Capítulo 50 ~ Invencible

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Después de la emotiva terapia regresamos a la habitación, Thomas tomó una ducha y nos sentamos en el sillón de la pequeña salita uno junto al otro. Dejo mi cabeza en su hombro mientras él me rodea con su brazo por la espalda, su otra mano reposa en mi panza y la mía sobre la suya mientras con la otra acaricio su pierna.

Aquella postura y su perfecto silencio hicieron mi mañana. Tan solo sentir su calor, su piel, su presencia. Eso es suficiente, eso es algo que hasta hace poco aprendí a valorar.

La puerta suena un par de veces despertándonos de aquel momento. Yo levanto mi cabeza irguiendo mi postura cuando el doctor Bing cruza la puerta.

- Me encanta verlos a ambos aquí, tengo noticias. - Con entusiasmo se sienta en el sillón frente a nosotros, trae una carpeta en sus manos.

- ¿Buenas noticias? - Pregunta mi esposo.

- Dímelo tú. - Le extiende la carpeta. Thomas aparta el brazo que me rodeaba para tomar la carpeta entre sus manos. - Te estoy dando el alta.

Un revoloteo de serotonina se dispersa por todo mi cuerpo en oleadas aún más fuertes, siento que puedo salir volando. Hace demasiado tiempo no me sentía así.

- ¿El... alta? ¿Quiere decir que me puedo ir? - Pregunta Thomas en tono dudoso

- Tu evolución ha sido sorprendentemente, y tus únicos problemas podemos tratarlos con citas semanales. Sería ideal si contratas un enfermero que esté a tú disponibilidad y tendremos que discutir algunas condiciones sobre esta "libertad", ya que debes ser responsable, pero si Thomas, puedes ir a casa.

Él me mira con una emoción tan grande como la mía.

- ¡Iré a casa! - Dice - Iremos a casa, con los niños y podremos dormir juntos de nuevo y... - Sus palabras se cortan y mira al doctor. - ¿Tendré que salir todos los días al fisioterapeuta?

El doctor asiente.

- De eso debemos discutir, ya que todo depende de tu disposición Thomas.

- No hay problema, todos los días asistiré. - Sonríe - Es que, doctor Bing, tengo que poder alzar a mi futuro hijo en mis brazos, ¿lo entiende?.

- Lo entiendo. Y vas a poder.

- ¿Cuando podrá irse? - Pregunto.

- Ya que hicimos todos los exámenes correspondientes y todo está como debería. Es cuestión de papeleo, podría ser esta noche o mañana temprano.

- Y doctor Bing, ¿cree que puede acompañarme a mi ecografía?, esperamos conocer el sexo de nuestro bebé. - Pregunto de nuevo tomando la mano de Thomas con fuerza.

- No hay razón para que no pueda ir. De todas formas es importante resaltar que necesita tanta tranquilidad y reposo como tiene aquí Thomas, recomiendo que sus salidas sean exclusivas para temas médicos, sus terapias y puede ser algún paseo corto y lo de la ecografía que es importante. Prohibido temas de trabajo.

Thomas frunce el ceño y asiente.

- Lo entiendo, pero no importa sus condiciones, cumpliré con gusto. Me basta con ver a mis hijos siempre que quiera y dormir junto a mi esposa.

Lo amo, definitivamente lo amo.

- Muy bien. Aunque he de insistir en que ahora es su voluntad la que cuenta

- Tengo voluntad, no se preocupe. ¿Le dijo Tay lo que pude hacer hoy?

- Después de chillar emocionada contando que su bebé se movió, si. Los felicito.

Ambos nos miramos con una sonrisa.

- Gracias doctor Bing, por todo.

- Es mi deber. Solo espero que sigas mejorando y que de verdad puedas alzar a tus futuro bebé en tus brazos, estoy seguro que estás cerca de lograrlo.

Hold MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora