Juramentos rotos {Cinco y tú}

○Epílogo○

-Oye amor - dijo ella besando mi mejilla.

La miré, se veía tan hermosa como siempre, sus ojos transmitían felicidad, al fin, después de tanto tiempo, ambos podíamos ser felices, sin problemas ni preocupaciones, demostrando que somos el uno para el otro, sin ninguna interrupción.

Me arrepiento cada día de lo estúpido que fui hace años, al dejarla sola y maltratarla de aquella manera.

Cada noche me disculpo, cada noche cuando nos abrazamos para dormir, aunque ya haga calor en la habitación. Abrazarnos se ha vuelto costumbre, una costumbre demasiado bonita. Ella me dice que no me preocupe, que fue hace demasiado tiempo, pero aún así, la culpa me consume.

Miré aquella pulsera en su muñeca, había perdido parte de su color después de tanto tiempo, pero aún así, ella nunca quiso quitársela, y al igual que yo, ambos la llevábamos en la muñeca derecha siempre.

Todos nuestros viajes habían ido de maravilla. Francia, Italia, Alemania, Japón... todos eran lugares espectaculares. Pero sin duda, el que más disfrutó ___ fue Inglaterra. No puedo olvidar su mirada de felicidad al ver a Ryan, fue un momento demasiado bonito que volvería a repetirse demasiadas veces.

Tomé su mano y la acaricié pensando. Sentí como ella me abrazaba de lado mientras yo seguía acariciando su mano.

-¿En qué piensas? - susurró.

-En todo lo que hemos pasado juntos.

-No me digas que aún te sientes culpable por eso - dijo riendo un poco -. Ya te dije que no debes preocuparte por eso, todo está bien ahora.

-Lo sé, ¿y sabes qué pensé?

Ella me miró esperando una respuesta.

-Sin todos aquellos JURAMENTOS ROTOS, nunca pudiera haber descubierto que eres el amor de mi vida. La única persona que necesito a mi lado, la que ilumina mis días oscuros y la única que consigue sacarme una sonrisa cuando siento que no puedo seguir adelante.

Vi como sus mejillas adoptaban un tono rojizo.

Seguido, se levantó rápidamente para después agarrar unas copas y servirlas con un poco de vino.

-¿Brindamos? - dijo ofreciéndome una de las copas con una sonrisa.

Me levanté y me acerqué a ella para agarrar la copa.

Ella alzó un poco la suya.

-¿Por tus JURAMENTOS ROTOS? - dijo sonriendo y alargando su copa hacia mí.

-Por mis JURAMENTOS ROTOS - dije riendo un poco.

Ahora fui yo quien alargó mi copa hasta chocar con la suya, y segundos después, ambos tomamos.

-Te amo - dije pegándola a mí para después darle un suave beso.

-Y yo a ti - susurró esta vez ella entre besos.

Y desde aquí, me di cuenta, que conocerla y darle una oportunidad, era y sería para siempre la mejor decisión que Cinco Hargreeves tomó en su vida.

Porque ella era la única chica que valía la pena, y la única que podría amar por el resto de mi vida.

___ Hargreeves, se había robado mi corazón desde el primer momento hasta el último.

Fin