Atrévete a quererme.

Capítulo 14. Parte 2

Narra Kayla.

Estoy con Beatrice en el jardín de la mansión tomamos zumo de naranja, hace un día soleado y espléndido, hasta apetece tirarse a la piscina climatizada,  porque aunque haga buen tiempo sigue haciendo frío, estamos en Abril, el once de Abril. Con el embarazo no puedo nadar, así que solo disfruto del sol.
 
—¿Qué tal con Luke? —pregunto a mi amiga que se hace la interesante.
 
—Muy bien, somos amigos, el sigue en sus juegos en sus locales y sabes que yo soy muy tradicional —dice con una falsa sonrisa.
 
—Cuando te vas a dar cuenta que le quieres, y él a ti también, negarlo no os va a servir de nada —digo con toda mi mala ostia.
 
—Sabes perfectamente que no puedo aceptar estar con un hombre que se dedica a asesorar en el plano sexual, si no estoy a su altura se irá todo a la mierda—dice con tristeza.
 
—Él te quiere, no lo pienses más y lucha por él.
 
En ese momento noto como mi vagina se humedece y corre un líquido trasparente manchando todos mis pantalones vaqueros.
 
—Tía… creo que mi … sobrino ya viene en camino —dice nerviosa.
 
—¿Qué? —me aterro y gimo de dolor.
 
—Has roto aguas amiga, vamos a preparar las cosas lo más rápido que podamos y te llevo al hospital —dice mi amiga ilusionada.
 
No puede ser, justo hoy quedaba al menos una semana, Ethan esta en una misión secreta no puede ser. Beatrice se encarga de llamar a mis hermanos y a Ethan. Tiene que venir tiene que ver nacer a nuestro hijo.
 
Con contracciones y un dolor de mil demonios me monto en el coche, creo que he empezado a dilatar ya llevo una hora y presiento que va a ser un proceso doloroso y largo.
 
Al llegar a el hospital privado de la familia, los médicos me atienden me llevan a monitores y allí espero, después de otra hora larga en la que solo está Beatrice a mi lado. Me suben a planta a una habitación.
 
La habitación es preciosa, tiene una cama en forma de corazón luego una cama de parto, y un montón de cosas relajantes, hasta una bañera. Me gustaría que Ethan viniera ya, me entra el bajon y lloro, le quiero aquí a mi lado.
 
 
Otra hora pasa y no viene, ya estoy dilatada de siete centímetros, las contracciones se vuelven más regulares. Duele y quema, sudo y lloro. No vuelvo a quedarme embarazada me digo a mi misma.
 
Dos horas después ya estoy dilatada completamente y las contracciones ya son muy muy seguidas, los médicos cren que es hora de proceder y me preparan.  Pido la epidural no aguanto más este dolor.
 
Pero me duele más que Ethan se pierda el nacimiento de nuestro hijo. Empiezo a empujar a la media hora sin remedio, no podemos esperar o el bebe sufrirá y puede que hasta muera.
 
Beatrice me agarra de la mano y me da todo el apoyo que puede dar una amiga en este caso. Después se aleja, cuando pido un descanso no puedo más estoy agotada. Vuelve a llamar a Ethan.
 
En ese momento se abre la puerta y entra Ethan, por fin.
 
—Kayla, linda, mi amor ya estoy aquí —dice corriendo a mi lado —lo siento, ya estoy contigo pequeña.
 
Beatrice sale de la sala por petición de los médicos, Ethan me ayuda, grito de dolor, le estrujo la mano mi hijo no sale y yo estoy agotada.
 
—Amor, vuelve a empujar tu puedes —me dice Ethan dándome un beso a mi sudada frente.
 
Vuelvo a empujar con todas mis fuerzas y por fin sale la cabeza, seguido del cuerpo y el corazón umbilical.
 
—Enhorabuena es un niño precioso —dice la ginecóloga.
 
Después me ponen a mi niño en mi pecho, lloro, Ethan también. Mi hijo.
Se le llevan a revisión, y a mi me trasladan junto a mi marido a una habitación para que descanse.
 
—Como les vais a llamar —pregunta Seth qué entra por la sala con un ramo de flores, junto a George, seguido entra Luke y luego Beatrice.
 
—Adam se va a llamar así —afirmó.

—Que bonito nombre amiga —dice Beatrice.
 
Ya lo había hablado con Ethan que el primer nombre que se me viniera a la cabeza cuando naciera le pondría y así el instinto me sugirió ese nombre.

Ethan fue a el registro y firmó los papeles, definitivamente mi hijo se llamaba Adam Bronw Wilsom.

Le daba el biberón ya que el pecho no se lo podía dar debido a que la leche estaba cortada, una cosa debía de salir mal, todo había sido consecuencias de el tiempo que estuve en coma.
 
Los días siguientes me moría de dolor pero estaba feliz por mi hijo ya le tenía conmigo. Las visitas no pararon de aparecer y ya me levantaban dolor de cabeza quería intimidad, estar solo con mi marido y mi hijo.
 
A la semana me dieron el alta, cuidar de un bebé era bonito a la vez que horroroso no nos dejaba dormir solo quería comer, pero gracias a la ayuda de todos en la casa pude poco a poco llevarlo.
 

La depresión pos parto era real, no significaba que no quería a Adam pero sufría por todo lloraba de la nada y eso le estaba afectando a él lo notaba.
 
Mi vida se fue ajustando a los nuevos cambios y pronto mi bebé tenía medio año de vida, creció un montón y estaba guapisimo, reía e intentaba hablar era una monada. Había aprendido a entenderle y me quedaba embobada a su lado mirándole durante horas, no había nada más especial para mí que el y Ethan.
 
Ethan se incorporó a trabajar y pronto fueron dos bebés en la casa, y dos niños pequeños correteando por todos los lados.
 
Estábamos siendo felices. Creíamos que el enemigo había sido derrotado pero nada más lejos de la realidad.
 
Después de una tarde en familia en los que nos pasamos viendo una maratón de películas en nuestro cine privado. Volví a la habitación y allí la sorpresa y el dolor me llenaron no podía respirar no podía pedir auxilio.
 
En una nota ponía:
 
Vas a volver a ser mía, no digas nada o mato a tu hijo.

Nota de la autora:

Hola bbs, ¿Qué tal?

¿Qué os parece? ¿Qué pensáis que pasara? Se acerca el final.

Bebé abordo 🥺 por fin.

Esta segunda parte contará con 20 capítulos alomejor me extiendo a 25 pero la verdad solo lo estoy subiendo porque me daba pena dejarla así sin que vierais más de las ideas que tenia si algún día hacia segunda parte y aquí estamos.

Espero que lo ameis mucho. Estos dos vuelven a la acción.

¿Los echabais de menos?.

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