○Capítulo 28○

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Han pasado meses... meses desde la noticia de mi padre, unas palabras muy fáciles de decir pero muy difícil de asimilar: "Su hermano quedó en coma".

Desde aquel día todo cambió, pensé que la familia no podría destruirse más, pero al parecer sí se pudo. Nadie hablaba con nadie, apenas teníamos misiones, incluso Klaus y yo empezábamos a distanciarnos, pero todo fue decisión suya....

"-Klaus... estás muy ausente estos días, te extraño... - dijo la chica con lágrimas.

-Lo siento pequeña... estoy estudiando...- respondió este dejando a la chica sorprendida.

-¿Estudiando? - preguntó confundida.

-Escúchame ___... tienes que asimilarlo... es demasiado probable que Cinco muera... y soy el único que puede invocarlo....

La chica bajó la mirada triste."

Desde aquel momento Klaus solo me hablaba en las comidas y en las cenas. El resto del día se encerraba en su habitación estudiando. La verdad, nunca había visto a Klaus así, se ve que realmente le afectó lo que le pasó a Cinco tanto como a mí.

Terminé de desayunar y miré la puerta de la enfermería recordando cada día que había ido a visitar a Cinco, y sin duda ese no sería la excepción.

"-Hola Cinco... ¿cómo estás hoy? - dijo la chica mirando a su ex mejor amigo acostado en la camilla.

Obviamente no esperaba respuesta por su parte, pero tenía la pequeña esperanza de que él la escuchara y supiera que estaba a su lado."

-Ya puedes pasar ___ - dijo mamá saliendo de la enfermería.

-¿Cómo está hoy? ¿Está mejor? ¿Algún cambio? - pregunté preocupada.

-Está igual que siempre.... lo siento... - dijo saliendo de ahí.

"Hoy se cumplen 3 meses..."

Entré a la enfermería tratando de contener las lágrimas.

-H-hola Cinco... ¿cómo estás hoy...? - dije sentándome en una esquina de la camilla tomando su fría y pálida mano. - Te extraño Cinco... no sabes cuanto... han pasado tres meses desde aquella misión y se me hicieron como años...

No pude evitarlo, lágrimas empezaron a caer por mis mejillas.

-Por favor despierta... te necesito a mi lado, como en los viejos tiempos... sin rencores... solo tú y yo, sentados en la rama de un árbol leyendo tu libro favorito... pero para eso tienes que colaborar... despierta por favor...

Solté su mano y me levanté con lágrimas.

-Cuando lo hagas estaré aquí para ti... y espero que tú también lo estés para mí. Te quiero Cinco - dicho esto salí de la enfermería limpiando mis lágrimas.

-Que lindas y conmovedoras palabras - dijo Diego riendo desde el sofá.

-No deberías escuchar conversación ajenas, maleducado - susurré lo último.

Pero al parecer me escuchó, porque rápidamente se levantó del sofá quedado frente a frente conmigo.

-¿Qué me llamaste? - dijo con rabia en su voz.

Solo bajé la cabeza, sabía que si lo provocaba llegarían todos los demás hermanos y ya no tendría escapatoria.

Sin hacer contacto visual comencé a caminar hacia mi habitación, pero este me agarró del brazo con demasiada fuerza y me giró hacia él.

-Te voy a golpear como nunca - dijo cerrando su mano en forma de puño.

Cerré los ojos con fuerza esperando el golpe, pero no llegó, lo único que sentí fueron unas suaves manos en mi cintura, que me soltaban del agarré de Diego.

Y segundos después...

Sentí mi cuerpo pegado al de alguien más...

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Gracias por leer 💙

Juramentos rotos {Cinco y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora