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- ¡Vamos a enseñarles de que está hecha la Toman!

- ¡Oigan oigan! -Mako llamó la atención de quienes estaban a su alrededor- ¡¿Que esperan malditos flojos?!

Inspirada por el rubio menor solo miró al frente y comenzó a correr en dirección a un grupo de Valhalla que estaba masacrando a los suyos, no debía mirar hacia atrás para saber que era seguida por muchos de los chicos. La energía de Takemichi elevaron la moral de la pandilla entera, hasta Draken que se vio envuelto por los enemigos estaba llegando a su límite, pero no más, solo bastó un leve empujón para que acabara con todos.

Por otra parte, Hyakuzawa se esforzaba en cuerpo y alma para dar su ciento veinte por ciento, de verdad que lo hacía, pero a ratos su mente la abandonaba y divagaba por el espacio, los buscaba de manera inconsciente, aunque no quisiera, aún después de lo que pasó unos días atrás, necesitaba verlos, quería saber si Baji y Hanemiya estaban bien, no había visto al pelinegro desde que comenzó la batalla ¿Dónde estaba? ¿Qué estaba haciendo? ¿Kazutora pelearía con Mikey? Su pecho se oprimía al pensar en eso, ninguno se contendría en pelear con el otro, era peligroso.

Solo un segundo su mente tomó poder de su cuerpo y desvió la mirada al horizonte, buscando, pero ese segundo bastó para que una patada impactara en su diafragma tarándola al piso tosiendo adolorida.

- ¿Estas bien? -quien derribó a su contrincante le extendió la mano para ayudarla a levantarse y esta bruscamente aceptó- deberías concentrarte más

-Lo lamento

No sabía quién era ese chico, pero estaba muy agradecida, se sentía muy fuera de lugar después de ese acto involuntario de desconcentrarse del objetivo principal, algo que nunca haría, le costó seguir el ritmo de la pelea ¿A quién le importa dónde estaban? Había realmente una situación en el sector, no debía volver a desconcentrarse así que nuevamente se unió a los Kawata en la batalla, pero un grito desagarrado llamó la atención de los que estaban cerca de la pila de chatarra.

- ¡Mikey!

Todo el mundo quedó paralizado, la imagen de aquel lejano dos mil tres cobraba vida, los testimonios, los hechos, como le contaron la historia ¿Así había pasado? ¿De esa manera Kazutora había matado a Shinichiro? Un fierro con rastros de sangre y Mikey sin moverse en lo alto de la torre. No podía creerlo, en su interior luchó por pensar en la inocencia de quien pensaba era su primer amor, pero se había equivocado, ahora él había dañado a una de las personas más preciadas en su vida.

Los jóvenes estaban expectantes ante lo que sucedía, los secuaces de Hanma quienes en ese momento acompañaban a Kazutora levantaron a Mikey sin posibilidad de moverse y acto seguido, Hanemiya comenzó a golpearlo en la cabeza.

-Kazutora... -de manera inconsciente dio un paso al frente, dispuesta a correr en ayuda de su amigo- ¡Basta!

-Es su pelea, inútil -Nahoya tomó el brazo de la ojiverde fuertemente evitando que avanzara otra vez- no puedes interferir -se escuchaba molesto, hasta se le podía ver con el ceño un poco fruncido, si, era obvio que Hyakuzawa no estaba realmente en la pelea, pero después de todo, era inevitable-

Quería ir, debía ir, no lo dejaría seguir, aunque eso le reparara su roto corazón, no estaba bien, no podía dejar que hiriera a Mikey, de la misma manera en la que mató a su hermano. Pero no se quedaría así, de repente el bicolor detuvo su actuar y un silencio sepulcral invadió todo el terreno, algo pasaba, nadie movía un musculo, de un momento a otro Mikey volvió a moverse, pero solo para levantar su pierna en una gran pata que arrasó con los chicos de Valhalla impactando de lleno en la cabeza de Kazutora, noqueándolo.

PERRITA DE TOMAN [ᵗᵒᵏʸᵒ ʳᵉᵛᵉⁿᵍᵉʳˢ] PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora