capitulo 21 si sigues...

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un sonido que me enterneció, mi bebé despertó haciendo que mi corazón se acelere.

-mami?-

-hola... Venicio podes salir con Augusto un momento?-

-emm... si-

-gracias... Doctor, decía?-

Ambos vimos a mi chico saliendo con Augusto en brazos con los mismos ojos asustados del sueño.

-bien señorita, usted fue atacada... no recuerda como?-

Pensé para mi ¿me creerá si le digo que fue un sueño?; y comencé a hacerme preguntas ¿como pudo volverse realidad? ¿que clase de sueño tuve? ¿fue en verdad un sueño?

-lo siento... no lo recuerdo, ¿usted sabe que me atacó? -

-un perro tal vez... tiene una mordida mediana en el hombre izquierdo y tres marcas de 2 cm de profundas que abarca toda su espalda en diagonal-

No se porque pensé en Ariel.

-No había otra persona además de ellos dos?- dije señalando a la ventana a mis amores.

-si, un joven de cabellos castaños la trajo, lloraba, se fue momentos antes de que usted despertara-

-gracias-

-si no necesita nada mas yo...-

-si, puede irse gracias-

-hasta luego-


ARIEL... donde estará? ¿Porqué se fue?Venicio miraba por la ventana, levanté la mano y le señale que entrara. Pasó, mirando al suelo, con las manos entrelazadas.

-¿Qué pasó con Ariel? -

Cambió su postura y se acercó, se sentó en la cama y me dijo

-se fue de viaje... no me dijo a donde -

-enserio?... mis cosas?-

-si...-

corrió hasta un ropero de dos puertas y sacó mi bolso, el que uso siempre.

-Me quiero sentar...-

-si corazón...-

puso tres almohadones detrás de mi. abrí el bolso y busqué mi teléfono, al fondo de todo como siempre. Lo saqué y busqué a mi hermano... ni un mensaje, ni una llamada, nada. Lo llamé, no responde, comencé a preocuparme, nunca deja que mis llamadas vallan al buzón. le dejé mensajes, nunca contestó uno, llegó el típico almuerzo de hospital... POLLO HERVIDO SIN SABOR... que asco!!

Creo que mi cara de asco no le gustó a la enfermera, miró mi expediente y me dijo:

- vos podes comer lo que quieras-

-emm... bueno, gracias-

Mire con carita de lástima y gimoteaba como perrito, mientras él cruzado de brazos sonreía con una sonrisa que derretiría un iceberg.

- ¿qué?- me dice divertido

-tengo hambre...-

-coma pollo-

mi boca se abrió como si él hubiera dicho una grosería.

-Listo... comeré pollo pero te conviene que a futuro no me pidas ni medio favor...espera, y Augusto? -

-duerme en el sillón... tranquila-

-podes salir?... voy a pedir que me traigan un pollo-

Lanzó una carcajada contagiosa, tiene una risa rara, y para nada tímida.

-acércate...-

-¿qué me vas a hacer?- dijo cubriendo su pecho escultural con su saco azul que hacía resaltar, una vista digna de cualquier paraíso. Me pasé la lengua por el labio superior.

-solo acércate...-

Sonrió, oh dios, esa sonrisa podría hacer milagros. Se sentó en la cama y no pensé en mi dolor, quería besarle, lo necesitaba, probarlo era un regalo. Me senté de golpe, era obvio, no se lo esperaba, instintivamente me atrapó y fundí nuestros labios en un beso profundo, llenándolo de todos mis deseos, demostrándole mi amor. Sentía que el mundo era mejor con solo ver esos hermosos ojos en combinación con esa sonrisa despampanante. Besarle era tocar el cielo, y me gustaba pensar que le hacía sentir lo mismo, pero como competir con las super modelos con las que él trabaja, " no pienses en ellas, es TUYO, bah! nuestro, ellas que se chupen el dedo" mi mente siempre de mi lado.

Finalmente separé nuestros labios, sonriendole, y él con una sonrisa aún mas grande.

-si muero ahora... moriría feliz-

Oh dios, mis ojos se llenaron de lágrimas, lo abracé y quise hacer el momento gracioso...

-¿ahora vas a comprarme comida?-

-Tal vez con otro beso puedas convencerme, pero no prom...-

Como si fuera problema besarle, ésta vez no solo lo besé, me abalancé sobre él. Sentía su risa entre nuestras bocas, quería que dejara de reír, pasé mis dedos por su pelo, y tomando un mechón entre mis dedos tiré su cabeza hacia atrás, se acabó la risa, ni un sonido, ni una imagen para ver, solo nosotros.

Se alejaba, pero no quería dejarlo.

-Basta E... Elisa... No...-

-shh- Me separé de él y puse un dedo sobre sus labios, cuando intenté besarlo respondió agitado

-si sigues...




dolorosa tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora