XXVII

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Era San Valentín, no tenía ganas de salir pero ya se había comprometido a ir con Niki. Además de que debía presentarse en el show a causa de su mejor amigo. Al principio no estaba seguro de lo que estaba haciendo pero supo que había tomado una buena desición cuando llegaron allí.

—¡Hyung! ¡Hyung! — Niki señalo emocionado uno de los tantos puestos que había.— ¡Mira venden bungeobbang!

Sonrió cuando el menor tomó su mano y lo arrastró hacia uno de los puestos. Compró uno para cada uno y siguieron recorriendo.

Todo estaba hermoso, estaban usando el patio de la escuela y los alumnos de tercer año habían colocado varios puestos con diferentes cosas como comida, juegos, presentaciones etc.

Fueron a parar a un juego dónde había que tirar unas botellas que estaban paradas y a cambio de eso podías elegir un peluche.

—Hyung, ganaré uno para ti.— Presumió Niki.

Le entregó el dinero al chico que estaba allí y este le dio cinco pelotitas. Para su sorpresa Niki había logrado tirar todas en el primer intento.

Asi que ahora se encontraba caminando con un peluche de un perro un poco más grande que él. Estaba feliz, la estaba pasando bien con su amigo. Agradecía haber accedido a venir.

Sunoo tenía en su mano el peluche y unas orejitas de gatito cuando a lo lejos divisó a Sunghoon y Jake.

Negó con la cabeza, hoy no pensaría en eso. Hoy disfrutaría el día.

Fueron a casi todos los puestos y cuando se dieron cuenta ya era algo tarde. El sol se estaba escondiendo y unas luces hermosas comenzaron a iluninar el camino.

Jake y Sunghoon luego de pasarse todo el día de juego en juego pararon en un puesto de comida para comprar un snack.

Sunghoon se encontraba mirando un punto fijo masticando con enojo su comida.

—¿Siempre fueron muy unidos? —Murmuró fastidiado el azabache.

El australiano volteó en la dirección que estaba viendo el chico a su lado encontrandose a Niki colocandole unas orejitas de gato a Sunoo. Estaba muy cerca y ambos se veían cómodos con la situación.

Sonrió viendo los celos evidentes de su amigo.

—Si.— Quiso agregar más leña al fuego.— Niki siempre esta pegado a Sunoo desde que se conocieron. Son como uña y mugre.

—Como sea.— Trató de sonar indiferente.— Vamos, el show está por comenzar.

Cerrarían el día con un show dado por los alumnos, cuando llegaron al escenario tomaron asiento en la fila del medio. Ya había comenzado, se encontraba un grupo de chicas bailando Signal de Twice.

El show estaba siendo entretenido y se alegrará que todo estuviera saliendo bien. Lo cierto es que como se había tomado un dia de sus responsabilidades como presidente no pudo evitar preocuparse durante el día por como saldrían las cosas. Se permitió por fin relajarse, ya estaba por finalizar el festival y todo estaba yendo de maravilla.

—El siguiente alumno es Kim Sunoo de segundo año. Por favor den un aplauso.

La gente empezó a aplaudir emocionada y en el escenario apareció el chico que últimamente le venía causando problemas. Su corazón dió un vuelco, seguía teniendo las orejitas de gato dandole un aspecto tierno. Las luces del escenario lo iluminaban solamente a él haciendolo brillar, parecía un ángel.

—Buenas noches, mi nombre es Kim Sunoo.— Saludó tímidamente.— Espero que les guste mi presentación.

Estaba nervioso, podía notarlo por el como jugaba con sus dedos. Era una costumbre del menor, solía hacerlo siempre que algo lo inquietaba o si sentía nervios por algo.

Otro cliché más [Sunsun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora