TW: G0R3, cannibal!deku
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todos creen que el pecoso es un chico muy tranquilo, tiene buenas notas y participa en todas las clases, ayuda a las personas e intenta sacar una sonrisa a las personas a su alrededor.
todos creen que es una persona perfecta, y aparte es realmente lindo.
hasta que eijiro encuentra huesos humanos por todo su departamento, intenta correr pero el peliverde ya se encuentra en la puerta con un cuchillo en mano.
grita y llora, rogando para que lo salven.
izuku sabe que todas las personas se lo quieren “comer”, sexualmente hablando, pero el chico se adelanta.
le gusta quitar primero las uñas, dejarlas en una cajita y después ver las manos sangrientas de su cena.
observa los lindos ojos rojos de kirishima que lo miran con miedo, con una cuchara, comienza a hacer un movimiento de palanca hasta dejar el hueco del orbe, mete sus bonitos ojos a un recipiente con un líquido que hace que se conserven.
a este punto, kirishima ya no tiene las fuerzas para seguir peleando por su vida.
siente una mordida en su mejilla y escucha que su piel comienza a rasgarse con los colmillos de izuku, escucha como el peliverde se pelea con su carne para poder tragarsela.
“sabes muy bien, kirishima-kun” dice izuku, quitándose un pedazo de carne de sus dientes.
el pelirrojo siente una nueva mordida pero ahora en su hombro, no siente la piel desprenderse pero si escucha como el chico succiona su sangre.
“kacchan sabía aún mejor”
recordó la voz triste de midoriya decirle que el rubio estaba desaparecido y que no sabían nada de su paradero.
quería llorar pero no podía.
llegó un punto en donde perdió la consciencia y ya no la pudo recuperar, izuku empezó a separar las extremidades del tronco y comenzó a cortar las partes con más carne.
los ojos verdosos observaron que los músculos de eijiro seguían moviéndose, la memoria muscular era algo que siempre le agradaba antes de cenar, porque sabía que estaba fresco.
al día siguiente saludó a la vecina, guantes cubrían sus manos que llevaban su mochila y una bolsa grande de color negro.
“¿ya te vas a la escuela, izuku-kun?”
asintió, la señora se despidió de él para entrar en su departamento, dejando que su pequeño gato color blanco entrara primero.
bajó las escaleras, colocó su mochila en su espalda y comenzó a caminar por un pequeño parque que siempre estaba solo ya que ahí tiraban la basura y olía realmente mal.
se acercó a uno de los basureros, tiró la bolsa negra y se quitó los guantes, los hizo bolita y de igual forma los tiró.
el camino a la escuela se hizo eterno pero llegó puntual como todos los días, sentía las miradas en él y su cuerpo, un chico de cabellos blancos se acercó a él y lo acorraló.
“¿estás libre hoy?” preguntó touya, un chico de quinto semestre, hermano de su mejor amigo.
nuevamente, asintió, sonriéndole al tipo de ojos azules.
“estaré en mi departamento touya”
el chico le robó un beso, rápidamente el peliverde mordió su labio, sacándole un gemido de dolor y placer al mayor.
saboreó la exquisita sangre en su boca y siguió besándolo para saber si sería una buena cena.
“¿llevo algo? ¿comida? ¿condones?”
izuku sonrió y negó, en su boca aún seguía ese sabor a metal y pasó su lengua por sus labios.
“lo que quieras”
“bien, te veo después”
izuku midoriya sonrió, se despidió del mayor y se imaginó las mil maneras de preparar su cena.
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Viva Cristo rey
