Segunda parte
Layla no había sentido tanto miedo nunca, nisiquiera la noche en la que su matrimonio acabó. Todo su cuerpo se paralizó, ni siquiera conseguía respirar.Como podía haber sido tan tonta para caer de cabeza en su juego.
-¿Que haces aquí Robert ?-consiguió decir por fin.
-¿ No pensabas que iba a pasar tanto tiempo sin disfrutar de algo que me pertenece ,verdad?-respondió mientras la soltaba y se quitaba la camisa.En ese momento Layla intentó levantarse, pero Robert fue más rápido y la empujó contra la cama.
-Ni lo intentes -le advirtió.
Layla se fijó en la furia de sus ojos, y por mucho que durante los años él hubiera cambiado, aquel no era ni por asomo el Robert de hace unos años, o por lo menos no la versión que ella conocía.
-Por favor Robert...no me hagas daño- le suplicó.
-Eso solo depende de ti nena- sabía que ella odiaba que la llamara así- Pórtate bien y no tendré que hacerlo.
-Robert por favor...-pero ya no pudo decir nada más, él se puso a horcajadas sobre ella y le tapó la boca.
-¡Dios Layla cállate de una maldita vez!-gritó.
-He conocido a tu nuevo novio ¿Tom verdad? Deberías enseñarle a no confiar tanto en los desconocidos, ni siquiera tenía pensando todo esto, tendrás que agradecérselo a él.Por cierto nena, ¿ no crees que es demasiado para ti ? Sabes que solo te está utilizando para pasar el rato ¿verdad? Sólo quiere follarte y después te dejara tirada y se irá con otra.A Layla se le escaparon las lágrimas, no queria darle el gusto de verla llorar,pero no podia evitarlo. La hacía sentir tan impotente. Pero tenía que ser fuerte, no iba a dejar que volviera a hacerle daño, y aunque lo intentaba con todas sus fuerzas no podía dejar de temblar
-¿ Si te quito la mano vas a estar callada?-preguntó.
Ella solo asintió.
-Está bien- dijo mientras lentamente le retiraba la mano -No hagas que me arrepienta.Le hizo caso y no dijo ni una palabra, solo se quedó quieta mirándolo,pensando que haría con ella, y la idea estaba empezando a aterrarla, de nada estaba sirviendo el intentar ser fuerte.
-Vamos Layla,no tengas miedo -le dijo al ver su cara - No voy a hacer nada que no estés deseando. Solo mírate...
Mientras le decía esto, Robert comenzó a acariciarla con brusquedad, besándole en el cuello, Layla notaba en su piel la respiración agitada de este.
Intentaba no pensar en lo que estaba pasando, quería pensar solo en Tom, en sus ojos, si, siempre se sentía segura cuando le miraba a los ojos y decidió centrarse en eso.
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Un cambio de rumbo
FanfictionA veces hay que cerrar los ojos y dejarse llevar. Y eso es lo que Layla hizo. Esta es la historia de como una simple llamada hizo que conociera al amor de su vida , alguien con quien ni en sueños habría imaginado cruzar dos palabras, Tom Hiddleston...