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Narra Mia. Sábado, 26 de septiembre.
El teléfono que está en la mesita de noche empieza a sonar. Abro un ojo e intento cogerlo pero vaya por dios, que el móvil cae al suelo. Por fortuna, no se rompe ya que hay una alfombra y lo ha protegido. Si se me llega a romper el móvil es lo que me faltaba ahora mismo.
Me da tiempo a coger la llamada de Dama y mientras descuelgo me voy levantado de la cama y voy abriendo las persianas para que entre la luz del sol.
- Buenos días corazoncito - canturrea y yo rio.
- buenos días - digo sonriendo aunque no pueda verse.
- tengo que hacerte una pregunta - dice.
- dispara - digo y escucho su risa.
- ¿Qué pasa con Gavi? - pregunta.
- ¿cómo que qué pasa?
- parece ser que de odiaros os lleváis ahora bien.
- bueno estamos en tregua - respondo y reímos ambas.
- eso está bien, parecíais antes el perro y el gato.
- no te lo voy a negar la verdad.
- ¿tienes planes para hoy? - pregunta.
- pues hoy va a ser que si que tengo planes - respondo.
- uyyy ya me contarás pillina - dice. - Adiós cielo.
- adiós Dama, te quiero.
- yo más Mia.
Corto la llamada y salgo a dar un paseo por un parque que vi el otro día y parece que está tranquilito y no hay mucha gente por ahí. Me pongo unas mallas y un top deportivo, unas zapatillas de deporte y me recojo el pelo en una cola alta.
Salgo de casa y me pongo los auriculares, nada más que la música de Rauw Alejandro retumba por mis auriculares, empiezo a trotar, primero lento para después ir progresando y aumentando la velocidad.
Unos diez minutos después llego a el parque y dejó de correr, doy varias vueltas andando y paseando mientras el viento azotea mi cara y mi cabello. Después de pasear un poquito vuelvo a casa.
Llegó a casa y miro el reloj que hay en la cocina, he estado casi dos horas fuera de casa. Mientras veo el tiempo que he corrido me llega una notificación.
pesao 🙄
feita acuérdate que en hora y media vamos a recogerte.
