PERRITA DE TOMAN [ᵗᵒᵏʸᵒ ʳᵉᵛᵉⁿᵍᵉʳˢ] PAUSADA.

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Otra mañana sin sus chicos, ya habían pasado dos semanas desde el Bloody Halloween y nada parecía estar bien, todo era gris y sin sentido, diez años sin Kazutora se oían como una tortura y la vida entera sin Baji era aún peor, era irónico que su funeral se realizara el mismo día en que cumplía sus quince años. Se arrepentía por haberlo "cambiado" por los Kawata luego de lo de Shinichiro, se arrepentía de no haber insistido cuando evidentemente algo tenía el joven Keisuke y, sobre todo, se arrepentía de no irse con él, aquel sueño aún daba vueltas en su cabeza.

Aunque tuviera tanto en que pensar, había algo más importante que le carcomía la mente y la había dejado casi dos noches sin pegar un ojo, no le podía estar pasando eso y conocía a la persona indicada para que la acompañara en esa situación.

-Hola -dijo melancólicamente mostrando una sonrisa suave-

- ¿Mako? -Chifuyu al abrir se percató de la apariencia de su amiga, no había pasado mucho tiempo, pero realmente había cambiado- ¿Estas bien? Te ves muy pálida

- ¿Puedo pasar? -repuso aun con una débil sonrisa-

Por el bien de las cosas se encontraba solo, estaba todo desordenado y al igual que ella, Matsuno no se veía para nada presentable, sus ojitos tenían bolsas y su cabello estaba despeinado, "Tu debes estar peor que yo" pensó, pero de nada servía lamentarse, eso no lo traería de vuelta.

-No necesito que me reprendan, solo quiero estar tranquila -se sentó en el sillón soltando un gran suspiro- así que vine contigo -el menor solo estaba de pie frente a ella, no tenía idea de que hacer, nunca la había visto tan mal- el día en que Baji se fue de la pandilla me acosté con Kazutora -no le cabía en la cabeza lo que había dicho, sabia la historia completa de esos tres, pero no se esperaba algo así- tengo cinco días de retraso

- ¿Estas...? -no podía ser cierto, no estaba pasando ¿Como ella, la única chica de Toman, quien demostraba tanta fortaleza, podría estar embarazada a los dieciséis años? -

-Probablemente no -a pesar de aquella revelación su voz se mantenía suave y calmada mientras buscaba algo en su mochila- pero debo comprobarlo -casi sin fuerzas sostenía dos cajitas de color rosa, Chifuyu realmente no sabía cómo reaccionar ¿Cómo le levantaría el animo a una niña con sospechas de embarazo, sin novio y con el "padre" en la cárcel? -

- ¿Tienes miedo?

-Mucho

-Oye -llamó su atención tomando su mano con las cajitas- si algo pasa... nos tienes a nosotros -sus ojos azules chocaban con los verdes de su amiga- no estás sola

Después de chocar frentes en busca de fuerzas, se levantó y caminó al baño, no quería romper el gran nudo en su garganta, no se echaría a morir, debía ser fuerte, si se rompe también rompería a Chifuyu y no era algo que quería, ya habían pasado por mucho. Hizo lo que debía hacer y dejó las pruebas en el mesón envueltos en una servilleta, solo quedaba esperar.

- ¿Él lo sabe? -preguntó rompiendo el silencio, Mako negó- ¿Y... como sabes que estas embarazada?

-Si salen dos líneas es "si" y si es una es "no" -no podía negar sus nervios, desde que salió del baño se había estado rasguñando los brazos- pero han pasado muchas cosas este tiempo, es poco probable, aunque no nos hayamos cuidado -al levantar su cabeza vio a Chifuyu sin parpadear, probablemente este pensando en lo que quiso decir- hormonas -nada, solo ladeaba la cabeza sin entender- ¿Ansiedad? -era biología básica, aunque talvez por ser dos años menor aún no lo sabía- las hormonas se alteran por todo, mala alimentación, nervios, mal sueño ¡Todo! -recibió un "Oh" como respuesta, los nervios le daban ganas de golpearlo-