capitulo 11 como desearía ser normal...(suspiro)

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Ariel me llevó al cine por que había aprobado un examen súper complicado, Dalia aún estaba un poco resentida por qué Ariel ARRUINÓ la fiesta; Llegamos al cine, estuvimos haciendo fila casi media hora, y después de ver Madagascar 3 , reírnos, y tirarnos pochoclos salimos a tomar un helado; es casi como una tradición, aunque ahora no lo hacemos mucho, nos trae malos recuerdos.

Nos dirigimos a casa, escuchábamos música y fuimos cantando WANNABE- de las spice girls, por alguna razón Ariel se sabía esa canción de memoria. A una cuadra de casa, vimos las sirenas de una camioneta de la policía. Apagamos la música y fuimos a casa asustados, cuando estábamos en la vereda de nuestra vecina Violeta, vimos que se llevaban a mis padres en camillas, quise correr pero me paralicé al ver que cerraron unas bolsas de consorcio tal vez, que los envolvía, mi hermano me abrazó muy fuerte y me dijo que todo iba a estar bien, que me quede con Violeta;

Ella me dejó pasar a su casa y me dio un té, mi hermano salió a ver qué había pasado, no puedo quitarme esa imagen de la cabeza, a pesar de los años que pasan, nunca vi algo peor que a mis padres muertos. Cuando Ariel volvió por mí, entró sin siquiera tocar la puerta, y llorando me dijo que asesinaron a mis padres, unos ladrones, que apresaron en el momento.

Se arrodilló y puso sus manos en su cara, me acerqué a él y le besé la frente, pero no duró mucho la calma, corrí hacia la camioneta donde estaban esos malnacidos, y ví que uno de ellos sonreía, y cuando finalmente levantó la cabeza era...

HÉCTOR.

La ira me invadió, abrí la puerta del patrullero y comencé a golpearlo, un policía, o mi hermano, no sé quién era, me sacó de la camioneta y lo último que hice fue patear su inmunda cara, quería borrar esa sonrisa que dominaba su boca. Cuando volví a ser yo, me tranquilicé, lo último que vi fue su cara de confusión, a pesar de los rascuñones en la cara y el cuello, el labio roto y la ropa desgarrada, además mi patada le partió la ceja, mi hermano me dijo que parecía poseída.

Finalmente se fueron y como yo aún era menor, en un juzgado de menores me hicieron elegir entre :

*Un orfanato

* Padres adoptivos

*mi hermano

Obviamente elegí a mi hermano, pero Dalia no. Ella no apareció sino dos meses después del incidente. Vendimos la casa y nos fuimos más cerca del centro de la cuidad, conseguimos una casa muy bonita, aunque la primer semana dormimos juntos, le tenía miedo a la noche, después, Esteban se hizo mi novio, y estuvimos juntos incluso después de terminar la escuela. Mi hermano me ayudó a sacar adelante mi idea de hacer repostería... A mamá le encantaba cocinar cosas dulces, es lo único que me queda de ella.

Ariel es muy apegado a mí, ya que Dalia se independizó, somos lo único que tenemos ;Ariel siempre dice que me parezco a mi mamá. Y con Augusto llega otra historia...

Mi hermana me llamó, necesitaba que fuera a buscarla, pero lo único que me dijo fue...

-necesito que me ayudes- lloraba y se escuchó a un hombre golpearla, ella gritaba, sabía dónde encontrarla, conduje el auto de mi hermano hasta esa casa, a pesar de que habían pasado dos años se veía igual. Escuché a alguien gritar, cuando entré en la casa mi hermana estaba en el suelo llorando y un tipo con una vara la golpeaba, con toda la ira invadiendo mi cuerpo salté sobre él y calló de cabeza contra la pared, mi hermana gateó hasta donde llegué a agarrarla y juntas entramos al auto; empecé a conducir por donde vine, y el desquiciado se tiró sobre el auto, lo sacudí zigzagueando en la calle, mi hermana lloraba pero no hacía nada,

-agárrate fuerteeeeeee-

FRENÉ el auto

El impacto lo llevó de golpe hacia un camión, abollando la parte trasera, retrocedí el auto, di la vuelta y nos fuimos a mi casa. Al llegar a casa, s tomó un baño y la dejé dormir en un sillón, Ariel llego y borró su sonrisa al verla en casa

-¿qué haces aca?-

-Veo que no te cae bien mi visita, mejor me voy Elisa-

-NO, ESPERÁ... PRIMERO DECIME PORQUE ESE IMBÉCIL TE GOLPEABA-

Ariel abrió los ojos como un búho.

-Estoy embarazada-

Agachó la mirada y entrelazó sus dedos.

-no sé de quién es-

Bastó con una mirada, Ariel se fue a la cocina, y empezó a cocinar, la dejé para llevarle un vaso de agua, no paraba de llorar.

Pasé por atrás de él y lo abracé por la espalda.

-no te enojes... al fin y al cabo es nuestra hermana-

Suspiró.

-la quiero igual que a vos, pero no es lo mismo, ella solo está con nosotros cuando nos necesita...-

-unos días-

Lo apreté bien fuerte, hasta que él se puso colorado, dejó de respirar; y empezamos a reír. Desde el sillón nos miraba Dalia y sonreía. Tomé el vaso con agua y puse la mesa. Al finalizar la cena me senté con ella en el sillón nuevamente y empezamos a hablar.

-bueno, no importa quién sea el padre... vamos a buscar la forma de salir adelante si? -

Asintió con la cabeza. Volvió a mirar sus dedos entrelazados...

-yo se que hacer...- acercó su cabeza a mi y me dijo una sola palabra al oído...

¿¿¿¡QUÉ?!!!!!!

dolorosa tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora