16

2.7K 92 2
                                    

Narra Gavi.

Han pasado dos semanas desde que Mia esta en cama, dos semanas que probablemente hayan sido de las más duras de mi vida.

Lo he pasado bastante mal. Era como si mi estado de ánimo dependiera de Mia, dependencia emocional.

Aunque tampoco he sido el único que lo ha pasado mal, Nico , Pedri, Eric, Gabriela,mis padres, mi hermana, Dama, sus amigos; Patricia, Beatriz, Marc, Alejandra y sus mejores amigas que han venido desde Madrid, Paula y Laura.

Entre todos hemos estado intentando darnos ánimos pero es que ninguno tenía muchos ánimos, hemos intentado llevar la situación lo mejor posible dentro de lo que cabe.

Los entrenamientos me han costado un poco, no rendía al cien por cien y en los partidos puede ser que se haya notado un poco pero no lo sé.

Algunos días me quedaba yo a dormir en el hospital, otro día se quedó mi hermana, mis padres, sus amigas y Dama.

El doctor nos ha comunicado que durante esta semana, Mia despertará del coma y yo estoy deseando que ese momento llegue ya.

Estoy deseando de volver a ver su sonrisa, sus ojos y de volver a escuchar su risa que hace que yo siempre sonría.

Echando la vista atrás me doy cuenta de nuestro mal comienzo, y todo porque desde que hubo ese encontronazo con el coche de Eric, desde ese preciso momento ella me llamó la atención.

Y yo quería borrar todos esos sentimientos hacia ella, pero ahora mírame, como un loco enamorado de un caos, pero de un caos bonito.

Porque ella por dentro está hecha en ruinas como Roma, pero por fuera se ve un monumento como París.

- hijo ve a desayunar - me dice mi madre y yo niego.

- ¿y si despierta mamá? - pregunto desesperado.

- seré la primera en llamarte Gavi y entrarás el primero - dice Dama y yo me acerco a abrazarla.

Dama lleva unos días mal para ella Mia es como esa hija que nunca ha tenido, y juntas tenían un vínculo increíble, madre e hija vamos.

Muy a mi pesar bajo a desayunar junto a mi hermana Aurora.

Nos sentamos en una mesa con nuestras bandejas.

- Pablo - me dice y la miro - nunca te había visto así por una persona, estas hasta las trancas - dice y suelto un suspiro mientras asiento.

- si tú supieras - digo y ella ríe levemente.

- Mia es un amor de persona, no merece pasar todo lo que ha pasado - dice y yo asiento.

- ojalá que ella no hubiera pasado nada de esto, porque no se lo merece.

- pero ella es un mujerón, sobrevivió estando rota - dice mi hermana y cuanta razón tiene.

Terminamos de desayunar y subimos de nuevo a una de las plantas más alta.

Vemos como no hay nadie en la habitación donde se encuentra Mia y está cerrada, y todos están sentados esperando.

- ¿pasa algo? - pregunta mi hermana.

- han entrado los médicos - dice mi padre y asiento.

Los médicos salen despues de casi media hora. Nos miramos entre todos pero no sabemos si ha pasado algo.

- puede entrar una persona - dice una enfermera y todas las miradas recaen en mi.

Me levanto y vuelvo a la habitación. Miro por la ventana y se puede ver todas las vistas de la ciudad.

- ¿ya estás con cara Gavi? - escucho la voz de Mia.

Me frotó los ojos y la miró, no sé si esto es real o es algo imaginario.

Ella se ríe

- Gavi - dice riendo.

Me acerco a ella y empiezo a llorar desconsoladamente, ella me acaricia el pelo y también llora.

- pensaba que te perdía - confieso.

- Gavi por el amor de dios - me riñe y se ríe.

Lo que echaba de menos esa risa.

- te he echado tanto de menos - digo.

- yo también Gavi, y que sepas que he escuchado todo pero absolutamente todo de lo que has dicho que no estaría despierta pero no estoy sorda - dice y yo me rio.

Puede que en estos días haya hablado algo más de la cuenta pero no me arrepiento, una de las cosas que he dicho es que es la mujer de mi vida, la madre de mis hijos.

- ¿todo ha estado bien? - pregunta y yo hago una mueca.

- para que mentirnos, nadie ha estado bien Mia, estas dos semanas han sido una completa mierda.

Ella me abraza y yo dejó muchos besos en su mejilla. Ella es la primera que da el paso para unir nuestros labios en un beso esperado y deseado. Nuestros labios parece que se echaban en falta.

- ¿hay gente fuera? - pregunta.

- y tanto que hay, ¿quieres que entren?

- la verdad es que tengo ganas de verlos.

Abro la puerta y con un gesto le digo a todos los demás que entren, veo que acaban de llegar Nico, Pedri, Gabriela y Eric.

- Gabriela eres mi salvadora - le dice mi niña cuando ve a la castaña - te quiero mucho.

- lo hubiese echo una y mil veces Mia. - responde Gabriela.

Dama es la primera que sale corriendo para ir a abrazar a Mia, y después van mis padres y mi hermana.

- ¿cuándo puedo salir de aquí? - pregunta haciendo un puchero.

- mañana ya mi niña - le dice mi madre y ella asiente.

Llaman a la puerta y aparecen las cabezas de su mejores amigas, Laura y Paula.

- no no no - dice negando con la cabeza.

Paula y Laura se acercan y la abrazan.

Estamos todos juntos hablando con ella un rato contándole como han ido los últimos partidos que no ha podido ver, sus amigos de aquí de Barcelona le cuentan los días en clase, mis padres le cuentan que no he podido casi ni dormir ni comer y ella me mira mal, los chicos le cuentan parte de los entrenamientos, Laura y Paula le cuentan como va todo por Madrid , y Dama le cuenta que ha tenido que pedir una baja de tres semanas y que ya la semana que viene se reincorporara.

- alguien tiene que quedarse a dormir esta noche - dice un médico entrando por la puerta.

- yo me quedo y no quiero escuchar ni un no. - digo y todos ríen.

- esta bien tranquilo fiera - dice Gabriela y reímos.

Todos se despiden de Mia y quedamos ella y yo solos.

- Gavi ¿por qué no has casi comido ni dormido?

- no podía - digo y ella niega.

- ¿y si te hubiese pasado algo? - dice negando y yo levanto los brazos. - Anda ponte aquí - dice dejándome un hueco para tumbarme junto a ella.

- te quiero Mia, te quiero con mi vida - digo y sonríe.

- yo también te quiero Gavi, te quiero que duele.

CúrameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora