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- ¿Qué haces aquí? -una voz temblorosa la recibió-

-Por favor dime que no lo apuñalaste -dijo sin más, ni siquiera se atrevía a mirarlo-

-Mako... Por favor -el corazón de ambos se rompía un poco más al escuchar los sollozos del otro-

Se mostraban tan frágiles estando a solas, como si no fueran peleadores innatos, esa confianza no se había ido con los años, pero el dolor de perder a un ser querido era más grande que cualquier cariño existente, por mucho que se amaran, la pelea sacó a la luz muchas facetas ocultas que desconocían de sí mismos y del otro, cosas que no debían ver.

- ¿Por qué? ¿Por qué tenías que hacer esto? -no estaba en un lugar seguro para llorar, pero le era inevitable, toda esa situación la había superado hace tiempo-

-Perdóname por favor, no lo entenderías... era necesario -lágrimas corrían libres por las mejillas que alguna vez fueron acariciadas con cariño- no quiero perderte

- ¡Por tu culpa muerió Baji! -estaba tan alterada que de manera agresiva se levantó de su silla poniendo alerta a los guardias- ¡Por ti se suicidó! -los ojos de ambos chocaban en una guerra visual- ¡¿A caso no podías vivir una vida normal al salir!? ¡¿Por qué tenías que cagarla!?

- ¿Eres tú la que me culpa o tu dolor? -por nada del mundo le quitaba la mirada de esos ojos verdes que aun después de atacarlo, seguían enamorándolo- no debí dejarte ese día sola en tu cuarto, llevarte con el enemigo o siquiera verte

- ¿Qué crees que conseguirás con eso? Con tus palabras no lo vas a revivir

-Puedo explicarte...

-No -respondió tajantemente interrumpiéndolo- ya no puedo con esto, contigo

La última mirada fue despectiva y cruel, sus palabras no tuvieron filtro alguno, soltó toda su frustración y dolor, todo lo que llevaba guardado hace mucho tiempo, más allá de lo de esa tarde en su cuarto, más allá de las tardes que lloraba en el hombro de su difunto amigo, esto iba más allá que algo romántico, aquel chico tocó la fibra más sensible de su ser y la hizo trizas sin piedad. Si tan solo no se hubiera disculpado Mako no hubiera perdido los estribos, probablemente al meditar la situación se arrepentiría y destrozaría todo por tener a Kazutora a su lado de nuevo, pero sus palabras hirieron más allá de lo pensado al menor.

Trató de comprenderla, trató de ponerse en su lugar, pero el hecho de que ni tratara de entenderlo le molestó, lo hizo enojar, pero ese sentimiento no iría a ninguna parte, no la podía juzgar, vio su mundo caer frente a sus ojos y todo apuntaba a él, era más que consciente del daño que causó a todo el mundo y sobre todo a la persona que más quería y esperaba que lo visitara, ahora más que nunca aceptaba que Mako solo era un inalcanzable sueño.

La primera reunión de Toman después de aquella fatídica pelea traía extraños invitados y grandes sorpresas, los miembros de la pandilla se veían bien al igual que los capitanes, como si nada pasara. Lo único que pudo levantarle mínimamente el ánimo fue ver al pequeño Hanagaki con su uniforme oficial, de verdad se lo merecía, pero la presencia de un gran enemigo prendió todas sus alarmas haciendo florecer una sensación de molestia, Hanma se acercaba junto a Mikey y Chifuyu en lo alto del santuario.

- ¿Hanma y Chifuyu? -se preguntó a si mismo Takemichi-

- ¿Qué mierda piensa hacer? -acompañó Mako llegando a su lado-

-Va a ser una reunión bastante agitada -extrañamente Draken observaba la situación junto a los capitanes y subordinados- le pondremos punto final al Bloody Halloween

PERRITA DE TOMAN [ᵗᵒᵏʸᵒ ʳᵉᵛᵉⁿᵍᵉʳˢ] PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora