CAPÍTULO 16

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Mi alarma sonó y en cuanto la escuché, me levanté de la cama y fui directo al baño.
La había adelantado cuarenta minutos, ¡cuarenta! Y todo se debía porque en el día de ayer escuché por pura casualidad...lo juro, a Noah diciendo exactamente la hora en que se levantaba todos los días.

Me sorprendí al saber lo temprano que se despertaba, pero después de todo hablábamos de Noah y que me partiera un rayo si no lo aprovecharía para tener más tiempo con él a solas. Era mi oportunidad para conocernos más y no la desaprovecharía.

Estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano y esperaba que lo valorara...tener que levantarme temprano durante un tiempo indefinido, ni yo misma me conocía, el dormir para mí era algo sagrado, nadie podía meterse con ese aspecto de mi vida. Volvía a repetir, no me conocía en absoluto.

Al salir del baño me maquillé...esta vez sí lo hice en todo el sentido de la palabra, de outfit elegí unas botas negras un poco mas arriba de las rodillas, una falda tiro alto del mismo color y un abrigo cuello tortuga habano claro, agarré mi cabello en una cola alta y revisé que todo estuviera en mi bolso y salí con una sonrisa en mi rostro.

Estaba hermosa, divina, deslumbrante y Noah lo sabría.

Al bajar las escaleras fruncí mi ceño algo confundida, no se escuchaba nada y se suponía que debería de estar despierto mientras hacia el desayuno... ¿no?

¿Acaso estando aquí se despertaría mas tarde de lo habitual? ¿Qué mierda con Noah?

Caminé hacia la cocina rogándole a Dios que estuviera ahí o me vería muy patética, pero para mí mala suerte no estaba, ni siquiera había un rastro que me indicara que Noah estuvo aquí.

—¿Acaso escuché mal? —pensé en voz alta.

—No, no lo hiciste —una suave voz susurró en mi oído, logrando erizar esta sensible parte.

Llevé mis manos a mi boca para amortiguar el grito que salió al escucharlo.

—¿Me quieres matar? —inquirí, sintiendo mi corazón latir a mil, sabiendo muy bien que no era por el susto—. No te escuché.

Me miraba fijamente a mis ojos y de repente, tan descaradamente me recorrió con su mirada mientras poco a poco una sexy sonrisa se formaba en su perfecto rostro.

Era evidente que era un tomate andante.

Era la primera vez que él hacía algo así, sin duda me gustaba, pero no dejaba de sentirme incomoda... ¿y si no le gustaba?

¿Por qué me preguntaba algo como eso en una situación como esta?

—Noah —recriminé, apretando mis labios para no sonreír—. Basta, no lo hagas.

A como lo siguiera haciendo me convertiría en una gelatina.

Mejor, así él te podría comer —comentó mi subconsciente.

¡Cállate por el amor a los sexys chocola... ¡No!

—¿Qué hago? —preguntó inocentemente mientras se acercaba—. No estoy haciendo nada malo...

Maldito, estúpido e idiota sexy y hermoso mariscal.

—Sabes perfectamente que estás haciendo —retrocedía poco a poco cada vez que se acercaba, era una completa boba cuando él irrumpía mi espacio personal.

Su mirada era divertida y me encantaba, que me mataran si no lo hacía.

¿Acaso había una cosa que no me gustara del?

UN TOUCHDOWN A TÚ ❤️// [EN FÍSICO]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora