XXXI

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Sunghoon como era costumbre había invitado a su casa a Sunoo a pasar la tarde. No estaban hablando mucho entre ellos ya que ambos estaban ocupados estudiando para la escuela pero lo importante era que estaban juntos.

—¿Deberíamos tomar un descanso?—sugirió el menor después de una larga sesión de estudio.

—En un rato.—murmuró el contrario hojeando unos papeles.

—Debes descansar.—dijo tomando las hojas y dejándolas a un lado. Sunghoon quiso protestar pero Sunoo volvió a hablar.—Hyung está bien si paras un rato, cuando vuelvas todo va a seguir igual y podrás continuar.

El mayor pareció pensarlo, a veces se sobre esforzaba mucho sin darse cuenta. Era demasiado exigente consigo mismo y eso a veces le pasaba factura. Le alegraba tener ahora a alguien a su lado que le recuerde que descansar de vez en cuando estaba bien.

—Tienes razón,—suspiró.—ven aquí.

Hizo un espacio para que Sunoo se sentara en el hueco entre sus piernas. El menor se acercó tímidamente y se sentó, sintiendo las piernas de Sunghoon rodearlo y sus brazos envolverlo como un koala. El azabache apoyó su cabeza en el hombro de Sunoo apreciando el perfume sabor a vainilla de este y su respiración tranquila.

—Hyung, falta poco para que termines la escuela. Que quieres hacer después de eso?—preguntó el menor curioso mientras jugaba con los dedos de Sunghoon.

—Lo estuve pensando estos días. Siempre estudie para entrar a una buena universidad, no quería entrar solo por ser bueno patinando. Además del patinaje no se si hay algo más que me guste.

Sunghoon tenía muchas dudas sobre su futuro. No sabía si el patinaje era a lo que se quería dedicar por el resto de su vida, también estaba la posibilidad de elegir una carrera entre las muchas que había. No estaba seguro que le depararía su futuro luego de terminar la escuela.

—Ya encontrarás algo que te guste,—dijo suavemente.—puedes tomarte tu tiempo.

—Gracias Sunny.

—¿Sunny? —repitió entre carcajadas.—¿Qué es ese apodo?

—Es parecido a tu nombre, Sunny es una forma de decir sol en inglés. Tú me recuerdas a un sol porque siempre me haces sentir cálido e iluminas todo a tu alrededor.

Sunoo sintió ganas de llorar ante las hermosas palabras dichas por el azabache. Sunghoon siempre lo hacía sentir especial, como si mereciera todo el amor que el le entregaba.

Así que así se siente que alguien te quiera

La presencia del contrario siempre lo hacía sentir nervioso pero al mismo tiempo lo calmaba. Sunghoon revolucionaba su interior con tan solo una caricia o unas palabras, lo traía loco.

La respiración cálida que sentía en su cuello no lo ayudaba a concentrarse. Quería hablar pero las palabras de enredaban en su mente haciéndolo sentir frustrado.

—Te pusiste tímido.—señaló divertido.—Eres muy lindo.

El mayor procedió a repartir besos en la mejilla de Sunoo. Este solo se dejaba hacer disfrutando del contacto de los labios del mayor contra su piel.

—Basta hyung.—dijo entre risas tratando de zafarse pero Sunghoon solo afianzó el agarre de sus piernas.—Me haces cosquillas.

La puerta se abrió dejando pasar a la mamá de Sunghoon.

—¿Chicos pueden..?—paró su oración sorprendida antes la posición en la que se encontraban.

—Lo lamento mucho señora Park.—dijo avergonzado Sunoo tratando de zafarse del agarre del mayor por segunda vez pero este no parecía querer dejarlo ir.

—No te vayas estoy cómodo.—murmuró como un niño pequeño.

La mujer trató de ignorar la situación y continuar hablando.

—Sunoo, ¿quieres quedarte a dormir? Ya es algo tarde para que vuelvas solo.

Miró el reloj que marcaba las 11:30 pm, no se había dado cuenta que se había hecho tan tarde.

—Si no es molestia estaría bien señora Park.—dijo educadamente.

—Está bien, yo debo irme porque me surgió algo en el trabajo. Les dejé la cena lista abajo, cuando quieran coman.— cerró la puerta despidiéndose.— Ah y por cierto se ven lindos juntos.— agregó antes de cerrarla por completo.

Sunoo se sonrojo escondiéndose en los brazos de Sunghoon. Este solo se rio ante la acción del contrario.

—Mi mamá sabe sobre nosotros no tienes que avergonzarte.

—¿Le dijiste?

—Claro que sí, fue la primera en saberlo.

El menor se preguntó que le había dicho específicamente puesto que aún no eran nada. Sunoo no quería tocar ese tema porque tenía miedo de que el mayor no quiera nada con él.

Quizás se arrepintió y por eso no quiere que seamos novios. O no me quiere lo suficiente como para comprometerse, quizás no le gusto tanto y me correspondió solo para no rechazarme.

—Vamos a comer.—sugirió el azabache levantándose.

Sunoo se sintió decepcionado por la separación pero aun así se levantó para que ambos se dirigieran a la cocina.

Bajaron y pusieron la mesa rápidamente para después sentarse tranquilos en la cocina. Mientras comían charlaban de temas triviales. La comida pasó entre risas y sonrojos, ambos se sentía felices de tenerse el uno al otro y de poder estar juntos.

Cuando Sunoo soltó el primer bostezo Sunghoon supo que ya era la hora de dormir. Dejó los platos sucios en la bacha y guio al menor hacia arriba.

—Vamos a dormir, aquí tienes ropa para cambiarte y puedes pasar al baño para asearte.

Tomó la ropa nervioso por tener que compartir la cama con Sunghoon jugando con su celular. Se cepillo los dientes con un estuche que tenía en caso de emergencias en su mochila y se cambió su ropa dejándola doblada.

Cuando salió del baño Sunghoon ya estaba con un pijama de seda y metido en la cama.

Tímidamente se metió en la cama, lo único que los iluminaba era el velador en la mesa de luz. Al verlo Sunghoon dejó su celular a un lado y se acomodó observando al menor.

—Espero que no te moleste dormir juntos, la sala de huéspedes está con llave y mi mamá sabe donde esta.

—Está bien hyung, no me importa.—mintió.

Se acomodó dándole la espalda tratando de mantener el mayor espacio posible entre ellos. Se estremeció cuando sintió unas manos rodear su cintura y como los las piernas de Sunghoon envolvían su cuerpo tratando de buscar más contacto.

Se sintió extrañamente cómodo durmiendo con Sunghoon pegado a su cuerpo que después de unos diez minutos sus ojos ya estaban cerrándose.

—Sunoo.

—¿Qué pasa?—murmuró adormilado.

—Descubrí algo que me gusta más que  patinar.

—¿Qué es Hoonie?—preguntó aún con los ojos cerrados.

—Tú.

Estaba cansado pero sonrió dormido cuando lo último en sentir fue al azabache dejando un suave beso en su mejilla.

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Aparezco de vuelta, mañana rindo mi último final y estoy super nerviosa :((

Por suerte después de eso ya voy a estar libre pero tengo miedo porque es complicado recen por mi

Espero como siempre que les haya gustado sientense libres de comentar lo que quieran amo leer sus comentarios 🥺 gracias por siempre apoyar la historia ❣️

Otro cliché más [Sunsun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora