Capítulo 19

371 106 3
                                    

Después de dos semana en la que despertaba esporadicamente y luego se desvanecía logró recuperar completamente la conciencia solo dos días atrás. Pudó levantarse para asearse con ayuda de tres doncellas y al menos acomodarse en una posicion mas o menos comoda para tomar las comidas. Según el doctor la herida no había sido muy profunda y al no haber más complicaciones seguramnete no habia dañado ningun organo importante, pero el arma debió haber estado en terrible estado causando las fiebres e infección que estaban aún intentando batallar.

Seguían sin tener una respuesta para el repentino ataque y aunque los agentes de Bow Street prometieron seguir indagando no habían ni avances ni ninguna pista del malhechor. Su hermano había intentando hablar con sus conocidos y hacer su propia investigación pero la suerte no estaba de su lado y parecía que nadie había visto nada.

Ella realmente quería pretender que eso no había sucedido y poner sus esfuerzos en recuperarse y salir de esa cama que ya comenzaba a sentirse como una prisión. En dos días agradecía la compañía de sus seres queridos pero no había más que hacer que permanecer acostada pues cualquier movimiento brusco suponía un dolor terrible y podría abrir la herida que el doctor revisaba a diario. Lo único que resentia y aún no se explicaba era la ausencia de Elizabeth. Georgiana y Alessia la excusaban con las mentiras mas extravagentes pero no había recibido ni una misiva de su parte y dudaba que ser atacada por uno de los gansos de su jardín le impidiera escribir.

–Milady, le traigo el desayuno y una misiva que le ha llegado muy temprano– dijo su doncella entrando a la habitación con una bandeja con comida y los remedios que el doctor había mandado, haciendo que su ánimo mejorará con la idea de recibir noticias de Elizabeth.

La ayudó a incorporarse con algo de dificultad y le acercó la mesita que su hermano le había adaptado para tomar sus comidas de manera más cómoda. Al estar en cama todo el día su apetito realmente había disminuido bastante. Se limitaba a comer fruta y como mucho una tostada y un poco de leche para el desayuno.

Miro el sobre sin remitente y al instante toda la emoción fue reemplazada por un mal presentimiento. Sin pensarlo mucho y presa de la curiosidad abrió el sobre con las manos temblorosas y comenzó a leer la pulcra caligrafía.

Lady Monett,

Creo que es justo que usted esté al tanto de esto debido que estamos hablando del futuro de Lord Burfor y toda la familia Cleark. La corona exige el matrimonio de mi familia con par del reino o debemos marcharnos de Inglaterra en meno de diez días. Usted pensara que eso no le concierne pero a Lord Burford si. Verá esa fábrica es lo único que separa a su prometido y Lord Saint-Albans de la cárcel de deudores. Si usted ama a Lord Burford lo dejará libre para cumplir con su deber

Le deseo una pronta recuperación y que encuentre en alguien más el amor nuevamente.

–JP

Dejo la carta a un lado estupefacta. No pudo contener las lágrimas y aunque el dolor abismal comenzaba a quemar a su costado por los sollozos no pudo contenerse. Si lo que decía la carta era cierto no podía permitir que Brandon arruinara su futuro y el de su familia por ella. No podía hacerle eso a él, ni a Elizabeth. Ahora comprendía porque su amiga no había querido verla en todos esos días. Estaba molesta con ella y no podía culparla por eso. Brandon estaba cambiando el bienestar de toda su familia por ella y eso no podía permitirlo.

Sabía que Brandon regresaría de su casa en cualquier momento y entraría a su habitación con una ramo de flores como lo haría hecho los últimos dos días. No sabía como enfrentarlo sobre el tema pero si aquello era cierto tenía que dejarlo libre. Pensó en miles de maneras de arreglar la situación y llegó a la conclusión que la única forma era terminar con el compromiso ella misma; devolverle el anillo que ya había mandado a arreglar a su tamaño y esperar que algún día él comprendiera sus acciones y logrará perdonarle aunque solo fue para tener paz en su corazón.

Silenciosa Promersa (club anti-libertinos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora