Un cambio de rumbo

Capítulo 26

—¿Layla estas bien? Llevas dos días muy callada— le preguntó Tom.

Habían pasado dos días desde el encuentro con Chloe , Sarah le había pedido a Layla que no le contara nada a su hermano, pero estaba empezando a dudar si aquello había sido una buena idea, no podía sacársela de la cabeza y aquello estaba afectándola demasiado.

—¿Prometes que no te vas a enfadar ? — le preguntó.
—¿Que pasa?— Tom se estaba poniendo nervioso.
—El día que Sarah y yo fuimos a escoger el vestido, nos encontramos con...Chloe —soltó por fin.
—¡¿Que?!— preguntó alterado.

Llevaba casi un año sin saber de ella, y aquello le cayó como un jarro de agua fría.Lo último que supo de ella es que finalmente no siguió adelante con el embarazo y se había a vivir a Estados Unidos.
Le había costado mucho superar todo aquello, pero saber que estaba allí otra vez le removió algo por dentro .

—¿ Ibais a esperar mucho más para decírmelo?— le dijo algo molesto levantándose de la cama.
—Vamos Tom no te enfades por favor ...—le pidió.
—¿ Hablasteis con ella ? — preguntó.
—Solo un par de minutos , saco de sus casillas a tu hermana , nunca la había visto así de enfadada....
—¿ Que pasó ?— quiso saber.
—Digamos que no fue muy amable conmigo... y Sarah me defendió.

Tom volvió a la cama ,se sentó de nuevo a su lado y la cogió de la mano.

—¿ Estás bien ? ¿Por eso estás así ? Lo siento a veces puede ser ...
—¿Horrible ? Ya me di cuenta ...pero no es sólo por eso ...ella también va a la boda de Harry.

Tom la soltó y comenzó a deambular por su habitación visiblemente nervioso.

—De acuerdo , mañana le llamaré y le diré que no vamos, no voy a permitir que le arruine la boda, y créeme que si nos encontramos es lo que sucederá.
—Tom , es la boda de tu mejor amigo , y eres el padrino ...no puedes hacerle eso—le dijo mientras se acercaba a él y le abrazaba.
—Lo sé ...es solo que ...—pero no terminó la frase.
—¿Qué?—quiso saber ella, pero Tom seguía sin contestar, solo se dio la vuelta y le devolvió el abrazo apoyando su cabeza en la de Layla.
—¿ Todavía sientes algo por ella ? —preguntó con un nudo en el estómago.Realmente no quería escucharlo decir aquello , pero temía que era lo que le sucedía— Estuviste a punto de casarte con ella, sería normal si aún ...—Tom la interrumpió.
—No...hace mucho tiempo que dejé de quererla, pero desde aquel día no volví a verla ni a hablar con ella y siento como si aquello no se hubiera cerrado aún.No pienses ni por un minuto que aún siento algo por ella y menos desde que te conocí—dijo mientras levantaba la barbilla de Layla y la besaba.

Se le quitó un peso de encima, había pasado todo tan rápido entre ellos, que a veces dudaba que fuera real.

—Pues no se hable más, no vas a decirle nada a Harry, nos comportaremos como personas civilizadas y quizás puedas hablar con ella y dejarlo todo zanjado.
¿ Además sabes el dineral que te has gastado en mi vestido ? —dijo riéndose—Venga volvamos a la cama, te recuerdo que el despertador sonará en 4 horas ....¡ No puedo creer que me lleves a Stonehenge !
—Lo que sea por verte así de feliz —respondió mientras se metían en la cama—Gracias Layla.
—¿Porqué? —preguntó apoyándose en su pecho—Soy yo la que debería darte las gracias, pero te aviso que me estás mimando demasiado y podría acostumbrarme.
—Por ser como eres—dijo dejándole un suave beso en la cabeza y entrelazando los dedos a los suyos—y acostúmbrate, porque no voy a parar ahora.
—Aja....—respondió ya medio dormida.

—Descansa cielo—y abrazándola también se durmió.

— ¿ Sabes que dicen que pudo utilizarse como un observatorio astronómico ?—le preguntó emocionada mientras admiraban los monolitos—Si...claro que lo sabes—añadió cuando vio como la miraba sonriendo.
 

A Tom le encantó como ella se emocionaba contándole todo lo que sabía acerca del monumento,se había pasado las casi dos horas de viaje contándole a Tom todo lo que había leído.

—¿ Podemos quedarnos un poco mas? —le suplico Layla cuando él le dijo que era hora de volver —Si que  es verdad lo que dicen, tiene algo mágico.
—De acuerdo , pero deja de mirarme así—le pidió— Vamos a dar un paseo.

Tom no dejó de darle vueltas a la conversación que había tenido con su madre, sabía que tenían que hablar sobre su relación , y creyó que aquel era el lugar perfecto para hacerlo.

—¿Podemos hablar Layla?—le preguntó.
—Claro, siéntate a mi lado—respondió mientras ponía una pequeña manta en la hierba y se sentaba—¿Ocurre algo?
¿No me digas que has vuelto a cambiar de idea sobre ir a la boda?  Se que la primera vez te dije que no quería ir ,pero ahora estoy deseando que llegue. Hace mucho que no me arreglo ,ni voy a ningún sitio elegante.Me apetece de veras.
—Sabes que no vamos a ningún sitio así porque tu no quieres—le reprendió.
—¿Te recuerdo a quien reconocieron el Lunes cuando quisiste ir a cenar a uno de esos sitios ? ¿ y como estaba lleno de  paparazzis a los diez minutos?—le preguntó.
—Vamos Layla solo eran dos—dijo riéndose—Y nos fuimos antes de que empezaran a molestar de verdad.
—Lo sé, solo que no estoy acostumbrada a este mundo Tom, para ti tener una cámara delante es normal ,a mi me cuesta que mi familia me haga fotos.No me gusta tener que estar pendiente de si nos siguen o no si queremos salir a cenar.
Cuando salimos la primera vez y el día que salimos con tu familia no paso nada, y pensé que seria así siempre.

Tenía razón, ella no pertenecía a ese mundo , y si bien el ya se había retirado del cine, y los paparazzis ya no le perseguían como en aquella época , de vez en cuando aún tenia que lidiar con alguno. Y no estaba seguro si Layla podría con aquello.
En ese momento se arrepintió de querer aclarar que era lo que había entre ellos, así que decidió que por el momento no necesitaba mas , sabia lo que sentía el y que ella sentía sino lo mismo ,algo parecido, o por lo menos era lo que quería creer.

—¿Tom? ¿Era eso lo que querías decirme o hay algo más? —le preguntó al ver que tenia el semblante más serio.
—Mmm si si era eso—mintió —pero no te preocupes iremos, tengo ganas de ver el misterioso vestido.
—Quiero que sea una sorpresa—dijo sonriente.
—Cielo creo que ya es hora de irnos.
—¿ De veras?—dijo con tristeza.
—Podemos volver cuando quieras, vamos—ayudándola a levantarse—Pero antes....—la cogió por la cintura atrayéndola a él y le dio un intenso beso.