¿cuándo fue la primera vez que vió lágrimas caer por las mejillas de las personas?
¿fue cuándo hizo llorar a uno de sus compañeros del kinder al hacerle la broma acerca de robarles su quirk? ¿o cuándo hizo llorar a su madre por las buenas calificaciones en sus parciales?
no lo recordaba, y para ser sinceros, no le interesaba.
las personas le sugerían que fuera empático y que se pusiera en los zapatos de los demás, pero, ¿cómo podía hacerlo si las personas tampoco sabían por qué estaban llorando o no sabían porque estaban así?
era realmente tonto ser empático porque sabía que nadie lo sería con él, muchas veces lo llamaron villano por el tipo de quirk que tenía, ¿por qué debía sentirse así por personas que lo trataban peor?
los ojos azules observaron como de unos bonitos orbes verdes bajaban con rapidez pequeñas gotas saladas que a las mariposa les agradaban.
se supone que estaría entrenando con su grupo pero vió a algunos alumnos de la clase a cerca del gimnasio, la chica de ácido saltaba mientras el tipo pelirrojo la abrazaba, se asomó un poco más y pudo ver la razón por la cual izuku midoriya ahora estaba llorando.
el idiota de las explosiones sostenía una carta, el tipo que parecía tonto estaba completamente rojo y de un momento a otro, katsuki bakugo estaba abrazando al extra.
frunció el ceño, ¿el otro rubio se le había declarado al tipo sin control de sus emociones?
“¡monoma!”
se giró para ver a vlad king quien estaba de brazos cruzados, sonrió y acomodó un poco su traje de héroe.
“¿puedo ir al baño?”
su profesor asintió y él hizo una reverencia en modo de agradecimiento.
pasó por un lado de los idiotas de la clase a, observó a la amiga castaña de izuku, la miró algunos momentos y siguió caminando hasta el baño.
al entrar, observó al pecoso que se encontraba hecho bolita a un lado del bote de la basura.
“la basura orgánica debe de ir en otro lugar”
recordó el puñetazo de kendo al gritarle que fuera empático, ¿cómo se suponía que debía reaccionar?
suspiró, se lavó sus manos y por el espejo observó al chico limpiarse sus lágrimas.
“midoriya, ¿cómo es ser una persona empática?”
“mhm...”
el peliverde siguió limpiando sus lágrimas y se levantó del suelo, sacudió el polvo que se había quedado en su uniforme deportivo y tomó un poco de papel para limpiar su nariz.
“supongo que es intentar ayudar a alguien, por más pequeño que sea, siento que es mejor que no hacer nada y quedarte parado...”
rodó los ojos, ¿por qué debía tener las sobras?
se giró, se recargó en el lavabo y lo miró, izuku también lo miró.
“¿tengo los ojos muy rojos?”
“ahora eres completamente un conejo”
el chico rió, se acercó a un lado de él y se lavó su cara con el agua fría.
“¿por qué lloras? o sea, es normal en ti, ¿pero ahora cuál es la razón?”
midoriya lo miró, después pasó un papel mojado por debajo de sus ojos y bajó su mirada.
“¿has estado enamorado de alguien que sabes que nunca te corresponderá...? ¿por más que lo intentes...?”
“nah, nunca”
izuku sonrió, siguió limpiando su cara hinchada y suspiró.
“pues esa es la razón”
el rubio comenzó a reírse, izuku lo miró y después siguió limpiándose el rastro de sus lágrimas.
“déjame ver si entendí: tú, un chico que le gusta romperse cualquier parte del cuerpo, ¿llorando por sentimientos estúpidos que probablemente desaparecerán en cinco meses?”
midoriya asintió, el ojiazul pudo ver como los ojos del chico comenzaban a llenarse de lágrimas otra vez.
desearía que kendo lo golpeara en la nuca por no ser empático.
“escúchame midoriya, los sentimientos son un asco, sé que duele, pero debes levantarte y seguir, demostrarle que su estúpido rechazo no te afectó en nada, sal de este asqueroso baño y muestrale lo que se perdió”
el ojiverde lo miró, rió y secó sus lágrimas con la manga de su sudadera.
“para ti es fácil decirlo, nunca has estado enamorado de alguien por diez años”
“¡¿diez años?! ¡¿eres un pingüino o algo así?!”
el chico rió, se sentó en el lavabo y el rubio se volvió a recargar en el mismo lugar que hace unos minutos.
“¿y se lo dijiste?”
el pecoso asintió, miró sus manos y comenzó a jugar con ellas.
“se lo dije la semana pasada, no me rechazó, pero sabía que lo haría de alguna u otra forma...”
el rubio asintió, miró a izuku y este también lo miró.
“¿no me odias, monoma-kun?”
rió, negó y bajó su mirada al suelo.
“debo admitir que a veces no te soporto, pero no te odio”
el peliverde sonrió, limpio sus mejillas y un suspiro salió de sus labios.
“pero no me agrada ver llorar a las personas por cosas muy estúpidas... no lograrán nada haciéndolo... sí, te rechazaron, ¿y? no es el fin del mundo, hay más personas en el mundo”
“pero sientes que esa persona es tu mundo...”
volvió a rodar sus ojos, miró a izuku con una sonrisa burlona y se acercó a él, colocó sus manos a los costados del cuerpo del chico y se acercó a su rostro.
“entonces quemalo, corta sus árboles, déjalo sin vida, así ya no lo querrás más... haz ese estúpido mundo un asqueroso lugar en el que no te den ganas de vivir”
las mejillas pecosas ahora tenían un sonrojo que jamás había visto, era como ver los mismo colores en el cielo que raramente suelen aparecer cuando amanece.
era lindo.
se alejó, estiró sus brazos y de nuevo lo miró.
“hay muchos mundos que conquistar, izuku midoriya, sólo debes encontrar el indicado”
salió del baño, dejando al chico pensando, sonrió y acomodó un poco sus cabellos de oro.
¿ahora podría considerarse un empático? ¿o seguía igual?
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recuerdo de mi primer monodeku
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