Capitulo 32 ~ Perfección

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- ¿Estás lista? - Pregunta después de tocar la puerta un par de veces.

- Si, dame un momento.

Me miro por última vez en el espejo. Me he puesto un pantalón blanco holgado, a juego con una top strapless del mismo color  y un par de tacones plateados que más bien los cubre el pantalón.

Retoco mi labial rojo y abro la puerta encontrándome con un bello hombre de camisa elegante que me mira alucinando.

- Wow. - Dice en un suspiro. - Perfección, eso eres.

- Gracias... - Sonrío mientras él me ofrece su mano.

- Nos vamos, quiero presumirte. - Dice mientras caminamos al ascensor.

Llegamos hace al menos 24 horas, y mientras yo dormí durante el día, Thomas tuvo que ir a trabajar. Sin embargo, regresó hace rato y vamos a ir a cenar.

- ¿Puedo saber adónde me llevas? - Le pregunto en el silencio del ascensor.

- iremos a cenar. - Dice con una sonrisa sin soltar mi mano.

- Gran respuesta.

- Confía en mi. - Me guiña el ojo convenciéndome.

Su chofer nos espera la en entrada del edificio y tomamos camino a... aún no lo sé.

Fueron cuarenta minutos hasta llegar a un lujoso edificio.

Thomas me guía al ascensor que nos lleva hasta el último piso, y en cuanto se abren las puertas nos recibe una mujer de traje elegante.

- Buenas noches señor Hunt, señorita Greene. Los estábamos esperando. Su mesa está lista, síganme por favor.- Dice ella amablemente antes de empezar a caminar.

El lugar es muy amplio y hay muchas personas muy bien vestidas disfrutando de su cena. De fondo puedo escuchar la suave melodía de un piano, mismo que pocos segundos después encuentro en una pequeña tarima, donde un hombre de traje se balancea lentamente mientras sus dedos se pasean con delicadeza sobre las teclas.

Finalmente la mujer nos guía hasta una pequeña sala con un par de mesas, la misma esta rodeada con paredes completas de cristal, donde se pueden apreciar las luces que resaltan Nueva York en la oscuridad. Allí me distraigo unos minutos tan solo apreciando la vista. Estamos es un piso alto y todo es simplemente perfecto, esto si es perfección.

Siento la mano de Thomas rodear mi cadera y lo miro con emoción.

- ¿Te gusta? - Pregunta en un susurro.

- Me encanta. Gracias.

Me da un beso en la mejilla y abre la silla para mi, al sentarme, él toma lugar en la silla de enfrente.

- Estuve buscando un lugar que luciera un poco como el restaurante que visitamos en Las Vegas, para recordar los viejos tiempos.

- Aquellos viejos tiempos donde me enamoré de ti para siempre.

Él esboza una pequeña sonrisa que me causa ternura.

- Si, esos.

- Pues me encanta.

Un par de minutos después de ordenar, nos sirven la cena y al dar un bocado, confirmo que esta cita es lo único que necesitaba para estar bien.

- Trabajamos diario porque hay muchísimo que pensar, y me gusta hacerlo personalmente, este es un proyecto de gran importancia, sabemos que todo el mundo estará interesado en implementar esta tecnología. Así que, tiene que ser perfecto. - Explica con entusiasmo mientras corta un trozo de su filete.

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