosamente las ultimas lagrimas que salían, no mentiría, tenía miedo, no podía terminar como su madre, pero tampoco podía preocupar a todo el mundo- solo no quiero que te extorsionen para llegar a mi

- ¿Te has vuelto una pandillera? -Himiko dio un pequeño saltó hacia atrás con los ojos muy abiertos, como si la respuesta de la vida eterna estuviera en sus manos- ¿Esos chicos te obligaron?

-Son lo más dulce del planeta -rio por lo bajo separándose por completo- estoy en buenas manos, lo juro

Las amenazas de su padre no la dejaban tranquila, hace dos días cuando volvió a casa con su hermano no dejó de decirle que no buscara a Inuoka o terminaría como ella, aunque sorpresivamente no recibieron algún intento de violencia física, era probable que después de todas las denuncias y llamadas de la policía, y luego de la constancia por desaparición Korai haya quedado con el centro de todo, tendrían unos días "calmados" al menos. Otra vez estaba de brazos cruzados, la policía poco y nada hacía, no le sorprendía, al final todos los tenientes de los cuarteles aledaños estaban comprados, esto solo estaba en sus manos y su grupo tomó la responsabilidad y peligro de la situación.

Como normalmente hacía, volvió a su club con la sanción de no participar en la próxima presentación, era justo, fue a sus clases de muay thai, cada estiramiento, cada patada y cada golpe estaba destinado a su padre, a los hombres que se llevaron a su madre y a cada persona que se metiera con los chicos que la protegían y ayudaban en la misión. Volver a casa ya no era lo mismo, ya no la arroparían ni abrazarían con cariño, ya no esperaba a nadie, la comida no estaba lista y la casa era de color gris, ya nada era igual, era su deber devolver todos esos momentos al frío hogar que muy bien llevó Korai los días que sus hijos menores no llegaban.

- ¿Cómo puede ser que tengan motos? -dijo con impresión al ver a sus amigos fuera de casa, era la primera vez que vía esas maravillosas maquinas... y la de Mikey-

-Tanto dinero y no tienes una -respondió Pah pasándole un casco-

-Podría tener, pero no se andar -agregó Mako con simpleza subiéndose en la parte trasera de la motocicleta de Tora-

- ¿Es una misión? -dijo este mirándola con una sonrisa, la mayor se la devolvió y abrazó con fuerza su cintura-

Ultimate quien más compartía con ella era Kazutora, la verdad competía en atención con Baji, este siempre le decía que fue su idea pasar por ese camino para juntarse con los demás aquella noche, pero estaba claro que el tipo de atención por el que peleaban, por muy dificil de explicar que fuera en ese momento, no era el mismo.

Ese día pasarían por el jardín nacional Shinjuku Gyoen, aunque fuera privado, no podían dejar de lado cada espacio amplio y boscoso, una mujer de cabello negro y ojos marrones de treinta y cinco años podía estar en cualquier parte, viva o muerta, pero la verdad es que la primera opción era la más improbable, Mako tenía muy claro que su madre podía estar muerta ¿Por qué la dejarían con vida? ¿Para qué? Pero necesitaba verla, si estaba muerta necesitaba ver su cuerpo.

PERRITA DE TOMAN [ᵗᵒᵏʸᵒ ʳᵉᵛᵉⁿᵍᵉʳˢ] PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora