10

3.2K 94 6
                                    


Narra Mía.
30 de octubre 2021.

Me despierto temprano, pues hoy tengo que hacer bastantes cosas. Nada más espabilarme un poco, desayuno y me cambio de ropa: me pongo unos pantalones de chándal y una sudadera para estar cómoda en casa. Empiezo a limpiar la casa, me recojo el pelo en un moño y pongo música en la televisión.

Después de limpiar y dejar todo reluciente, me doy una ducha rápida y me vuelvo a cambiar de ropa. Salgo de casa en dirección al McDonald's, donde he quedado con mis amigos para almorzar. Por suerte, no está muy lejos y tardo poco en llegar. Al llegar, ya están aquí todos.

Vamos a las máquinas y pedimos la comida. Por mi parte, he pedido un McAitana. Como bien dice el anuncio: hamburguesa con extra de queso, patatas con mucho kétchup, McNuggets con barbacoa y un mini McFlurry de oreo.

- Está noche hay fiesta en una discoteca famosa - deja caer Alejandra.

- Donde van muchos famosos - añade Patricia.

- ¿Vamos? - pregunta Marc.

- Por supuesto que sí- responden Patricia, Bea y Alejandra a la vez.

Todas las miradas se dirigen a mí, que aún no he dicho nada.

- Pff... no sé, no soy mucho de fiestas.

- Oh no, tú te vienes, Mía -  Bea trata de convencerme.

- ¡Hombre que sí te vienes! Si no, nos presentamos en la puerta de tu casa y hasta que no salgas no nos vamos - asegura Marc.

- Bueno, está bien - acabo aceptando y aplauden mi respuesta.

- Yo iré a recogeros con el coche - dice Patricia.

Lo bueno de ir de fiesta es que, como todavía no tengo edad para sacarme el carné de conducir, no tengo que conducir.

A las cinco llego a casa. Estoy hablando un rato con Dama por mensajes y, como aún me queda tiempo para cambiarme y ducharme, y estoy algo aburrida, me pongo a leer un libro.

La lectura me encanta; es una de mis aficiones. Es verdad que cuando era más pequeña lo veía un poco rollo y aburrido, pero, conforme ha ido pasando el tiempo, me he enganchado a leer y ahora es casi imposible que no tenga libros alrededor. Me compro uno cada dos semanas, más o menos.

Cuando me doy cuenta, ya me he leído el libro entero y es hora de empezar a prepararme, porque si no, veo a estos cuatro en la puerta de mi casa.

Cuando salgo del baño, me quedo un rato decidiendo qué ponerme, pues siempre tardo un montón en decidirme. Finalmente, me pongo un top negro y marrón con lunares pequeños negros, un pantalón vaquero y unos tacones negros no muy altos.

@miagonzalez

Para cenar, me hago un montadito de pollo con pimiento verde frito y mayonesa, porque conociéndome, sé que luego no voy a comer nada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Para cenar, me hago un montadito de pollo con pimiento verde frito y mayonesa, porque conociéndome, sé que luego no voy a comer nada.
Después de cenar, me lavo los dientes, me echo colonia y termino de preparar el bolso, en el que simplemente meto la cartera, el móvil y las llaves.

Siento la bocina del coche y salgo de casa. En la puerta está el Seat Ibiza rojo de Patricia. Me monto en el asiento de atrás junto con Bea y Marc.

- Nena, estás guapísima - me dice Bea, y yo sonrío .

- Mía, hoy tendrá a un motón detrás - bromea Alejandra.

- No me importa eso mucho - anuncio, restándole importancia.

Llegamos a la discoteca y hay bastante coches fuera. Patri aparca en el primer hueco libre que ve y salimos del coche. Entramos en la discoteca después de enseñar nuestros DNI. Aunque al principio el guarda de seguridad se negó a dejarme pasar, al final me ha dejado.

- Vamos a un reservado - comenta Bea.

Le seguimos en todo momento hasta que llegamos a una sala reservada del resto de personas. Estamos bailando una canción los cinco juntos cuando vemos que la puerta de al lado, donde hay otro reservado, se abre y aparecen los jugadores del Barça, incluido Gavi. Nuestros ojos se encuentran y ambos sonreímos.

- Uy - murmura Marc y yo niego. - Esa sonrisilla tonta.

Patri aparece con nuestras bebidas y tomo un trago de mi Puerto de Indias.

- Vamos a bajo a bailar - dice Alejandra, tirando de mi mano.

Bailamos "dos catorce" de Rauw Alejandro mientras gritamos a pleno pulmón.

Voy a la barra a acompañar a Marc para que pida otra bebida. Miro hacia arriba y me encuentro una imagen que ojalá no haber visto: Gavi besándose con una chica. Cuando la chica se separa, reconozco quién es: Lorena, una de las tres tontas de turno de mi clase.

-Ey, ¿estás bien? - me pregunta Marc preocupado.

- Podría estar mejor.

Mira hacia donde yo estaba mirando, escasos minutos antes, luego suspira y me abraza.

- Ya hablaremos - me susurra, y yo asiento. - Pero ahora lo vamos a dar todo, como que yo me llamo Marc.

- Sí pero primero voy al baño.

- ¿Tw acompaño a la puerta? - pregunta, pero niego.

- No hace falta, Marc.

Me levanto del taburete y voy al baño pero antes de llegar, un chico alto y rubio me frena.

- ¿A dónde vas? - me pregunta.

- No te importa - contesto, intentando entrar en el baño.

- No vas a entrar ahí, bonita - dice, y me tira de la mano.

- Déjame en paz - grito, y me tapa la boca.

- Cállate, niñata.

Lo empujo, y me mira mal.

- He dicho que me dejes en paz y ni me toques.

- Haré lo que quiera - responde.

Este tío me está tocando los cojones, y en cualquier momento le puedo dar una patada en su zona baja.

- ¡He dicho que me dejes en paz, desgraciado! - escupo, mirándole con mala cara.

- Repíteme lo que has dicho, niñata.

- ¡Vete a la mierda, payaso!

Se va acercando a mí a paso lento.

- Ha dicho que la dejes en paz, tío - dice una voz. Giro mi cabeza y me encuentro con Nico.

- ¿Quién eres? ¿El novio de la niñita?

- Eso no te importa.

Nico tira de mi mano y salimos de aquí. Abre una puerta y salimos a la calle.

- ¿Estás bien? - pregunta preocupado.

- Sí, muchas gracias, Nico - respondo, dándole un abrazo.

- No las des, Mía.

La puerta se abre y aparecen corriendo Gabriela y Pedri. Gabriela, en cuanto me ve, me abraza fuertemente.

- ¿Estás bien?

- Lo estoy.

- Vamos, que te llevo a casa, Mía - dice Nico y asiento.

Gabriela, Pedri, Nico y yo nos montamos en el coche del gallego. Mientras vamos camino a casa, decido mandar un mensaje al grupo de mis amigos para que sepan que me voy a casa. Nico me deja en la puerta de mi casa y me despido con besos y abrazos de Pedri, Nico y Gabriela.

Entro en casa, me pongo el pijama, me desmaquillo y me voy a dormir. Sinceramente, ha sido un día para olvidar. Y mira que yo no quería salir de fiesta.

CúrameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora