capitulo 24 IRRACIONAL ¿yo?

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-un brazo...

No lo pensé dos veces, comencé a patear y golpear a todos lados, sin ver, no podía escuchar a nadie, ni pensar.

Hasta que se escuchó un golpe seco en el suelo. Salí de la cama en el sentido contrario, escuchaba la tos de esa persona, y llanto; Me acerqué a la persona, AY DIOS!

-ARIEL...- grité.

Le sangraba el labio y se agarraba las costillas, lloraba. Me temblaba las manos, estaba asustada, me arrodillé, tomé su cabeza y lo coloqué en mis rodillas. No dudé un minuto en llamar a la ambulancia.

Me costaba explicarle al médico que yo lo había golpeado de tal modo que le rompí una costilla, y le saqué un diente, sin contar el hombro dislocado por la caída. Pero estaba bien, finalmente dejaron de hacerle estudios, y pude entrar al cuarto a verlo; Había aprovechado el tiempo en el que lo revisaban para llevar a Augusto al jardín, pasé por un par de cafés y un lemonpie de mi pastelería. Entré a su cuarto en el hospital, sonreía a pesar de todo.

-Al menos sé que sabes defenderte-

-no seas tonto-

Me senté en su cama y le dí de comer en la boca.

-¿Venicio llamó?

-NO-

Abrí mi bolso y saqué mi teléfono. 7 llamadas perdidas; presioné el botón LLAMAR.

-Hola amor...-

-no me digas amor-

-perdón-

-Elisa no seas cruel- murmuraba Ariel.

-Tenemos que hablar, ¿Estás bien?-

-No, estamos con Ariel en el hospital.-

-¿Estás bien? ¿Te pasó algo? ¿y Augusto? ¿Qué paso?- su tono de voz aumentó.

-Estamos bien, solo golpeé un poco a Ariel "tú amigo"- dije resaltando la palabra, automáticamente Ariel hizo un gesto de dolor cerrando los ojos, y en el teléfono escuchaba a Venicio ahogarse con su café de todas las mañanas.

-"Señor...tome...agua..."- se escuchaba a su asistente al teléfono.

-¿Creían que olvidé todo?...-

-No...amor... yo...-

-Por favor dejá de ahogarte- Estaba irritante.

-Ésta noche me gustaría que vinieras a casa a cenar, tenemos muuuuuuchas cosas de que hablar.-

- S...si-

-si amor-

CLIP

Corté el teléfono. Estás siendo muy irracional. Esa fue la gota que rebasó el vaso, "YO? irracional"

-¿Cómo?-

Mi cara cambió completamente, asustando a mi hermano, sabe que no me enojo, pero si lo hago él sufre las consecuencias.

-her... herm...manita... no...no m... me mi...mires a...asi-


-VOS ELEGISTE UN TIPO PARA MI, Y NO ME DIJISTE, ME HICISTE BUSCAR ESA ESTÚ*IDA PALABRA QUE NO SE QUE SIGNIFICA, DESAPARECES Y VOLVES A DORMIR CON MIGO COMO SI NADA, ME TUVISTE PREOCUPADA TODO ESTE TIEMPO, Y EL OTRO IMB*CIL DUERME CON SU MEJOR AMIGA POR QUE LE METIERON LOS CUERNOS, HACE UNAS SEMANAS SECUESTRARON A AUGUSTO, VOLVIÓ A APARECER EL IDI*TA QUE CONOCÍ HACE AÑOS ¿QUÉ MIE*DA TE PARECE RACIONAL DE TODO ESO?-

A medida que hablaba aumentaba el volumen de voz, y la máquina que medía los pulsos de Ariel se aceleraba. Al fin me quité todo ese nudo que me ahogaba, inhalé todo el aire que pude y suspiré;

-¿Mejor?-

-Perdón, pero me sacas de quicio...-

-Si, perdón; Admítelo, necesitabas descargar todo eso- decía haciendo gestos con la mano como los que yo hago. Me acerqué y me senté a su lado.

-Ahora que me doy cuenta desapareciste solo unas horas, ni siquiera un día completo.-

-Cuando volvamos a casa, te explico-

-Bueno... a ver ¿Cuando te dejarán irte?- dije colocando una de mis manos en su costilla rota.

-Voy a buscar al médico, ahora que me doy cuenta, ¿No es raro que nadie viniese a silenciar mis gritos?-

-No lo se...-

Salí y casi me dio un infarto con la escena que estaba presenciando, caminaba por el pasillo, lentamente, con miedo de chocarlos, volví la mirada al cuarto de donde salí. Ariel sonriendo con los brazos cruzados.

-¿Qué pasó aca? ¿Qué... qué...?-

-No iba a permitir que estas personas escuchen todo lo que tenías que decir...-

Dios, tengo ganas de vomitar, me siento mal.

-NO... que vuelvan a su estado normal... por f...-

Sentí un cálido aliento en mi nuca, Dios, no pensé un minuto y me arrodillé a llorar en el suelo;

-¿Qué... p... por que?- sollozaba.

Sentí unos fuertes brazos acariciarme y estrecharme, no era Ariel, conozco ese perfume

-¿Pa...Pa... PAPÁ?



dolorosa tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora