○Capítulo 30○

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-¡Ya basta, Cinco! - grité riendo acostada en mi cama.

-No - dijo este sentado a mi lado mientras también reía haciéndome cosquillas.

Yo no podía parar de reír, me movía por la cama tratando de separarme de él y poder respirar con tranquilidad, pero él siempre conseguía agarrarme y seguir haciéndome cosquillas.

-Ya por favor.... no puedo respirar - dije sin parar de reír.

Pero por desgracia para mí, traté de moverme hacia la izquierda, sin darme cuenta de que había llegado al final de la cama. Y sin quererlo, agarré a Cinco por la corbata haciendo que ambos cayeramos al suelo riendo.

-Amo cuando papá sale en viajes de negocios - dijo él riendo a mi lado.

-¿Por qué? - pregunté yo con curiosidad.

-Porque cuando se va puedo pasar más tiempo contigo - dijo esta vez mirándome con una sonrisa.

Lo miré también sonriendo y besé su mejilla.

-No me arrepiento de haberte perdonado hace apenas un mes.

-Fue el mejor mes de mi vida - dicho esto, fijó su vista en el techo.

-También el mío - dije mirándolo.

De repente, la puerta de mi habitación se abrió, dejando ver a mamá con una sonrisa en sus labios.

-____ cariño, alguien pregunta por ti. - dijo ella para después volver por donde vino.

-¿Me esperas o vienes? - susurré mirando a Cinco.

-¿No te molesta que vaya? - dijo mirándome a los ojos.

-Claro que no, ya deja de ser tan inseguro, llevas todo el mes así. - me levanté y le ofrecí mi mano para levantarse, y segundos después, él la tomó y se levantó rápidamente.

Ambos salimos de la habitación y caminamos bajando las escaleras hacia la entrada de la academia.

-¡RYAN! - dije corriendo hacia la persona que estaba esperando en la entrada.

Cuando llegué, lo abracé con fuerza demasiado feliz, pero al parecer, él no me abrazaba con el mismo entusiasmo.

-¿Estás bien? - me separé pata mirarlo.

-___... tengo algo que decirte... - dijo bajando la mirada hasta quedar mirando el suelo.

-Dime - respondí notando que algo no iba bien - ¿q-quieres pasar...?

Me separé dejando un espacio para que él entrase a la casa, sin embargo, no se movió.

-Te lo diré rápido, no tengo mucho tiempo - fruncí el ceño confundida, aquellas palabras sonaban raro.

Miré hacia atrás y vi que Cinco ya no estaba ahí, tal vez decidió dejarnos un tiempo a solas al ver tanta tensión en el ambiente.

-Me voy - dijo Ryan rápidamente.

-Oh sí, está bien que te tomes unas vacaciones - respondí con una sonrisa.

Pero su mirada solo mostraba tristeza, por lo que pude notar que estaba equivocada.

-No ____... me mudaré... a Inglaterra... - dijo con la mirada fija en el suelo.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, pero rápidamente las limpié y lo miré a los ojos.

-E-entiendo.... - dije mirándolo.

Pero él no se movió, su mirada seguía fija en el suelo, como si hubiera algo interesante ahí.

-Oye - tomé su barbilla y levanté su cabeza haciendo que su mirada se encontrase con la mía. - No estés así, te irá muy bien en Inglaterra. Harás nuevos amigos.... y tendrás una vida muy bonita...

Esas últimas palabras me dolieron demasiado, pero disimulé.

-No quiero separarme de ti.... - dijo con lágrimas en sus ojos.

Rápidamente lo abracé y él me devolvió el abrazo llorando.

-Seguiremos siendo amigos Ryan, amigos a distancia, no dejaremos de hablar.

Él se separó y me miró.

-Gracias ___... gracias por darme la oportunidad de ser tu amigo....

-Gracias a ti por salvarme aquel día.... si no lo hubieras hecho hubiera muerto y nunca hubiera conocido a una persona tan maravillosa como tú.

Él sonrió con lágrimas y luego volvió a hablar.

-Te quiero mucho... pero ya tengo que irme.

Ahí no pude evitarlo, y una lágrima cayó por mi mejilla.

-Te quiero.... buen viaje

Lo abracé por última vez y vi como él se alejaba. Sería la última vez que lo vería en persona, y pensar eso me dolía. Él era como un hermano mayor para mí, siempre protegiéndome y cuidándome.

Finalmente, vi como desaparecía al cruzar la calle. Limpié las lágrimas de mis ojos y volteé para entrar en la academia.

-¿Estás bien? - dijo Cinco con una taza de café en su mano.

Yo asentí cabizbaja y él me miró.

-No lo estás - dejó su taza en la mesita, se acercó a mí y me abrazó fuerte.

Lloré en su hombro por mucho tiempo, mientras él solo acariciaba mi pelo y trataba de consolarme.

-Todo estará bien ___...

Pero eso no servía de consuelo, no cuando acababa de despedirme de una persona demasiado importante para mí...

Juramentos rotos {Cinco y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora