Epilogo

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3 meses después.

El día veraniego estaba soleado como habían esperado. Después de meses en cama se sentía como nueva y todo gracias a tantas buenas cosas sucediendo en su vida y los cuidados de las personas . Su abuela se había mudado permanentemente con su padre y podía disfrutar de su compañía y cariño que tanta falta le hacía. La fábrica de Brandon y los Pears estaba marchando de maravilla y todo el asunto de las protestas había quedado atrás. Ella por su parte se había involucrado como voluntaria para enseñar a los niños hijos de los obreros a leer y escribir. Esa era de sus actividades predilectas cuando estaba en Londres. Ella y un grupo de damas se habían unido y esperaba que en poco tiempo pudieran al menos mejorar las condiciones del orfanato local y seguir trabajando en temas de educación.

Elizabeth le había contado lo acontecido y sus razones para alejarse y ella solo habia podido agradecerle por su sacrificio. Tomar la decisión de casarse con el señor Pears había sido algo muy personal y no quería que nadie tomara parte o intentará disuadirla de hacer lo contrario, por esa razón se habia alejado de todos.

Tener a Brandon como prometido le parecio un sueño. El caballero no hacía sino mimarla y consentirla en lo posible. Nunca llegaba a visitarla sin llevarle una chuchería o flores. Cenaba con su familia gran parte de las noches, y su abuela lo adoraba. Ese día todo ese amor y entrega sería sellado delante del Vicario. 

La casa de campo de su padre se había adornado con sus mejores galas para el banquete y baile en honor a su boda. Su padre se había esmerado en ayudarle en lo posible, pero habían sido ella, su abuela y el club quienes habían hecho los preparativos de la boda.

Tres cabezas se asomaron por la puerta dispuesta a sacarla de la cama para comenzar a atabiarse con su vestido de novia.

–¡Es hora de salir de la cama!– vocifero Alessia abriendo las cortinas. Lo cierto esque ella llevaba despierta desde el amanecer ansiosa por los eventos de ese día.

–Antes me gustaría conversar a solas un momento, me imagino que tu abuela habrá hablado sobre el tema, pero hoy es tu noche de bodas y quiero que sepas lo que sucede entre dos esposos– dijo Elizabeth incomoda, ella era la única casada del club y por lo tanto la única con experiencia en esos temas.

Las cuatro la vieron esperando que comenzará a dar su explicación y ella un poco más nerviosa por la expectación suspiró y cuadro los hombros.

–Esta es una conversación que debemos tener a solas, el día de sus bodas podremos hablar con ustedes– respondió la rubia mirando a los dos más jóvenes.

–Yo quiero escuchar que tiene que decir Lady escándalo sobre el matrimonio – respondió con sorna Alessia, aquello ya estaba en el pasado por lo que a Elizabeth no le afectaban aquel apodo de mal gusto que se había esparcido entre la alta sociedad.

–Alessia es de muy mal gusto poner sobre nombre tan crueles y ofensivos– la reprendió Elizabeth.

–Además si alguien hubiera seguido nuestro pacto esto no hubiera sucedido– le recordó haciendo honor al documento que aún conservaban con sus firmas estampadas.

Parecía que había pasado una eternidad desde que redactaron sus reglas sobre libertinos. Las cosas habían cambiado mucho desde el inicio de temporada. 

–Hasta donde yo sé el Señor Blake no era un libertino– se excusó la italiana.

–Mejor salgamos un momento para que puedan conversar a gusto– intervino Giana, llevandose a la castaña con ella y prometiendo que no la dejaría escuchar tras la puerta.

–La noche bodas pasan cosas entre los esposos que pueden parecer extrañas al incio pero es una experiencia... única

–¿Como los besos?– preguntó al ver que su amiga y futura cuñada se ponía incomoda. Si bien ella era una dama pura, alguna idea tenía de lo que pasaba en el lecho marital su abuela se había encargado de hablar con ella el día anterior pero la charla había sido muy vaga para su opinión. Sabía que debían quitarse la ropa completamente pero después de esa parte sus abuela se había quedado sin más que decir.

Silenciosa Promersa (club anti-libertinos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora