Capítulo 44

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-¡Lista!- le dijo la peluquera a Layla cuando terminó.

-¿Ves? No tienes nada que envidiarle a esa víbora, solo aprender a sacarte partido. Esta noche se va a morir de envidia.

Por una vez iba a darle la razón en ese sentido

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Por una vez iba a darle la razón en ese sentido. Si, estaba preciosa, y por mucho que Chloe se empeñara , no iba a estropearle la noche.

-Pero...-escuchó a Sarah-¿Puedes probar a soltarle el pelo?
-Claro- dijo la chica.

-Tenia razón, así está mucho mejor.

La verdad era que si, Layla no podía quejarse del precioso cabello que tenía, le había arreglado un poco los rizos, y recogido un par de mechones para dejarle libre la cara.

-¡Tiembla Chloe!-escucho a Sarah desde el fondo de la habitación.
-Tu tampoco estás nada mal- devolviéndole el cumplido.

En ese momento sonó el teléfono de Sarah.
-Es mi hermano- le dijo a Layla- querrá que nos demos prisa.

-Ya estamos casi listas impaciente, pero valdrá la pena ...vas a quedarte sin palabras cuando la veas- escucho que le decía- ¿En la maleta? Layla ¿Puedes ...? Déjalo, ya voy yo.

Tom le había pedido que cogiera de su maleta los gemelos que había olvidado, pero al escuchar que le iba a pedir a Layla que los cogiera ella, le gritó rápidamente que no fuera ella.
Cuando abrió la maleta y buscó en el bolsillo equivocado, se dio cuenta el porque.

-¡Ay Tom!-.

-¿Estás nervioso?- le preguntó Marc- Parece que seas tú el novio .
Tom sonrió, la verdad si estaba nervioso. Después de lo sucedido la noche anterior, no sabía que esperar de Chloe.
-La verdad es que sí, después del numerito de ayer -dijo riendo- no se que nos habrán preparado estas mujeres.
Y los dos comenzaron a reír. Pese a lo bochornoso de la situación, se habían divertido la noche anterior.

Cuando por fin Tom la vio llegar, podía haber asegurado que por un momento su corazón había dejado de latir. Incluso le costó trabajo reaccionar cuando la tuvo delante. El se había enamorado de ella entre otras cosas, por su naturalidad, pero la verdad era que verla así le había gustado más de lo que pensaba.

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Un cambio de rumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora