dolorosa tentación

capítulo 27... GABRIEL!

¡ SU BODA! 

Lloré mares, lloré por él. Caí en una depresión, algo que jamás había sentido. Mi corazón se hacía mas pequeño con cada lágrima. Quería entender porque... 

Fue la noche mas larga de mi vida. Recordándolo, todo el tiempo, imaginando como se siente con ella. Llorando en silencio. Como de costumbre, me levanté, me bañé, cambié, prepare mi bolso para ir a trabajar. Ariel me miraba con los ojos fijos, quería que le preguntara; NO, no lo voy a hacer. Desayunamos viendo Peppa Pig, llevé a Augusto al jardín y me fui al trabajo. Ese día no estuve en el mostrador vendiendo, ni cerca de donde podría verlo si llegaba. Me puse a cocinar con mis compañeros escuchando música. Mis manos temblaban, quería llorar; Al llegar el medio dia caminé sin ganas a mi pequeña oficina. Abrí la puerta, y ahí estaba... una carta de mi hermano y un número telefónico.

Llamé, el timbre sonó dos veces y un hombre respondió al teléfono.

-¿Hola?-

-Hola, disculpe, usted conoce a Ariel Amaro?-

-Si, es mi amigo, me dijo que hoy usted llamaría.-

-Ah... Soy Elisa, su hermana.-

-¿Elisa?-

-¿Lo conozco?-

-eh mm... No, pero Ariel estaba convencido de yo querría conocerla.-

-¿ah?-

-jajaja disculpe, soy Gabriel, entreno con su hermano los domingos...-

-aaah...¿mi hermano entrena?-

-Si... es muy bueno boxeando-

-aaah... Y ¿hace cuanto tiempo boxea?-

-Comenzó a venir hace siete años, si no me equivoco-

Oh dios... ¿como no me di cuenta de que mi hermano salía a boxear?¿como lo ocultó tanto tiempo?

-Me dijo que le diga... Usted tiene preguntas... yo respuestas.-

Me quedé pensando unos momentos, no puedo hablar con este hombre si no lo conozco.

-Eh mm Se que no es algo que yo pueda decirle a usted como si la conociera, pero Ariel es mi mejor amigo, y él mas que nadie sabe que no soy malo en ningún sentido, mucho menos con una chica... créame.-

-Me gustaría hablar con usted, pero mi hermano se fue, y como tendré que irme caminando hasta mi casa, hablaremos otro día.-

-emmm... si usted gusta puedo dejarla de paso, vivo a dos calles de su casa, o acompañarla caminando, no es bueno que una chica este en la calle sola por la noche...-

-Es muy considerado de su parte, gracias.-

-Paso por usted, dígame a que hora por favor.-

-A las seis, y por favor...-

-seré puntual... sé que no le gusta esperar... hasta las seis-

-hasta las seis-

*cortó.

Sabe que no me gusta la impuntualidad, y vive cerca, ¿que tan poco conozco a mi hermano?. El día pasó rápido, mucho mas que los fines de semana. Estaba en la cocina, rayando chocolate para poner sobre una torta, vi las hora, cinco con cuarenta y cinco minutos. Empecé a imaginar como sería Gabriel, con esa voz tan varonil, y me imagino unos grandes músculos. Algo alocado, sucio, con esos jeans gastados y...

 ¡AUCH!

Veo mis manos, dejé de rayar el chocolate, antes de que caiga la gota de agua, me rayé dos dedos. Me empecé a asustar. Dejé todo, miré el reloj, otra vez. Seis menos cinco minutos. Una de mis chicas  entró super colorada, con una sonrisa de tonta en la cara.