Estamos disfrutando de unas pequeñas vacaciones, si es que pueden llamarse así. Un descanso breve, pero necesario, en París.
El Barça juega hoy contra el Mallorca, pero Gavi no puede disputar el partido.
Ayer pasamos por Barcelona solo para cambiar las maletas. A las seis de la tarde cogimos el avión rumbo a París.
Los días que pasamos en Sevilla fueron maravillosos. Conocí más a Gavi: su familia, su infancia, sus recuerdos... Un pedacito más de él que ahora también forma parte de mí.
El horrible sonido del despertador rompe el silencio. Entorno un ojo y veo a Gavi, medio dormido, intentando apagarlo.
- Cinco minutos más - susurro.
- Sabes que luego no son solo cinco, amor.
- Esta vez sí, vida.
Vuelvo a acurrucarme en sus brazos, con el rostro hundido en su pecho.
- Mia, venga, despierta, que ya es hora - murmura, con voz de recién despertado.
Abro los ojos a regañadientes. Gavi me devuelve la mirada, con su carita somnolienta. Nos damos una ducha rápida y comenzamos a vestirnos. El frío de París se cuela por las ventanas, así que me abrigo bien. No quiero volver a Barcelona con un resfriado.
Mientras nos arreglamos, suena música: Pole, Belén Aguilera, Funzo y Baby Loud y Aitana...
- Y cuéntame no te saltes nada, cuéntame... - canto mientras termino de maquillarme.
- yo también te contaré lo más profundo de mí - responde Gavi, tarareando mientras me observa.
Sonrío. Poco a poco he conseguido que escuche a mis artistas favoritos: Aitana, Pole, Funzo y Baby Lound, Lola Índigo, Vanesa Martín ...
- ¿Nos vamos ya? - me pregunta, cogiendo la tarjeta de la habitación del hotel.
- Vámonos.
Por la mañana, planeamos pasarla en Disneyland; por la tarde, exploraremos París.
El hotel que escogió Gavi está dentro del propio parque de atracciones. Le ofrecí pagarlo a medias, pero su cabezonería ganó. Así que, como también soy terca, decidí pagar los billetes de avión sin decirle nada.
@miagonzalez
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- ¡Gavi, vamos a montarnos ahí! - exclamo señalando la atracción más alta.
- Yo ahí no me monto - responde serio, y su cara me da risa.
- Venga, que no es para tanto - le digo tirando de su mano.
- Mia, que el equipo me necesita...
- No te va a pasar nada, tonto. Lo peor que puede pasar es que la atracción se quede pillada. — Él me mira horrorizado. - Venga, por fi...
- Bueno, está bien.
- ¿Has visto cómo no era para tanto? - le digo cuando bajamos.
- Desde abajo parecía mucho peor - admite con una sonrisa.
Nos montamos en todas las atracciones posibles. Entramos en el castillo y nos hacemos fotos con las princesas. Aunque pueda parecer infantil a mí me hace ilusión. A Gavi ,menos, pero se deja llevar.
Comemos dentro del parque, aunque la comida deja bastante que desear para lo cara que es.
Por la tarde, nos adentramos en París.
El taxi nos lleva por la avenida del Arco del Triunfo, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Visitamos el Museo del Louvre. Me pregunta si sé algo sobre el museo y le cuento lo poco que recuerdo de clase: sus colecciones nacen del coleccionismo de la monarquía francesa, ampliadas durante la Revolución, las guerras napoleónicas y las expediciones del siglo XIX.
Paseamos a orillas del río Sena. Nos detenemos ante la majestuosa Catedral de Notre Dame, uno de los templos góticos más antiguos e imponentes. Luego subimos a una barca y navegamos por el río. Nos detenemos bajo el puente Alejandro III, pura elegancia del estilo Beaux Arts de la Tercera República Francesa.
También vistamos el Panteón, un monumento neoclásico en el corazón del quinto distrito de París. La ciudad parece una postal viva.
Para cenar, paramos en un pequeño restaurante. Gavi pide ratatouille (verduras hechas al horno que se condimentan con hierbas provenzales). Yo una omelette rellena de champiñones, jamón y verduras varias y queso. Nada mal para cerrar el día.
Nos queda solo un lugar: la Torre Eiffel.
La Torre Eiffel, monumento parisino, símbolo de Francia y su capital, la estructura más alta de la ciudad y uno de los monumentos más visitados en el mundo.
Nos detenemos frente a ella, iluminada como un sueño. París a nuestros pies. Me giro hacia él.
- Gracias, Gavi.
- ¿Por qué? - me pregunta, con los ojos brillando bajo la luz de la torre.
- Por ser mi hogar.
Porque a veces el hogar no es un lugar, sino una persona. Y en este caso, Gavi es el mío.
El hogar es donde uno se siente a salvo. Donde se calma el ruido del mundo. Y eso es lo que él me da, sin ni siquiera darse cuenta.
...
@pablogavi
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@pablogavi: mi monumento favorito y detrás la torre Eiffel 🤍 etiquetados: @miagonzalez
@aurorapaezg: sois tan pastelosos que dais ternura y asco a la vez 🙃
@pedri: ya está el enamorado por Europa 😒
@ferrantorres11: Que se note que el 30 también sabe dar pases en el amor 🤓
@nico14: el míster no te deja jugar, pero si enamorarte, ¿eh? 🤔
@ericgm3: Gavi versión romántico: desbloqueado 😵💫
@miagonzalez: París es bonita, pero tú la haces mágica 🤍
@beaespejo: No puedo con vosotros, ¡qué guapos! 😍
@marcfdez: Mi amiga en París con el chico más top. Aplausos 👏
@patriciadelgado: este viaje huele a álbum de fotos nuevo 😏
