capitulo 11

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Monett despertó esa mañana con el mismo sabor amargo de boca que la salida a Vauxhall Garden le había provocado. La forma en que la señorita Johana la observaba con aires de suficiencia mientras Brandon la acompañaba a dar un paseo por los jardines era el principal motivo pero si a eso le agregaba que en el resto de la noche solo se acercó cuando ya estaban por retirarse, limitando la interacción a casi nada, terminaba con viejos fantasmas rondandole la cabeza y dudando si había tomado la decisión correcta al aceptar las atenciones de Burford nuevamente en su vida.

Quiza no merecía la pena desgastarse con ese tipo de pensamientos...

Se concentró en el libro que tenía entre sus manos, El Jorobado de Nortre-Dame, dejando salir un breve suspiro al recordar a su abuela a quien no visitaba desde que se presentó en sociedad. Cuando su hermano aún asistía a Oxford solían visitar a la mujer que tanto adoraba durante los veranos o cuando regresaba a casa para las vacaciones de invierno, pero ahora tan ocupado en sus diligencias y ella al estar en el mercado matrimonial se debía conformar con cartas que se mandaban constantemente y la esperanza que aceptara mudarse con ellos. Su abuela podía ser una mujer testaruda y apegada a su casa o más bien al recuerdo de su abuelo.
Comprendía que al ser su abuela materna le resultara extraño estar bajo el cuidado de su padre y no con sus hijos de sangre. Pero bien sabía ella que vivía sola en su pintoresca casita en París y que sus tíos maternos no la visitaban con tanta regularidad. Además ellos eran sus nietos y ella lo más cercano a una madre que nunca tendrían.

–¿Ha dicho algo la abuela sobre mudarse?– le preguntó a su hermano interrumpiendo la concentración que demostrada por su ceño fruncido.

A Adrian no le molestaba que lo visitará sin previo aviso o que se colará en su despacho cuando el leía la correspondencia o hacia números. La idea era hacerse mutua compañía sin interrumpir al otro y lo conseguian de manera bastante aceptable. Esa era su extraña forma de darse cariño y aunque poco ortodoxa funcionaba para ambos.

–Estamos esperando su respuesta para comenzar a agilizar su mudanza de manera definitiva, no puede estar sola en París cuando los holgazanes de sus hijos no se preocupan por hacerle compañía.

Ella sabía que Adrian le guardaba poco o nulo afecto a su familia materna, nunca comprendió los motivos que llevaban a su hermano a tener opiniones tan firmes sobre su tía Meredith y su tío Didier, con quienes ella jamás había cruzado palabra. Para ella su familia eran únicamente su padre, hermano y abuela, con el resto no había intercambiado sino saludos distantes y momentos incómodos, esto incluido los parientes de su padre.

–Bien– respondió continuando con la lectura, para dejar a su hermano seguir con sus deberes tranquilo.

Se acomodó en el sofá dejando sus pies colgar de uno de los posabrazos y así se mantuvo hasta que entre letras y pensamientos que intentaba sacar de su cabeza fue cerrando los ojos lentamente, hasta quedar profundamente dormida.

Brandon quería hacerle una visita matutina a Monett, quizá pasear por Hyde park o ir a picadelly, para asegurarse que todo seguía igual, pero para su desgracia debía acudir nuevamente a la fábrica donde los obreros seguían protestando por sus derechos, siendo ese el segundo día de atraso comenzando a preocuparle. Habían llamado la atención de otros empresarios y Lores de la cámara alta, esto lo sabía por su padre quien lo había citado algo preocupado por el asunto.

Cuando al fin pudo librarse del abotellamiento que la multitud estaba provocando, se dirigió a la casa de Monett con la esperanza de verla aunque fuera solo un momento, pues debía reunirse con el señor Pears, Blake y los abogados antes que todo se saliera de las manos. Temia que la noticia hubiera llegado a Lord Bristol y que este cambiará de opinión sobre el matrimonio, más después de confesarle el estado precario de las arcas familiares y lo mucho que dependía de que ese proyecto saliera a flote. Para su suerte ella estaba en casa de Adrian, como le indico el mayordomo de la casa familiar de los Harvey, evitando una conversación con el Conde Bristol.

Silenciosa Promersa (club anti-libertinos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora