Todos gritan a mi alrededor, pero hace tiempo que ya no los escucho. Solo puedo pensar en que no puedo morir ahora. Suplico por mi vida, aferrándome a mis pensamientos, como si estos fueran la propia vida que estoy perdiendo en este momento. El avión está descontrolado, no creo que la tripulación pueda hacer algo por salvarnos, aunque no estoy segura de qué es lo que ha pasado. Aunque estos segundos se hacen infinitos, en realidad, la caída no dura mucho, pero yo no veo nada. Sigo hecha un ovillo, asustada.
No sé que pasa con mi familia, pero ahora mismo solo existo yo, no puedo preocuparme de los demás cuando mi vida está pendiendo de un hilo. Hasta que por fin pasa lo inevitable. Han sido los segundos más angustiosos de mi vida. Voy a estallar. Pero lo que estalla es el avión al estrellarse contra el suelo. Una gran llamarada de fuego lo envuelve todo acompañado de un sonido estruendoso, que se me quedará grabado para siempre en la memoria. Mis últimos momentos de vida.
Chillo. Chillo junto a todos los pasajeros del avión que se calcinan junto a mí. El fuego me consume antes de que pueda volver a respirar por una última vez. La vida se me escapa, sale de mi cuerpo a través de mis dedos en forma de unos hilillos azules. No. Espera. Levanto la cabeza para mirar a mi alrededor, así es como descubre que solo quedan las cenizas de lo que hace unos segundos había sido un gran avión.
Jadeo asustada, sin saber qué ha ocurrido. Las preguntas se agolpan en mi mente, amontonándose entre ellas. No logro entenderlas. ¿Por qué no he muerto? ¿Cuánto tiempo llevo aquí?
Me doy cuenta de que el fuego aún no ha logrado extinguirse, pero ahora solo quedan los rastros de su paso. Un desolador paisaje. Antes de poder asimilarlo, a mi lado, descubro los restos de lo que hace unos segundos era mi padre, y mi hermana. Y más allá, mi madre. Gimo. Un nudo del tamaño de un puño aparece en mi garganta rasgándome por completo, me quiebra por dentro.
—Papá... —digo sollozando.
Estoy intacta, no puede ser. No puede ser. Tendría que estar muerta. Como mi padre, como mi hermana, como mi madre. Han muerto. No puedo creérmelo.
—Papá... —repito.
Pero nadie contesta. Ya están todos muy lejos de mí.
—¡Papá! —chillo con un fuerte sollozo.
Me sorbo la nariz al tiempo que observo mis piernas. Entonces observo que mi asiento está intacto, como si nada hubiera sucedido. Desabrocho el cinturón con cuidado para levantarme. Aún se escucha el crepitar de las llamas a lo lejos, pero en realidad están cerca, muy cerca. Pero para mí es como si estuvieran en otra galaxia. El olor a quemado lo envuelve todo, es un olor asqueroso. No puedo estar viva. Debe de ser un sueño. No hay otra explicación. Me pellizco el brazo hasta que me hago daño, entonces soy consciente de que no es un sueño.
Sigo llorando con fuerza mientras me agacho delante del cuerpo calcinado de mi padre, abrazado a lo que queda de mi hermana, intentando protegerla inútilmente. Han muerto, todos. Me llevo las manos a la cabeza y chillo, pero por mucho que grite no soy capaz de escucharme. No lo entiendo. Paseo por los restos del avión tapándome la nariz y la boca con mi mano ennegrecida, para no inhalar ni el humo ni el olor putrefacto de la muerte. Busco a algún otro superviviente en medio de esta tragedia. No tengo éxito y me derrumbo de nuevo. Oigo las sirenas que quiebran el silencio de este sepulcro donde se encuentran los cuerpos inertes de demasiada gente. Ese sonido consigue hacerme despertar, así que instintivamente me escondo, no sé porqué razón. Pero tengo miedo. Me oculto entre los despojos del avión.
De pronto oigo un chisteo a mi espalda. Me han descubierto. Siento la sangre rehuir de mi rostro, abro mucho los ojos y giro la cabeza lentamente. Me pongo aún más pálida cuando veo a un soldado con una metralleta entre sus manos. Me indica que me acerque a él. Tengo mucho miedo.
![](https://img.wattpad.com/cover/301153711-288-k639185.jpg)
ESTÁS LEYENDO
INTO THE ABYSS
Ciencia Ficción«El mundo está cambiando. Y solo yo puedo arreglarlo. Tengo una difícil misión a mi espalda. Y no solo yo, mis compañeros también. Será difícil, pero hemos de conseguirlo. No podemos permitir que suceda lo que está a punto de pasar. El mundo está ca...