Otro cliché más [Sunsun]

VII

A la salida del colegio, Sunghoon lo estaba esperando para irse juntos a su casa. Esperando que nadie los viese (no quería más rumores) tomaron rumbo hacia la casa del azabache.

Durante el camino se dedicaron a hablar e incluso bromearon sintiéndose a gusto con la compañía del otro. Sunoo contó la vez que fue con sus amigos al cine y los echaron por hacer mucho ruido. Ese día sintió mucha vergüenza pues no era la clase de personas que le gustaba llamar la atención.

—¡Fue culpa de Niki! Ese niño es todo un caso. Nos hacía reír, no fue mi culpa que la soda saliera por mi nariz.—se excusó entre risas el de ojos felinos.

Sunghoon soltó una carcajada imaginándose la situación. El grupo de amigos de Sunoo era bastante peculiar pero eso no le molestaba. Generalmente no le gustaba la gente demasiado ruidosa ni el escandalo. Había descubierto que estando en confianza el menor solía ser bastante alegre y expresivo, contrario a lo que solía suceder, eso no le molestaba. Incluso en el fondo llegaba a gustarle.

Seguían su camino en silencio. Se habían quedado sin tema de conversación pero eso no era un problema, pues ya habían hablado bastante.

—Llegamos a mi casa.

Estaban frente a una casa diez veces más grande que la de Sunoo.

De repente se sintió nervioso, estaba por entrar a la casa de su crush para estar a solas con él.

Solo no digas o hagas algo raro

Entraron sacándose los zapatos y colocándolos a un costado.

—¡Mamá ya llegué!—gritó para que su madre que estaba en algún lugar de la casa lo escuché.

De la cocina apareció una mujer de unos 50 años con un delantal, un bowl y cuchara en mano batiendo una mezcla color café. Tenía un aspecto amable y elegante, tal como lo hacia el chico a su lado. Estaba sorprendido, era hermosa y tenía aspecto joven. Parecía de esos personajes ricos de los dramas.

Así que viene de familia

—Oh ya llegaste Hoonie, no sabía que venías acompañado. ¿Es tu amigo?—preguntó curiosa.

¿Hoonie? ¡Qué apodo lindo!

Sunoo se paró derecho y realizó una reverencia de 90 grados.

—Mucho gusto, señora Park. Soy Kim Sunoo compañero del colegio de Sunghoon. Gusto en conocerla.

A su lado Sunghoon rio pareciéndole cómica la formalidad, por otro lado, su madre pareció encantada con el menor.

—¡Pero que amigo tan guapo tienes Hoonie! Llegaron justo a tiempo estaba por hacer un brownie. Siéntete como en casa Sunoo.—parecía extrañamente emocionada.—Mi hijo no suele traer amigos a casa, solo conozco a Jay.

—Mamá.—la regaño Sunghoon sintiéndose expuesto.

—Lo siento, siéntense que en un rato les preparo la merienda.

—Está bien mamá, vamos a estudiar a mi habitación.

Tomó de la muñeca a Sunoo guiándolo rápidamente para por las escaleras.  Entraron a su cuarto que por suerte estaba limpió y se sentaron en el piso junto a la mesita que estaba al costado de la cama.

—Lo siento, a veces puede ser muy intensa.—se disculpó.

—No hay problema, yo siento que tu mamá es linda.

Lo observó por unos momentos y apartó su mirada.

—¿Deberíamos empezar? Escuché que eres bastante malo en matemáticas.—dijo juguetonamente.

—Hoy me saqué un 3.—hizo un puchero.—El profesor me regaño y dijo que debería prestar atención. No es mi culpa que ese señor no se sepa explicar.

El de pelo azabache no pudo evitar sonreír pareciéndole tierno como su compañero se quejaba.

Estudiaron durante una hora hasta que decidieron tomarse un descanso para comer algo. Para sorpresa de ambos, iba aprendiendo sin muchos problemas.

—Espérame aquí, ya vengo con la comida.

Sunoo aprovechó para estirarse en su lugar y observar mejor la habitación. No tenía tantas cosas dándole un aspecto limpio, poseía un mueble que debía tener ropa, unos estantes, la mesita donde estudiaban, su cama y en frente de esta, una tele con consola.

Observó mejor los estantes que tenían en él distintas medallas y premios tanto de patinaje artístico como escolares. Sunghoon era genial, no solo era bueno en la escuela sino que lo era también en la pista de hielo.

Me gustaría verlo patinar alguna vez

La puerta abriéndose interrumpió sus pensamientos. Rio al verlo concentrado con una bandeja en sus manos tratando de no derramar el líquido de las tazas. Corrió a ayudarlo para acomodar las cosas en la mesita.

—Te traje té en vez de café, espero que no te moleste. No pareces de las personas que consumen cafeína.

—Está bien, prefiero el té.

Agradeció y llevó el líquido a su boca. Envolviendo sus manos en la taza buscando más calor. La verdad es que era una persona bastante friolenta y últimamente las temperaturas andaban bajas o él iba demasiado desabrigado.

De repente Sunghoon se paró y pareció buscar algo en su closet. Sacó un hoodie gris y se lo extendió.

—Eres demasiado fácil de leer, si tienes frío tendrías que habérmelo dicho.—lo regaño.

Agradecido lo aceptó y se lo puso, como era más bajo le quedaba algo grande.

—Muchas gracias, hyung.

Apartó su vista hacia otro lado sintiendo sus mejillas arder. Algo tan mínimo como que su crush le preste ropa hacia latir su corazón con fuerza. Para él no debía significar nada pero para Sunoo lo era todo.

No te ilusiones, es solo un hoodie

—Cuando terminemos te lo devuelvo.

—Quédatelo, te queda mejor que a mi. Mañana me lo puedes devolver.—le resto importancia.

Tarde, ya me imaginé una vida con él.

Aclaró su garganta incómodo tratando de ocultar su nerviosismo.

Si actúas normal quizás no logre escuchar como tu corazón late como loco.

—¿Seguimos estudiando? No me quedó claro lo de la célula eucariota.

—Sunoo, estamos estudiando matemáticas.