Cúrame

17

Narra Mia.

Me dieron el alta el martes por la mañana, y ya pude volver a casa. Dama me recogió del hospital y nos fuimos a mi casa. Desde el martes hasta hoy se han estado turnando para quedarse conmigo en casa, así lo pidió el doctor.

El martes Dama se quedó conmigo, el miércoles Bea, el jueves Gavi y el viernes Aurora.

Esta semana ya he vuelto a las clases aunque la semana que viene acaba el primer cuatrimestre.

Me levanto de la cama, y veo que Aurora que sigue dormida, la hermana de Gavi si.

Con Aurora tengo una relación extraordinaria, al igual que con sus padres, son una familia de lo más encantadora.

Ellos el domingo por la mañana se vuelven a ir a Sevilla.

Voy hacia la cocina y empiezo a hacer el desayuno para las dos.

Estoy terminando de echar café en las tazas cuando siento los pasos de Aurora.

- buenos días Mia - dice dejando un beso en mi pelo y dándome un abrazo.

- buenos días Aurora

- te ayudo a terminar de preparar el desayuno - me dice.

- no hace falta - respondo.

- claro que hace falta, además tú no puedes hacer muchos esfuerzos aún. - asiento con la cabeza mientras suspiro.

Debido al golpe que me dieron en la cabeza y a las dos semanas en coma, tengo muy pocos recuerdos de lo que pasó aquel día, aunque Gabriela me contó todo lo sucedido.

Solo recordaba que me fui a correr, estaban mis padres y comenzaron a golpearme, pero ya no más.

- cielo esto ya está - me dice Aurora sacando las tortitas de la sartén.

- y esto también - digo poniendo las fresas cortadas y lavadas en un bol pequeño.

Desayunamos mientras hablamos de Aurora y su vida en Sevilla, ella continuamente viene a Barcelona junto a sus padres para ver a Gavi y después de unos días se vuelven a Sevilla.

Cuando a Gavi lo ficharon para las categorías inferiores del Barcelona, si que se mudaron todos juntos a un piso en las Ramblas pero después, cuando Gavi creció un poco más decidieron que el viviría en la masía y sus padres y su hermana volverían a Andalucía.

- voy al baño - le digo a Aurora y ella asiente.

Me levanto y voy al baño, después de haber hecho mis necesidades me lavo las manos y salgo del baño.

- ha llegado una carta - dice Aurora mostrándome el sobre blanco.

- ¿has visto de qué es?

- no - responde

- pues vamos a abrirla

Nos sentamos en el sofa y abro la carta

- ¿puedes leerla tú? - pregunto y ella asiente.

Comienza a leer en su cabeza y abre mucho los ojos y luego me mira con una sonrisa.

- son buenas noticias

- ¿de qué?

- tus padres van a ir a la cárcel.

Abro los ojos y me quedo en estado de shock, no sé como reaccionar, ni mi cuerpo ni mi mente dan crédito a esta noticia.

- ¿no te alegras? - me pregunta.

- por supuesto que si - digo y la abrazo.

- y ahora vamos a cambiarnos y nos vamos - dice y asiento.