Capítulo 38.

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Capítulo 38.

Marzo, 2028.

24 de Marzo. Viernes.

Me arrodillo para mirar las fotografías que la chica ha sacado del cajón.
Sonrío al verla, dos personas que eran felices sonríen a la cámara.
Todo parece feliz entre ellos.

Incluso me arriesgaría a decir sin equivocarme que su destino es estar juntos.
Los niños tan bonitos que podrían salir con el pelo oscuro y los ojos color miel de ella.
Todo habría sido demasiado bonito si hubiese podido ser real.
Pero ella murió y con su muerte destrozó al mundo.

Aquel maldito accidente de coche se la llevó, la arrebató de un lugar donde creía que era feliz, que iba a serlo para siempre.
Aunque quizá era yo quien se equivocaba, quiza solo soy yo quien veo la felicidad en unas fotos que realmente no lo transmiten.

Porque ella no era feliz, porque me lo dijo y yo apreté el acelerador.
Porque ella quería romper esa relación tan bonita que había surgido desde hacía tres años.

Ella, Valeria, era la mujer de mi vida. No tenía dudas y tampoco las tengo ahora.
Pero me la quitaron, la arrancaron de mis brazos.
Primero Hugo, y después la vida.

"-Tenemos que hablar. -Sonrío con la mirada fija en la carretera, muchas veces me dice esa frase solo para ver como me asusto, para ver mis ojos temerosos de que me deje. Después sonríe y nos besamos. Ahora no puedo besarla, no puedo hacerlo porque voy conduciendo.-
-No me vas a asustar esta vez.
-Es en serio Gabriel. -Frunzo el ceño y aparto el pie del acelerador para mirarla un segundo. La autopista va tranquila y puedo distraerme ese segundo para mirar a mi novia.-
-¿Qué estás diciendo?
-Quiero dejar esto.
-Si es una broma, no tiene gracia Valeria.
-No lo es.

Mi pie derecho vuelve al acelerador y lo aprieto un poco, solo para recuperar la velocidad a la que íbamos hace unos minutos.
Aprieto el volante con fuerza, intentando convencerme de que es una broma.
Giro la cabeza y sus ojos color miel me miran serios, con un rastro de culpabilidad.
No es una broma.
No es una puta broma.

-¿Qué ha pasado? -Su voz no me devuelve una respuesta.- ¿¡Qué mierda ha pasado!?
-Me he enamorado de otro.
-Eso no es posible.
-Nos llevamos viendo un tiempo y... -Le doy un golpe seco al volante que hace sonar el claxón y levantarme del asiento un instante. Mi novia o ahora ex novia me mira y se aleja todo lo que su asiento le permite de mí.-
-Voy a matar a ese hijo de puta. ¿Quién es?
-No...
-¿¡Quién es!?

Después de un par de segundos de silencio, un tiempo que para es eterno, entrelaza sus manos y las lleva a su cara, quizá para no mirarme.
Mi pie se aprieta contra el acelerador.

-Hugo...
-¿Hugo? ¿Hugo mi mejor amigo? -No dice nada y su silencio me lo confirma. Las lágrimas acuden a mis ojos, nublan mi visión un momento y no puedo ver a qué velocidad voy. Sonrío, sintiendo como me duele el pecho, como mi corazón parece que se está quebrando.-
-Sí.
-Solo eres un par de polvos para él, es incapaz de querer a nadie.
-No es así, yo lo quiero.
-¿Y él a ti? Maldita inocente de mierda. -Mis dedos se aprietan en el volante, muerdo mi labio y retiro las lágrimas de mis ojos.- Eres demasiado ingenua.
-Me querrá. -Niego con la cabeza.-
-Solo te folla cuando no tiene ganas de salir a buscar a otra. -Siento un guantazo en mi cara, pero solo he dicho la verdad.- ¿Crees que no se tira a nadie más?
-Eres un mentiroso, solo lo dices por...
-¡Porque soy su mejor amigo y lo conozco mejor que nadie! -La miro y veo como trata de esconderse en sí misma.- ¿Sabes que me ha dicho hoy? Que me quede en tu casa que ha invitado a una chica.
-No vas a hacerme cambiar de opinión. Lo nuestro se ha acabado.
-Eres una puta.

Las últimas palabras salen de mi boca con asco, todo el amor que sentía por ella se ha convertido en eso, en asco, en furia, la misma que me lleva a acelerar y volver a fijar mi mirada en la carretera para ver como vamos directos a una curva que ya no me da tiempo a coger.
Giro el volante, piso el freno, el coche se desestabiliza y en unos segundos todo se vuelve negro."

Maldito hijo de puta, que acabó con mi vida, con lo que era más importante para mí.
Pero se la devolví sin que lo supiera, y lo sigo haciendo.
Nadie me va a detener.

Cojo el cuerpo de la chica entrometida entre mis brazos, respira tranquila, pausadamente.
Y salgo del piso.

Tiro el cigarrillo al suelo y lo piso antes de seguir caminando en la espesura de la noche, bajo unas farolas que ni si quiera se esfuerzan por alumbrar la acerca húmeda por las gotas de rocío que empañan esta madrugada.
Miro hacia ambos lados.
No hay ni un alma viva por estas calles.
Trago saliva antes de colocar con cuidado el cuerpo que llevo sobre el hombro en el suelo, contra la pared.

Un final nada agradable pero que todos pensarán que es lo que tenía que pasar.
Me agacho y dejo mi cara muy cerca de la suya, sus ojos hacen un último intento por abrirse pero la fuerza comienza a abandonar su cuerpo.

-No tendrías que haberte metido en nada de esto.

Sonrío antes de pasar la mano por mi pelo cada vez más largo y encender de nuevo otro cigarrillo.
Sintiéndome cada vez más vivo que nunca.

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Fin del maratón de hoy.
Tres capítulos.
Tres narradores.
Queda muy poco para el final.

¿Qué os parece?
🖤



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