Capitulo 28 ~ Te sostengo.

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- ¡Despejen! - Grito al poner las paletas sobre el pecho de mi paciente.

Segundos después estas hacen que la pequeña  de un brinco.

- Aún sin pulso. - Informa la enfermera junto a mi. - Han pasado 15 minutos, hay que declararla doctora Greene.

- No puede ser... - Miro a la niña sobre la mesa y las personas que me rodean. Todas tienen la misma expresión de frustración qué hay en mi rostro. Doy un gran suspiro y me fijo en el reloj que se encuentra en la pared frente mi. - Hora de muerte: 21:45

Camino hacia la salida del quirófano donde después de quitarme la bata con sangre salgo de allí velozmente, es el tercer paciente que pierdo hoy y es por mucho lo peor que me ha pasado desde que inicié mi carrera. Simplemente no me siento bien.

- ¡Greene! - Me llama el jefe de cirugía pediátrica, (el doctor Brown) mientras camina hacia mi - Necesito que me asistas. - Dice finalmente pasando por mi lado hacia los quirófanos.

- Mi turno terminó hace dos horas. - Le explico mientras camino tras él, entra al área de lavado donde hay un enfermero y un residente.

- Tenemos un trauma, niño de 3 años con empalamiento abdominal.- Empieza a explicar mientras se lava.

- Mi turno terminó hace dos horas. - Le repito, él hombre de ojos marrones y cabello canoso me mira un par de segundos.

- No puedes negarte, todos mueren por asistir algo así - Me dice sin parar de lavar sus manos.

No me da tiempo a responder porque alguien más habla.

- Claro que puede negarse doctor. - Ambos miramos hacia el residente que junto al doctor Brown, lava sus manos. - ¿No ve que es la consentida de Thomas Hunt? Si quiere una cirugía de estas, solo le avisa a su amiguito y le conseguiría una de inmediato.

Tuerzo los ojos y le clavo una mirada de rabia. Desde TGB, he tenido que lidiar con esto diario y usualmente me quedo en silencio, pues, sabía lo que vendría al recibir el reconocimiento.

- Espero que no se acostumbre a las comodidades que le podría brindar Thomas Hunt, porque dicen que es un hombre que prefiere estar solo y entonces cuando ya no le vuelva a hablar, usted se arrepentirá de rechazar estas cirugías. - Agrega Brown.

- ¿Qué?. Si lo que dice el doctor Peterson es erróneo. Solo son rumores de pasillo. - Le explico a mi superior. Él hombre junto a él se ríe colmando mi paciencia

- Todos la vimos en la transmisión de "To Get better", además, ahora anda con guardaespaldas y su auto cuesta más que el hospital. No es erróneo Greene, es obvio, todos lo sabemos. - Asegura Peterson convencido de sus palabras. El enfermero que está un poco más lejos asiente con ironía y entonces decido romper el silencio.

- Apuesto a que no dirias lo mismo si yo tuviera pene, ¿no?. Pues déjame decirte que todo lo que he conseguido como profesional ha sido porque soy jodidamente buena en mi trabajo y me esfuerzo, y el hecho de que conozca a Thomas no significa que soy su maldita dama de compañía ni él mi dispensador de dinero. Me niego a la cirugía porque tengo hijos que me esperan en casa y he tenido un día terrible, tengo todo el derecho. Así que ¡cállate la maldita boca! - El residente me mira con el ceño fruncido, luego me doy cuenta que el doctor Brown y el enfermero también, pues me he pasado pero, no me arrepiento.

- Doctora Greene, le ordeno que se retire ahora mismo del lugar. - Habla el canoso ahora más molesto.

- Yo con gusto doctor Brown - Camino hacia la salida.

- Y que le quede claro que pondré la queja con la dirección - Agrega antes de que cruce la puerta.

- ¡Yo también! - Añade el residente.

Hold MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora