1 QUERER.
Kayla, una joven filóloga, hija de un millonario muy conocido.
Ethan, un empresario financiero, hijo de un millonario muy conocido.
Empiezan a conocerse atrevidamente.
Deberán enfrentarse a sus miedos, y su pasado si quieren salir vivos.
...
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Narra Kayla.
Las horas pasaban en soledad. Ethan ya no era el mismo, me tenía asco por haberle traicionado de ese modo. Lo comprendía y estoy segura de que era lo mejor. Aunque se paso.
Aunque saliera de aquí yo a mi padre no le puedo perdonar, me iría de esa casa. Y estaba a punto de conseguirlo.
Al poco rato entra Ethan, con comida y con puños de acero. Su mirada estaba ida. Ya no era él, ya no quedaba ni una mirada de amor. ¿Qué le había pasado esos 3 días?.
Después de comer, se acerca y me ata.
—Ethan, ¿Qué coño haces?.
—Silencio —grita.
Seguidamente me mete un trozo de venda en la boca y me hace un nudo detrás en la cabeza. Luego destroza mi ropa dejándome indefensa y completamente desnuda. Se sube encima de mi inmovilizándome con las piernas y golpea mi espalda y mi cuerpo, no puedo gritar del dolor. Noto como me toca las heridas después vuelve a golpear. ¿Se ha vuelto loco?.
—Para que veas todo el daño que me has echo pasar —golpea—. Vas a pagar por todo. Me querías abandonar, pensaba que te morías. Puta guarra —sigue golpeando. Ya siempre estarás marcada por mi, y me vas a recordar cada vez que te mires al espejo. Recordaras que perdiste al hombre que te amo y tú quisiste quitarle ese amor.
—¡Hijo, déjala ya! —ordena.
El deja mi cuerpo y se pone al lado de su padre, mira sin nada en el alma. Algo le pasa.
—Dejadnos solos, llevaros a Ethan de aquí.
Me desata y me da ropa yo me visto como puedo.
—Aquí tienes la pruebas que me pediste.
Me acerca el móvil y veo a mi madre dándose un beso con él.
—¿Y bien?, ¿me ayudaras?.
—Más quisiera, pero no puedo traicionar a mi familia.
—Nena, tú familia ya esta destrozada por culpa de tú padre, no lo olvides.
En ese momento se da la vuelta con el móvil en la mano. Y con toda la fuerza que me permite el cuerpo cojo la bandeja y le golpeo. Haciendo que caiga al suelo. Cojo el móvil y marco a mi hermano.
—¿Si? -suena una voz al otro lado de la línea.
—Hermano tengo muy poco tiempo, estoy secuestrada, rastrea la ubicación y ven cuanto puedas. Solo puedo retener unos 20 minutos.
—Hermana, haré lo que sea.
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Nota de la autora: es más corto pero en el último momento lo he dividido para dejaros con intriga que muchos os gusta eso y pensar cual va a ser el final antes de leer. Ya queda menos para el final el finde puede que suba los últimos 2 capítulos. Gracias por todo el apoyo.
