Cuando llegamos al lugar, vimos desde lejos las luces tenues de color violeta que tenía la bolera. El color era relajante y la música que ponían eran canciones que casi todos los ahí presentes se sabían.
Admiré el lugar, porque pocas veces fui a uno, mientras Seth hablaba con uno de los trabajadores de allí para que nos diera un sitio donde jugar a los bolos.
Me avergoncé cuando entré al coche con Nicolás y lo vi allí viendo nuestra escena de enfado entre ambos, pero se rió y me sentí aliviada. Al menos no me tomó por chiflada o loca. Menuda primera impresión que se hubiese llevado de mi el novio de mi mejor amiga.
Seth era también un poco callado. No era tímido porque se sabía desenvolver muy bien con la gente, pero sólo hablaba cuando lo veía oportuno. Además, era guapo, simpático y sí, físicamente era como Brad Pitt pero en joven. No hace falta que lo describa más, todos sabéis a lo que me refiero.
Tenían la misma edad y se conocieron por amigos de la universidad. Seth la trataba muy bien, por lo que ella me contaba y por lo que yo vi aquel día. Me pareció perfecto para ella, así que me disculpé por parecer grosera en el coche.
Me quedé mirando a Layla mientras dejábamos nuestras cosas en uno de los sillones alargados que había delante de nuestro sitio para jugar.
— Me das miedo cuando me miras tanto — dijo entre risas.
— Con que, Brad Pitt no era tu tipo...
— Agh, vamos a jugar — me cogió del brazo y me llevó con ella.
Sonreí porque las dos sabíamos que tenía razón y nos acercamos a los chicos. Empezaron a hablar desde que entramos al local y se estaban llevando bastante bien. Cuando nos pusimos a su lado, estaban riéndose por una broma que Seth hizo. Era un chico muy agradable.
— ¿Quien empieza? — preguntó Layla dejando ver su vestido negro ajustado.
Todos nos fijamos en la pantalla que teníamos delante y vimos el orden de los nombres.
— Nico — señaló Seth.
Agarró una bola y se posicionó. La lanzó con velocidad y estrategia y derribó todos los bolos de una.
— Primer pleno de la noche — se acercó Seth y le chocó las manos a Nicolás.
El siguiente era él. Cogían las bolas que pesaban más para dejarnos a nosotras las de menor peso. Se agachó un poco para alcanzar mejor posición y lanzó en línea recta la bola.
— Agh — se quejó cuando vio dos bolos en aquel lugar.
Lanzó de nuevo y los derribó.
— Un semipleno tampoco está mal — intervino Nico.
Layla y yo nos quedamos mirando y nos reímos. Apenas sabíamos jugar y aquello iba a ser gracioso.
Era el turno de Lay. Se colocó bien el vestido para evitar incidencias y agarró la bola de menor peso. Intentó posicionarse pero los tacones que llevaba se lo impedían.
Dejó la bola y se quitó los tacones. Me los lanzó y los cogí al vuelo para dejarlos en el suelo cerca de nosotros. Agarró de nuevo la bola y antes de tirar, Seth se acercó a ella para taparle la parte de atrás del vestido ya que se le subía al elevar los brazos. Cuando lanzó derribó sólo tres bolos.
Layla se giró para mirarnos y me eché a reír. Aquello se convirtió en una competencia entre ambas para ver quien derribaba más de cinco bolos.
Agarró otra bola poco pesada y Seth quiso ayudarla cuando la vio con alguna que otra dificultad. Le enseñó cómo posicionarse para coger mejor postura y derribar más de tres bolos. Siguió los pasos que le explicó y lanzó.
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Mi vecino
Romance- Deberías darte cuenta de lo que haces antes de ponerte a juzgar con lupa a los demás - me miró furiosa. - ¿Y qué querías que hiciera? ¿Fingir que no pasaba nada cuando en realidad te miraba y solo era capaz de recordar aquel momento? - elevó los...