Capitulo 31

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La noche siguiente ya en casa de Diana , cuando fueron a la habitación de Tom,
Layla se acercó a la cómoda y cogió la peluca de Loki que éste había dejado allí el sábado después de hablar con ella.

-¿ Alguna vez te has acostado con alguien disfrazado de él?-preguntó.
A Tom le pillo desprevenido, no esperaba esa pregunta , pero antes que él pudiera responder, lo hizo ella misma:
-Pues claro que lo has hecho...
Mientras Tom se colocaba a su lado y se la quitaba de las manos, le respondió:
-Te equivocas en eso, respeto demasiado a Loki. Ha sido parte de mi durante mucho tiempo.
-Ohh-suspiró.
-¿ Eso ha sido un suspiro de decepción? -quiso saber. -Puede...-escucho sorprendido. No hubiera imaginado que a ella le interesara aquello. Y sinceramente le excitaba pensarlo.

Se colocó detrás de ella pegándose a su espalda, y soltando la peluca ,la agarró de las caderas para que no se moviera, le apartó el pelo del cuello y comenzó a dejarle suaves besos.

Se colocó detrás de ella pegándose a su espalda, y soltando la peluca ,la agarró de las caderas para que no se moviera, le apartó el pelo del cuello y comenzó a dejarle suaves besos

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-¿ Y tú? ¿ Has fantaseado alguna vez con él?-le preguntó al oído.
-Mmm .. .alguna vez... -confesó.

Escuchar aquello excitó sobremanera a Tom y su erección comenzó a crecer sin remedio. Layla se dio cuenta y decidió arriesgarse, se dio la vuelta despacio y con ojos de deseo le preguntó:

-¿ Harías una excepción conmigo ?dijo sensualmente.
-Layla...-dudó unos segundos- Sólo dame 5 minutos -dijo ansioso.
-Aunque no te emociones mucho, solo tengo el traje negro y la peluca...
-Ese es mi favorito- le interrumpió Layla.
-Pero te advierto una cosa, yo no me disfrazo de Loki...Si en algún momento no te gusta, solo tienes que decírmelo.
-¡Layla! ¿Dónde te estas metiendo?-pensó para ella.
-Voy a por vino, ahora vuelvo-le dijo para darle tiempo a vestirse.

Se dirigió a la cocina a por un par de copas y el vino, en la nevera había un espumoso blanco , así que cogió ese.

Fue a su habitación y cogió una bolsita que había traído de su viaje relámpago a Barcelona, había pasado delante de una tienda de ropa interior a la que siempre acompañaba a sus amigas, pero que hasta ese día nunca había comprado nada.
Escogió un conjunto rojo, una bata de raso negra y un corpiño negro, que fue el por el que se decidió.
Rápidamente se quitó lo que llevaba puesto y se puso el corpiño, llevaba mucho tiempo sin usar algo así, por lo que en el último momento se puso también la bata.

Cuando volvió a la habitación de Tom, se la encontró casi a oscuras. Solo estaba iluminada por una pequeña lámpara en un rincón , por lo que no vio a Tom cuando entró.

-¿Tom? -preguntó.
-Tom no está-contestó éste imitando la voz de Loki.

A Layla se le dibujó una sonrisa en la cara, se dio cuenta a que se refería cuando dijo que él no se disfrazaba de Loki, no, él se metía en el papel, y muy en serio , y ¡ Dios ! aquella voz...

-Acércate- escuchó que decía-Quiero ver el juguetito que me ha dejado esta noche.
Cuando se hubo acostumbrado a la penumbra, Layla vio que estaba apoyado en el escritorio al fondo de la habitación.

Un cambio de rumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora