Silenciosa Promersa (club anti-libertinos)

capitulo 10

Adrian corrió detrás del lacayo que reconoció como Timothy sintiendo el corazón acelerado y la angustia llenando sus pensamientos al saber que la casa familiar estaba invadida por malhechores creando los peores escenarios posibles. Sabía de la tragedia sucedida en la casa Grasmont y eso lo hizo darse cuenta que su estatus los volvía un blanco y debían ser precavidos.

–Ay hombres cuidando todas las salidas escuchamos los ruidos en la biblioteca– explicó Timothy al llegar a la biblioteca donde un enclenque muchacho sostenía una escope con manos temblorosas esperaba que esa no fuera la definición de hombre custodiando porque el muchacho apenas se podía mantener derecho.

–¿Y si no son malhechores? Escuché que el espíritu del antiguo Conde ronda por esta casa– respondió el muchacho ganándose una reprimenda por parte de Timothy quien no dudo en relevarlo de su puesto.

–¡Salga con la manos en alto no tienen escapatoria malhechores!– grito esperando una reacción pero el silencio absoluto lo hizo dudar por un segundo de la existencia de dichos maleantes.

–Le digo que no hay nadie, no se escuchan más ruidos, debe ser obra de un ser del más allá– volvió a insistir el muchacho tragando saliva con pesadez.

Un golpe seco dentro de la biblioteca fue la pronto respuesta a la afirmación tan descabellada, no había duda que alguien estaba metido ahí dentro.

–Despierta a los demás hombres– ordenó al muchacho que parecía a punto de desmayarse del susto.

–Entraré– resolvió Timothy mostrando valentía y entereza.

Cuando Timothy abrió la puerta espero cualquier cosa incluso hubiera creído la teoría de los fantasmas antes de lo que tenia frente suyo. Adrian era una persona paciente, pasiva, le gustaba tomar las cosas como venían y tratar de buscar una explicación lógica. Pero aquello no tenía ni patas ni cola, Brandon Cleark estaba tendido culo arriba en el suelo de la biblioteca y por su posición podia deducir que acaba de caer del divan. Todo el afán inicial por saber que había un intruso en su casa fue sustituido por la curiosidad se descubrir las intenciones del magnífico Conde de Burford para presentarse en tal estado a la casa de su padre. También estaba la pregunta de cómo había entrado sin ser visto, su padre tenía que reforzar la seguridad si hasta un hombre borracho podía meterse en su casa.

–Yo puedo encargarme– le aseguró a Timothy que aún sostenía la escopeta en posición de ataque –Es mi amigo Lord Burford.

Cuando estuvieron a solas intentó hacer que el Conde volviera en sí pero balbuceos que no comprendía salían de su boca y en todos ellos mencionaba a su querida hermana. El no era tonto para no saber que ese par se traía algo desde antes que Burford se marchara de Inglaterra, pero nunca quiso entrometerse en las decisiones de Monett para no apresurar algo de lo que despues podía arrepentirse. Ella era una mujer adulta y sabía podía recurrir a él si necesitaba ayuda, Burford siempre le pareció un hombre bueno aunque conocía todos los apuros financieros en los que su familia lo tenía metido. Era de las pocas personas que conocía el verdadero motivo de su partida, el duque estaba cerca de ir a la cárcel de deudores y el señor Philip Pears se habia encargado de la deuda a cambio solo le pidio a Brandon que le pagará con una sociedad comercial.

–Si quieres que te lleve a tu casa deja de balbucear sobre mi hermana– lo amenazó sabiendo que sus palabras caían en saco roto.

–¿Ya va regresaarsh? Dijo que iría a buscarte para casarnossh de una vez.

Si las palabras del ebrio Conde eran ciertas tendría una charla con Monett finalmente sobre el asunto en el que había evitado entrometerse. No quería que el escándalo manchara a su hermana de manera innecesaria y ya bastante había dañado su reputación siguiendo ese tipo de jugarretas que al final seguían sin resolverse. No quería forzar las cosas pero ya estaban en un punto donde no se podía sostener por mucho más tiempo o se alejaba por completo o pedía su mano de una vez.