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No habló, no comió, no fue al funeral, no vio a nadie, no quería existir en un mundo sin su madre, la cual fue encontrada y sacada del agua por su propia hija a casi diez kilómetros de donde fue secuestrada, aparentes signos de tortura y violación fueron encontrados en el cadáver de la joven Hyakuzawa Inuoka que, para horror de todos, habría muerto por un disparo en el cuello ese mismo día en que Hyakuzawa Mako junto a sus amigos, la encontraron.

La única persona que podía estar en contacto con ella era su hermano, tocaba cada tanto la puerta de su habitación, dando señales de vida y esperando señales de vuelta. El pequeño básicamente abandonado, se las arregló para no sucumbir a la depresión, se defendió, alimentó y trasladó sólo, pero no completamente, seis chicos entraban y salían de aquella casa como si fuera propia, se quedaban a dormir e iban a dejar y a buscar a Hiro donde fuera. Todo marchaba relativamente bien, ya se cumplía casi un mes de aquello, pero era casi un mes desde que Mako no salía de su habitación, un par de veces se le escuchó entrar al baño en silencio y salir al patio por las noches, pero de ahí en más, todo era un misterio.


"Dime que estas viva ):"

Un pequeño papel apareció por debajo de su puerta, con cuidado de no desfallecer se aproximó y tocó dos veces, era su señal, dos veces para bien y una para mal.


"Draken trajo cositas para comer y Pah un karaoke"

"Queremos verte"

Miraba como los papelitos se deslizaban por la puerta, pero no le producían nada, por un mes había escuchado los llantos de Hiro siendo callados por sus amigos y tampoco le produjo algo en particular, Himiko también iba casi todos los días a deshacerse llorando frente a la puerta de su mejor amiga esperando una respuesta que jamás llegaría. Casi podía sentir sus ojos color esmeralda volverse de un tono musgo, opaco y desagradable, como ella, el sentimiento de culpa la carcomía, estaba más que segura de que sí no se hubiera metido con esa pandilla todo esto no hubiera pasado. Pero había muchas cosas que aún la ataban a este mundo, la picazón en sus muñecas y el color rojizo de su cuello lo demostraban, no era capaz, aun no podía ser el final.


"Te extraño"

Ahí estaba, ese calor familiar que tanto había esperado, lo que hacía su corazón latir y le devolvía un poco el brillo.

-Vete -habló de manera fría y casi inaudible, por primera vez en un mes-

Tomó los papelitos del suelo y los tiró a la basura. 

-Lo intenté -dijo Kazutora con un tono triste mientras bajaba la escalera-

-No puede estar encerrada toda la vida -alentó Pah-chin a su amigo, estaba más concentrado buscando una canción del agrado de la chica que en todo lo demás-

- ¿Dónde dices que está tu papá? -preguntó Draken a un medio dormido Hiro, quien solo atinó a subir y bajar sus hombros- genial, talvez ni lo sabe y cree que habrá peligro -Mikey solamente escuchaba la conversación mientras tomaba uno de los muchos tés con tapioca que habían comprado para su amiga, no estaba seguro si debía hablar, pero en cierto punto entendía a Mako, su habitación era su burbuja y si salía al mundo real quizá como dejaría salir todos sus sentimientos guardados-

-Depresión -interrumpió la atmosfera Baji dejando una manta sobre los tres pequeños dormidos en la alfombra- eso es lo que tiene -se paró frente a todos y se aseguró de que el pequeño Hiro estuviera totalmente dormido para hablar- antes de que pasara todo esto me dijo que era la culpable, que se había peleado con alguien y no recuerdo más -estaba cansado al igual que todos, le agobiaba no saber el estado de la morena y le estresaba que esta ni siquiera pusiera de su parte por ayudarse a sí misma- chicos es mejor darle su espacio y que viva sus tiempos, aparte -dio una pequeña risita relajándose- es tan terca que ni aunque le hablasen Kazutora, Hiro y su mejor amiga se movería

PERRITA DE TOMAN [ᵗᵒᵏʸᵒ ʳᵉᵛᵉⁿᵍᵉʳˢ] PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora