Capítulo 61

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-¿Podemos quedarnos aquí para siempre?- preguntó Layla abrazando a Tom.
-No me importaría en absoluto- respondió el.

Se quedaron en silencio acariciándose tan solo, hasta que Layla le preguntó:
-Tom, ¿Cómo supiste lo de Robert?

Pensó que se había librado de contarle que le había puesto un par de guardaespaldas, pero aquella pregunta mando al traste sus planes.

-Mmm... Yo...¿Prometes no enfadarte?
-Tom ¿Qué has echo?- preguntó incorporándose. Sabía cómo podía ser, sobre todo si de ella se trataba.
-Cuando Robert os amenazó y volviste aquí ... Contraté una empresa de seguridad, bueno ... en realidad sólo un par de hombres.
-Tom...
-¿Qué? No puedes culparme por preocuparme por ti, por vosotros- respondió pensando en los niños.
-No lo hago, en realidad te agradezco que lo hayas hecho- dijo para quedarse callada después durante un momento- Entonces ... ¿Ya sabías de Leo?- le preguntó.
-¿Así se llama?- vio como ella asentía y se levantó de la cama dejándola allí.
-Tom, no te vayas. Vamos a hablar.

El se sentó en un pequeño sillón que había en la pared que quedaba frente la cama, y apoyó la cabeza en sus manos.

-En realidad no - escuchó por fin Layla- les pedí que solo me avisaran si Robert aparecía, nada más. No quería meterme más en tu vida. Sarah me convenció para venir con ella y hablar contigo. Solo que ayer me llamó por la noche para que fuera al bar... Y bueno el resto ya lo sabes.
-Siento que lo vieras, yo solo intentaba seguir adelante Tom, y él estaba ahí ... Cuidó de mi cuando Robert apareció de nuevo ... - le contó.
- Pero ese tendría que haber sido yo, yo soy quien tenía que haberte cuidado, nadie más- respondió enfadado consigo mismo.

- Pero ese tendría que haber sido yo, yo soy quien tenía que haberte cuidado, nadie más- respondió enfadado consigo mismo

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Layla salió de la cama y se dirigió a él cogiendo por el camino la bata y poniéndosela por encima.
Se arrodilló frente a él y suavemente le acarició la mejilla.

-Y por eso estoy contigo ahora y no con él. No quiero estar con nadie que no seas tú, porque solo puedo quererte a ti ... No importa que tú no estuvieras entonces, porque ahora sí lo estás.

Tom cogió la mano de Layla y le dejó un beso en la palma.
- Sé que ya lo he dicho muchas veces, pero te prometo no volver a comportarme como un idiota nunca más.
- No dejaré que lo hagas- respondió ella sonriéndole- y ahora busca tu ropa mientras caliento la cena ...otra vez.
-Layla ...
-¿Si?- preguntó.
-¿Puedes taparte un poco?- dijo riendo- Llevo semanas sin estar contigo y no respondo si vuelves a acercarte así ...

-¡Eres un idiota!- respondió estallando en una carcajada.

-¿Y ahora que vamos a hacer Tom?- preguntó acurrucada en el sofá junto a él.
- Si todavía estás de acuerdo ... Quiero venirme aquí con vosotros. Siempre que los niños me acepten de nuevo. Imagino que no estarán muy contentos conmigo-.
- Para serte sincera , ellos tenían más fe en ti que yo. No dejaban de decirme que Loki siempre volvía, que no estuviera triste, que cualquier día aparecería por esa puerta- respondió señalándola.
-Son demasiado listos- dijo riéndose.

Un cambio de rumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora