PERRITA DE TOMAN [ᵗᵒᵏʸᵒ ʳᵉᵛᵉⁿᵍᵉʳˢ] PAUSADA.

ˣᴵᴵ

Las vacaciones de verano casi llegaban a su fin y como era costumbre para la señora Mitsuya, con pesar dejaba su hogar para trabajar largos turnos en el campo, sembrando o cosechando, era un trabajo sacrificado, pero así también le daba buen dinero para subsistir los meses más fríos sin tener que dejar tanto tiempo a su pequeño hijo mayor cuidando de las bebés. Takashi estaba agobiado, a una edad muy temprana se vio obligado a madurar para criar a sus hermanas, cometió errores y aprendió de estos, pero ya no se sentía presionado, su amiga quien tenía un pasado y presente similar lo ayudaba a cargar con aquella responsabilidad.

Ambos chicos se ayudaban mutuamente para cuidar a los hermanos del otro y así compartir tiempo juntos aparte de tips hogareños, muchas veces se sentaban en el sillón a tomar té y hablar de la vida, tenían entre trece y cuarenta años.

-Mana y Luna están en el quinto sueño -rio Mako mientras se acercaba a Mitsuya quien se encontraba en la mesa del comedor, sumamente concentrado- eso se ve hermoso

- ¿Tú crees? -sin despegar la mirada de su dibujo respondió a su amiga soltando una suave risa- una semana para el cumpleaños de Mikey y aún estoy en los bocetos -siempre era muy sereno, pero en esta ocasión estaba visiblemente frustrado, había tirado muchos papeles y a su alrededor estaba lleno de residuos de goma-

- ¡Vamos! Eres el mejor, hiciste siete uniformes en tres semanas, puedes con esto -lo animó la mayor moviendo un poco los hombros del contrario para que se despejara, le quería quitar un quehacer encargándose de hacer dormir a las niñas, pero al final resultó quedar con mucho más trabajo- no se molestará si demoras un poco -se apoyó en la mesa para observar con total detenimiento la chaqueta que diseñaba Mitsuya, era de estilo americano con colores dorado y negro- debes dejarme modelar uno de tus diseños en el futuro

-Te presentaré a un amigo, él dice lo mismo, se llevarían bien -comentó con simpatía ganándose una sonrisa por parte de su amiga, pero su semblante alegre no duró mucho tiempo- aunque sinceramente no creo que llegue a tal punto

-No digas eso tonto -se quejó por el zape que Mako le dio un poco molesta, odiaba ver que un talentoso chico como Takashi se tirara mala vibra a si mismo- me aseguraré de que lo hagas -dijo cruzándose de brazos, el fuerte sonido del teléfono del menor hizo correr a Hyakuzawa para que no despertara a las niñas- así tenga que robar un banco -terminó de decir con una sonrisa que desapareció al ver quien llamaba a esas horas de la noche- Draken

-Gracias -recibió el teléfono y respondió con normalidad- dime... -su semblante relajado cambió en un segundo, parecía extrañado por algo que Draken le decía- oye cálmate un poco... estoy bien, estoy en casa -movía los ojos en busca de respuesta, esperando que su amigo al otro lado de la línea le diera alguna explicación de lo que le pasaba, Mako se impacientaba "¿Qué pasa?" no paraba de decir casi implorando ¿Sus amigos chocaron? ¿Otra pelea? ¿Hirieron a alguien? - ¿Estas bromeando? ¿Qué dices? -la voz de Mitsuya tembló a tal punto que parecía como si fuera a llorar, se levantó de la silla tomándose el cabello desesperado- está conmigo -una mirada de terror fue la que le dio a su amiga quien tenía lágrimas en los ojos, quería morir ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Mitsuya llora? - Kazutora mató a Shinichiro

- ¿Qué?...

El mundo se le vino abajo, su presión disminuyó en un segundo, el calor subió a sus mejillas y su respiración aumentó, se sentía morir, solo reía pidiendo que todo fuera una broma, pero el llanto de Takashi era de sincera desesperación. Sus manos tomadas en el frio, las tardes frente a la estufa, los días aprendiendo a andar en moto, ya nada importaba, se iría lejos y no lo vería más ¿Matar a alguien? No podía ser cierto ¿Cómo iba a ser capaz de hacer algo así? Necesitaba contexto, no solo la noticia, pero no podía pensar claramente, su cabeza estaba hecha un lío con recuerdos y preocupaciones.